Dos vidas de un diarista irredento
Ricardo Piglia empez¨® a escribir la obra de su vida, sin saber que lo iba a ser, hace casi 60 a?os
Ricardo Piglia ha confirmado que la memoria tiene vida propia, como el coraz¨®n, y nadie la manda; los recuerdos van por libre. Para desentra?ar esa sensaci¨®n de haber vivido dos vidas, la real y la de los recuerdos, ha vuelto al origen de su escritura. A esa que el autor argentino (Adrogu¨¦, provincia de Buenos Aires, 1940) empez¨® en secreto en la adolescencia y que con el tiempo se convirti¨® en una leyenda entre los escritores latinoamericanos y alrededores. Escrib¨ªa todos los d¨ªas en un cuaderno de tapas de hule negras que se convirti¨® en un diario improvisado hasta sumar 327 cuadernos id¨¦nticos en estos ¨²ltimos 58 a?os. Ah¨ª est¨¢, vive, el otro Ricardo Piglia, ?el verdadero? Emociones, sensaciones, ideas y episodios guardados, d¨ªa a d¨ªa, como tesoros, muchos convertidos en restos no reconocidos hoy. Semillas de su literatura conocida y por escribir. Una vida que ver¨¢ la luz, por fin, en Los diarios de Emilio Renzi, cuyo primer volumen, de tres, publicar¨¢ Anagrama este septiembre.
Llegan en un momento crucial de la vida de uno de los escritores contempor¨¢neos en espa?ol m¨¢s importantes. Su prestigio crece y se confirma con premios como el Formentor de las Letras, que se conceder¨¢ en un mes en Mallorca, pero que no podr¨¢ recibir en persona debido a la esclerosis lateral amiotr¨®fica (ELA), detectada el a?o pasado. Una enfermedad que aceler¨® su deseo de desandar su vida, de revisar aquellos escritos, ¡°mejores que los de ahora¡±, y pensar si los hac¨ªa p¨²blicos.
S¨ª, val¨ªa la pena otro riesgo en su vida, ahora con 74 a?os. Y con un toque m¨¢s literario: pasar¨ªa todo a la tercera persona, y nadie mejor para ello que la voz de Emilio Renzi, aquel alter ego periodista y aspirante a escritor, creado en 1967 en el relato ¡®La invasi¨®n¡¯ y que luego ser¨ªa habitual en sus obras, cuyo nombre entresaca de su segundo nombre y segundo apellido.
Anotaciones de casi 20.000 d¨ªas guardadas en 327 cuadernos repartidos en 40 cajas de cart¨®n. Su vida personal y b¨²squeda literaria y la de Argentina versionadas por su letra de bol¨ªgrafo en azul y negro¡
Anotaciones de casi 20.000 d¨ªas guardadas en 327 cuadernos repartidos en 40 cajas de cart¨®n. Su vida personal y b¨²squeda literaria y la de Argentina versionadas por su letra de bol¨ªgrafo en azul y negro¡ Per¨®n, el golpe de 1966, la muerte del Che Guevara, la vuelta de Per¨®n, el golpe militar y la dictadura¡ A?os despu¨¦s explicar¨ªa: ¡°El diario, sin duda, es un g¨¦nero c¨®mico. Uno se convierte autom¨¢ticamente en un clown. Un tipo que escribe su vida d¨ªa tras d¨ªa es algo bastante rid¨ªculo. Es imposible tomarse en serio. La memoria sirve para olvidar, como todo el mundo sabe, y un diario es una m¨¢quina de dejar huellas. Me gustan mucho los primeros a?os de mis diarios porque all¨ª lucho con el vac¨ªo total: no pasa nada, nunca pasa nada en realidad, pero en ese tiempo me preocupaba, era muy ingenuo, estaba todo el tiempo buscando aventuras extraordinarias. Empec¨¦ a robar la experiencia a gente conocida, las historias que yo me imaginaba que viv¨ªan cuando estaban conmigo. Escrib¨ªa muy bien en esa ¨¦poca, dicho sea de paso, mucho mejor que ahora, ten¨ªa una convicci¨®n absoluta, que es siempre la mejor garant¨ªa para construir un estilo¡±.
Piglia registraba su vida, privada y p¨²blica, como si fuera de otro. ?Era otro? Sin saberlo se adelant¨® a reinaugurar una parte del siglo XXI literario. Esa moda actual del yo, del escritor que convierte su realidad en materia literaria y busca llevarla al extremo, hasta difuminar las fronteras de lo real y lo ficticio para crear una dimensi¨®n nueva.
Era 1957, y ten¨ªa 16 a?os cuando su familia, padres y hermano tuvieron que salir casi corriendo de Adrogu¨¦. All¨ª, al sur de Buenos Aires, hab¨ªa nacido y vivido. De golpe, iba hacia una nueva vida luego de que su padre saliera de la c¨¢rcel, a donde hab¨ªa ido a parar tras la ca¨ªda del Gobierno de Juan Domingo Per¨®n, en 1955. ¡°Viv¨ª ese viaje como un destierro. Despu¨¦s nunca me ha importado el lugar donde he vivido¡±, confiesa Piglia en el documental que ha hecho sobre ¨¦l Andr¨¦s Di Tella: 327 cuadernos, un diario cinematogr¨¢fico sobre el encuentro de Piglia con sus diarios y la lectura que hace de ellos. Se estrenar¨¢ el 5 de septiembre en las salas de cine argentinas y en la televisi¨®n, y en septiembre estar¨¢ en el Festival de Cien de San Sebasti¨¢n. Tres a?os de rodaje que muestran la evoluci¨®n del proyecto de Piglia con sus diarios hasta la primavera pasada, cuando su situaci¨®n de salud ya era otra. ¡°?D¨®nde estoy yo? Invisible en el recuerdo soy el que mira la escena¡±, dice el autor de Respiraci¨®n artificial en la pel¨ªcula. Son 79 minutos donde se imbrican literatura y vida. Realidades y deseos.
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