La org¨ªa
TVE y Teledeporte fueron ayer una org¨ªa de sensaciones deportivas: los Mundiales de Nataci¨®n y la Audi Cup de f¨²tbol mostraron lo mejor y lo peor del deporte
Si en algo la televisi¨®n es inigualable lo es en las retransmisiones deportivas. Los avances tecnol¨®gicos y el poder¨ªo comercial que permite un alarde de medios t¨¦cnicos hacen de las citadas retransmisiones un espect¨¢culo inalcanzable para el resto de los medios. Ayer, TVE y Teledeporte fueron una org¨ªa de sensaciones deportivas: los Campeonatos Mundiales de Nataci¨®n y la Audi Cup de f¨²tbol mostraron lo mejor y lo peor del deporte, las miserias y grandezas que rodean al espect¨¢culo deportivo.
Entre las grandezas sobresale un nombre propio: la estadounidense Katie Ledecky, una joven de 18 a?os que no solo bati¨® dos veces (ma?ana y tarde) el r¨¦cord mundial de los 1.500 metros sino que fue capaz de pasar a la final de los 200 metros libres 20 minutos despu¨¦s de ganar el oro en la prueba de fondo. Una proeza narrada impecablemente por Julia Luna y Javier Soriano, dos comentaristas en los que la sobriedad y la informaci¨®n relegan al desv¨¢n los habituales alardes egoc¨¦ntricos de los comentaristas futbol¨ªsticos.
La ventaja de las retransmisiones de TVE de la Audi Cup es que quienes las comentan no tratan de vender champ¨² anticaspa o maquinillas de afeitar. Lo que no pueden es ocultar su sapiencia balomped¨ªstica, probablemente una forma inconsciente de ocultar la banalidad de unos reporteros capaces de desmenuzar los gestos de Guardiola en una rueda de prensa o esas obscenidades de contratos y ostentaci¨®n que rodean a las estrellas.
La oferta y la demanda encuentra en una minor¨ªa de futbolistas la m¨¢xima perversi¨®n de un sistema que permite y potencia, por ejemplo, el que Sergio Ramos se considere mal pagado por cobrar ¡°tan solo¡± 7,5 millones de euros netos al a?o, que Cristiano Ronaldo le regale una isla griega a su representante por su boda o que Lionel Messi cobrara 3,5 millones de euros por una visita fugaz al Gab¨®n dictatorial.
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