Turismo contra ecolog¨ªa: ¡®guerra¡¯ en las islas C¨ªes
Bi¨®logos acusan a la Xunta de mala gesti¨®n del Parque Nacional Illas Atl¨¢nticas de Galicia
Una gaviota patiamarilla encaramada al mirador del Monte Faro, en las islas C¨ªes (Vigo), mostr¨® el pasado mes de julio al mundo el estremecedor paisaje de uno de los cuatro archipi¨¦lagos del Parque Nacional Mar¨ªtimo Terrestre Illas Atl¨¢nticas (incluye tambi¨¦n los de Ons, S¨¢lvora y Cortegada). La patiamarilla esperaba de los turistas algunas migas que echarse al gaznate y acab¨® llev¨¢ndose al pico una c¨¢mara GoPro con la que rod¨® un corto espectacular en un vuelo de un minuto escaso que se hizo viral en las redes. La silueta del Caribe gallego a vista de p¨¢jaro realz¨® a¨²n m¨¢s el impactante paisaje de un patrimonio nacional que aspira a serlo tambi¨¦n de la humanidad. Habitadas en el origen de los tiempos por los dioses (atendiendo a la denominaci¨®n que le dieron los romanos), despu¨¦s por los celtas y m¨¢s tarde por los piratas, las C¨ªes albergan ahora, durante los meses de verano, a una colonia invasora: miles de turistas que compiten con la protegida fauna por el espect¨¢culo del para¨ªso terrenal y por zambullirse en una de las mejores y m¨¢s cristalinas playas del mundo, la de Rodas, seg¨²n insiste peri¨®dicamente el diario brit¨¢nico The Guardian.
La sociable patiamarilla ha vivido hasta hace poco a sus anchas en la id¨ªlica playa de Rodas. Las 22.000 parejas censadas de esta palm¨ªpeda en constante reproducci¨®n convert¨ªan a las C¨ªes en el mayor asentamiento mundial de la especie. Pero entre 2011 y 2015 su censo se ha reducido en un 36% en el Parque Nacional Illas Atl¨¢nticas, seg¨²n estudios cient¨ªficos que dan la voz de alarma acerca del peligro que acecha a esta y a otras especies ahora vulnerables, como la del cormor¨¢n mo?udo (cuervo marino cristado).
Bi¨®logos y grupos ecologistas alertan de ¡°deficiencias¡± en la gesti¨®n de un Parque Nacional que 13 a?os despu¨¦s de haber obtenido esta clasificaci¨®n (en 2002) no ha aprobado a¨²n su Plan Rector de Uso y Gesti¨®n. Y entre los aspectos sin desarrollar m¨¢s preocupantes citan el relativo al cupo de visitantes. La laxitud que denuncian en la aprobaci¨®n de la norma lleva a que durante los meses de verano se supere con creces, seg¨²n sus datos, la cifra legal de 2.200 que invaden diariamente la morada de los dioses. La cifra se suma a la de las 800 personas que alberga el camping (no hay infraestructura hotelera).
La medida de la considerable migraci¨®n humana a las C¨ªes la da el propio el Gobierno gallego, su gestor, que reconoce que en el primer semestre de este a?o 100.659 personas visitaron el Parque Nacional, y que 75.000 de ellas acudieron a las C¨ªes. La mayor parte, 47.000, acudieron en junio. Pero tambi¨¦n es indicativa la decisi¨®n de la Xunta de intensificar los controles en las navieras ante las denuncias que ha recibido de supuestas irregularidades en la venta de billetes.
¡°La filosof¨ªa de los Parques Nacionales se basa en los valores inmateriales de espacios poco transformados por la mano del hombre en los que las personas pueden conectarse con la naturaleza y sentir su grandeza, su silencio, la soledad; algo que desde luego ya no ocurre en las C¨ªes, en donde el visitante encuentra masificaci¨®n¡±, la de su propia especie, denuncia un trabajador del Parque Illas Atl¨¢nticas que reclama el anonimato. Asegura que el patrimonio cultural se est¨¢ vendiendo ¨²nicamente ¡°como algo est¨¦tico¡± mientras que ¡°ninguna administraci¨®n ha hecho nada por contribuir a que se mantenga vivo el valor ecol¨®gico¡±.
Diego Rodr¨ªguez, vicecoordinador y responsable del ?rea de Biodiversidad de la asociaci¨®n ecologista Verdegaia, adem¨¢s de representante del movimiento ecologista en el patronato de este Parque Nacional, sostiene que la direcci¨®n, dependiente de la Conseller¨ªa de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia, ¡°parece no entender que lo m¨¢s importante es la preservaci¨®n de los valores naturales, siempre en consonancia con las actividades humanas tradicionales¡±.
El representante de los ecologistas en el patronato del Parque denuncia ¡°una clara falta de inversiones en conservaci¨®n¡±, especialmente en el control de flora ex¨®tica invasora, y ¡°falta de estudios y actuaciones¡± para frenar el declive de especies entre las que cita la Corvus monedula, ¡°con un descenso del 90% de su poblaci¨®n en los ¨²ltimos 25 a?os¡± o el Phyrrocorras phyrrocorras, ¡°extinguida como reproductora en el Parque entre 2006 y 2007¡±.
Frente a la denuncias, la Conseller¨ªa de Medio Ambiente, gestora del Parque desde 2008, asegura que realiza constantes inversiones en valores medioambientales de este espacio y precisa que en 2015 el total fue de 125.000 euros. Pero como los especialistas y los grupos ecologistas, el Gobierno gallego muestra su preocupaci¨®n por la disminuci¨®n de las poblaciones del cormor¨¢n mo?udo y de la gaviota patiamarilla.
La masificaci¨®n tur¨ªstica, a la que el representante de Verdegaia suma la escasez de personal, se produce en un entorno en el que no hay papeleras. ¡°La mayor parte de la basura que se genera en C¨ªes, que es la que traen los propios visitantes, es llevada de vuelta por ellos mismos a tierra¡±, sostiene el Gobierno gallego, que exige a las navieras que les entreguen bolsas a los turistas para almacenar los desperdicios que deben depositar en los muelles cuando desembarquen.
El Ayuntamiento de Vigo al que pertenecen las islas C¨ªes promociona la audacia de la patiamarilla cineasta: ha iniciado una campa?a en su pagina web en busca de nombre para la gaviota. Cree que la difusi¨®n internacional del accidental v¨ªdeo podr¨¢ ayudarle en su prop¨®sito de convertir su archipi¨¦lago en Patrimonio de la Humanidad.
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