La voz de la revoluci¨®n mexicana resuena en ¡®El murmullo de las abejas¡¯

El murmullo de las abejas, la novela m¨¢s reciente de la escritora mexicana Sof¨ªa Segovia (Monterrey, 1965), narra la revoluci¨®n mexicana mediante la historia de un ni?o desfigurado y cubierto por un manto de abejas que adopta una familia de propietarios de tierras en el noreste del pa¨ªs. Los insectos de Segovia recuerdan levemente los que Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez entreg¨® a Mauricio Babilonia, el personaje de Cien a?os de soledad (1967) que cargaba con una nube de mariposas amarillas. ¡°Gabo es intocable. Me siento honrada de que me relacionen con su obra, aunque no lo haya buscado de manera consciente¡±, explic¨® la autora este lunes en Madrid, ante la pregunta por la influencia del nobel en su libro.

¡°En esa guerra los ej¨¦rcitos eran uno, solo que le sal¨ªan piezas sin fin como una mu?eca rusa de madera en forma de pino de boliche¡±, escribe Segovia, en una descripci¨®n de la revoluci¨®n (1910) que ser¨ªa v¨¢lida para la guerra contra el narco y la proliferaci¨®n de carteles de la droga. ¡°Nunca hab¨ªamos sentido miedo en Monterrey. La violencia de estos a?os vino a sacudirnos del olvido: las antiguas generaciones padecieron la guerra de hace un siglo, pero ya no lo record¨¢bamos¡±, cuenta la autora en conversaci¨®n con EL PA?S. El reciente descenso de la violencia en el Estado mexicano de Nuevo Le¨®n es, para la autora, una situaci¨®n artificial que no augura la desaparici¨®n del fen¨®meno en el futuro inmediato.

El campesino Anselmo Espiricueta encarna a la antagonista impl¨ªcita de la historia, la reforma agraria. Segovia afirma que busc¨® ser justa con su criatura. Espiricueta es un agricultor expulsado de su tierra que desagradece la ayuda de la misma familia que adopta a Simonopio, el ni?o de las abejas. ¡°Tiene razones para ser malo, lo desterraron, y busco expresar eso. Pero su forma de ser representa los desafueros de una reforma que abus¨® de los propietarios honestos¡±, se?ala la escritora.

Las abejas polinizan cerca del 35% de los principales cultivos de alimentos en el mundo, seg¨²n la Organizaci¨®n de Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y Agricultura (FAO). Los naranjales de Linares, el municipio citr¨ªcola donde transcurre la narraci¨®n, necesitan del trabajo discreto de las abejas para mantener el equilibrio ambiental y, por extensi¨®n, la estabilidad de una sociedad que se fractura en medio de la revoluci¨®n. La intervenci¨®n de estos insectos representa de forma derivada m¨¢s de 260000 millones de euros de comercio internacional. Y M¨¦xico, que es el quinto productor mundial de naranjas y el tercero de limones, se lo debe en buena medida a la polinizaci¨®n de las abejas, de las mismas que cubrieron a Simonopio y que hasta hoy permiten escuchar el murmullo de las voces olvidadas en la historia del pa¨ªs.