Lola Lorente, la atracci¨®n por el l¨ªmite

Lola Lorente trabaja en Angulema (Francia), en una casa en cuesta, con la que sue?an autores de c¨®mic de todo el mundo: La Maison des Auteurs. All¨ª tiene un peque?o estudio, con luz natural, tazas de t¨¦, fotos, libros y dibujos por las paredes. En esa casa en cuesta, que gobierna Pili Mu?oz, una descendiente de espa?oles, se afanan talentos futuros y consagrados, valores de pa¨ªses emergentes y de potencias venidas a menos, dibujantes que dar¨¢n que hablar y autores que ya han dicho mucho. Solo necesitan un proyecto que les haga merecedores de un estudio donde dibujar (hay cinco individuales y nueve colectivos).

Lograr una plaza para crear en la maison no es criba f¨¢cil, aunque los autores espa?oles tendr¨¢n m¨¢s oportunidades a partir de este a?o, tras el acuerdo alcanzado entre Acci¨®n Cultural Espa?ola y la Ciudad Internacional del C¨®mic y de la Imagen de Angulema para financiar una residencia de cuatro meses. La iniciativa cubre el vac¨ªo que dej¨® la supresi¨®n en 2012 de la Beca Alh¨®ndiga, que ayud¨® a autores como ?lvaro Ortiz, Mart¨ªn Romero, Alfonso Zapico o la propia Lola Lorente. ¡°No gan¨¦ la beca, pero en la maison vieron mi proyecto y me llamaron¡±.

Hasta ese espacio de ¡°retiro profesional¡± arrastr¨® su propia mesa. All¨ª ultima las p¨¢ginas finales de La alumna, un ¨¢lbum protagonizado por Mary Pain, una mujer de treinta y algo que debe regresar a su pueblo, tras m¨¢s de una d¨¦cada de ausencia, para cuidar a su abuelo enfermo. Una mujer en la frontera entre la juventud y la madurez, una protagonista que deambula por filos autobiogr¨¢ficos sin que por ello se deba confundir a Lola Lorente y Mary Pain. De nuevo, alguien en pleno tr¨¢nsito. ¡°No s¨¦ cu¨¢ntas etapas hay en la vida... puedo hablar por las que yo paso y lo que me toca vivir. Me atrae el l¨ªmite psicol¨®gico entre lo racional y lo irracional. Me atraen los bordes¡±.

En Sangre de mi sangre (Astiberri), su primer libro, exploraba la migraci¨®n de la ni?ez a la adolescencia con una mezcla desasosegante de ternura y crueldad. Hab¨ªa ni?os que tanteaban nuevas identidades sexuales y ni?os de una ortodoxia malvada. Hab¨ªa p¨¦rdidas irreparables, ingenuidades a deshora y juegos macabros. Los adultos viv¨ªan noqueados por p¨¦rdidas y carencias, un tanto fuera de lugar. ¡°Era un tipo de cuento que me serv¨ªa para contar el tr¨¢nsito desde la infancia. En este he intentado hacer una historia bastante m¨¢s cruda, muy realista¡±.

De nuevo se sirve del blanco y negro ¡ªcon tinta china¡ª y de singulares criaturas, como la propia Mary Pain, que naci¨® el d¨ªa que Lorente se puso a dibujar as¨ª porque s¨ª y le sali¨® una mujer boteriana de larga trenza. ¡°Me pareci¨® enigm¨¢tica. Al verla empec¨¦ a crear p¨¢ginas y pens¨¦ que ten¨ªa que hacer algo con ella, intentar comprender el personaje, que va macer¨¢ndose en mi cabeza. Parto de un boceto y luego hago un guion bastante abstracto, como un escultor que tiene un trozo de piedra y va d¨¢ndole forma poco a poco¡±. Calla y conf¨ªa: ¡°Un proceso muy angustioso, la verdad, porque yo dudo much¨ªsimo y un libro obliga a tomar decisiones todo el rato¡±.

Y aunque ahora la dibujante tiene brotes de inseguridad producidos por los coletazos finales de la obra, que se publicar¨¢ en 2016, a la vuelta de la esquina le aguarda el gran dilema: seguir en Angulema, ya sin el paraguas de la Casa de los Autores y las sucesivas becas (VEGAP y Centro Nacional del Libro de Francia), o retornar a Espa?a, donde quiso y no pudo encontrar trabajo. Un poco como Mary Pain, que regresa forzada, que afronta incertidumbres econ¨®micas y que encara una nueva transici¨®n biogr¨¢fica.