¡°?El Anticastro? Admito que lo soy¡±
¡®Mea Cuba antes y despu¨¦s' re¨²ne los escritos pol¨ªticos de Guillermo Cabrera Infante y recopila por primera vez los art¨ªculos en los que apoy¨® la revoluci¨®n
¡°?C¨®mo es posible que haya que dar explicaciones del ajusticiamiento de una figura tan deleznable como Cornelio Rojas? [¡] Es un simple caso de justicia, de la m¨¢s elemental e inmediata. Los fusilados son criminales connotados, sus cr¨ªmenes han sido cantados por ellos mismos; un pueblo de siempre sentimental no ha movido un dedo para impedir que sigan los ajusticiamientos; hasta los familiares de los ajusticiados saben que se obra con esp¨ªritu de honradez. [...] No son las ejecuciones lo que tratan de detener, sino la marcha segura y aplastante de la revoluci¨®n cubana¡±. Esto escribi¨® el 11 de abril de 1959 un joven periodista llamado Guillermo Cabrera Infante. D¨ªas despu¨¦s cumpl¨ªa 30 a?os. El dictador Fulgencio Batista hab¨ªa abandonado Cuba en la nochevieja del 58, corr¨ªan tiempos de fervor revolucionario y el futuro novelista dirig¨ªa el suplemento cultural Lunes de Revoluci¨®n. Tras dos a?os de idilio pol¨ªtico y su estreno como escritor con As¨ª en la paz como en la guerra (1960) ¡ªun libro de cuentos y ¡°vi?etas¡± de aire ¡°sartriano, es decir, realista socialista¡±¡ª, todo cambi¨®.
Enviado como corresponsal a, en sus propias palabras, la ¡°guerrita de Bah¨ªa de Cochinos¡±, descubri¨® que las operaciones estaban al mando de generales sovi¨¦ticos. Cuba se convert¨ªa oficialmente al socialismo y Cabrera Infante empezaba a convertirse al anticastrismo. Sus protestas por la prohibici¨®n de P. M., un corto dirigido por su hermano y Orlando Jim¨¦nez Leal que celebraba la vida nocturna en La Habana, provocaron su destituci¨®n al frente del suplemento y su env¨ªo como agregado cultural a la embajada cubana en Bruselas. Poco antes hab¨ªa empezado a escribir una novela titulada Vista del amanecer en el Tr¨®pico ¡ªuna ¡°continuaci¨®n de P.M. por otros medios¡±¡ª que, muy retocada, termin¨® llam¨¢ndose Tres tristes tigres. En 1965, con el premio Biblioteca Breve en el bolsillo, el novelista regres¨® temporalmente a su pa¨ªs para asistir al entierro de su madre. Despu¨¦s de aquello nunca m¨¢s volver¨ªa.
Almuerzo con Felipe Gonz¨¢lez, cena con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar
?Qu¨¦ pensar¨ªa de las nuevas relaciones entre Cuba y Estados Unidos un autor como Guillermo Cabrera Infante que critic¨® toda forma de colaboraci¨®n con el Gobierno castrista? "Estar¨ªa muerto de risas, a carcajadas, como yo", responde su viuda. "Resulta que a los Castro los va a salvar el enemigo, al que tanto odiaban. Ahora todos a aprender ingl¨¦s y a pintarse la bandera americana en las u?as de los pies. Guillermo no se aguantar¨ªa la risa".
Templado el humor, Miriam G¨®mez vuelve el pesimismo: "Media Cuba es propiedad del ej¨¦rcito y de la familia Castro y se la van a vender a los extranjeros. Tambi¨¦n en eso acert¨® Guillermo. Lea art¨ªculos como 'La guayabera blindada' y otros parecidos". Miriam G¨®mez se refiere a varios textos de los a?os noventa del siglo pasado en los que Cabrera Infante relata amargamente sus encuentros privados con Felipe Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y varios de sus respectivos ministros (de Carlos Solchaga a Rodrigo Rato). "Espa?a ha comprado todo lo que Castro ha robado", se queja al hablar de los negocios hoteleros en la isla. "Los espa?oles mismos declaran que se preparan para cuando se suspenda la ley Helms-Burton".
Le dol¨ªa que algunos gobernantes actuaran como ¡°representantes de la patronal¡± o consideraran a Fidel Castro ¡°un mal menor para Espa?a¡± cuando ¨¦l lo ten¨ªa por ¡°la fuente de todo mal para los cubanos¡±.
Silenciada oficialmente en Cuba durante a?os, la obra del autor de Cine o sardina, tambi¨¦n ha vivido recientemente una tolerancia parcial e interrumpida. Esta vez por su mujer: "Empezaron a publicar unos cuentos y lo par¨¦. Gracias en parte a nuestro agente [Andrew Wylie], que es poderoso. Dec¨ªan que Guillermo es patrimonio nacional y yo les respond¨ª que no era patrimonio de nadie. En todo caso matrimonio de Miriam G¨®mez. No lo permitir¨¦ mientras en Cuba no haya democracia. Y no la habr¨¢ mientras siga en manos de una familia. En esto es como Norcorea". Tras el rescate p¨®stumo de La ninfa inconstante, Cuerpos divinos y Mapa dibujado por un esp¨ªa, queda a¨²n in¨¦dito El cartucho, un libro, explica G¨®mez, "en forma de bolsa de papel de las que dan en los ultramarinos: metes la mano y sacas peque?as notas sobre m¨²sica, literatura o pol¨ªtica".
Instalado en Londres, donde muri¨® en 2005 a los 75 a?os, altern¨® la escritura alimenticia de guiones de cine con dos labores en las que nunca cej¨®: una obra literaria que en 1997 le vali¨® el premio Cervantes y la cr¨ªtica sin descanso al r¨¦gimen de Fidel Castro, el hombre que, como sol¨ªa decir, le escribi¨® la biograf¨ªa. Cuando alguien lo tach¨® de Anticastro, ¨¦l, amante de los juegos de palabras, lo tom¨® como el mayor elogio: ¡°Admito que lo soy¡±.
En 1992, tras casi tres d¨¦cadas de exilio, Guillermo Cabrera Infante public¨® el libro que, dec¨ªa, sus amigos llevaban a?os pidiendo y sus ¡°enemigos¡± le hab¨ªan ¡°forzado a hacer¡±: Mea Cuba. Aquel medio millar largo de p¨¢ginas recog¨ªa sus ¡°obsesivos art¨ªculos y ensayos¡± de tema cubano: de la obra de escritores como Jos¨¦ Mart¨ª o Alejo Carpentier a las persecuciones de homosexuales pasando por la visita del Papa o los juicios a los disidentes. ?l mismo lo bautiz¨® como ¡°el testamento pol¨ªtico de un autor viviente¡±.
En torno a ese libro se organiza ahora el segundo tomo de las Obras Completas de Guillermo Cabrera Infante, que hoy lanza Galaxia Gutenberg. ¡®Mea Cuba¡¯' antes y despu¨¦s es un volumen de 1262 p¨¢ginas que incluye el libro que le sirve de eje, un largo ap¨¦ndice con piezas posteriores a 1992 pero de tema similar ¡ªincluido ¡®La castroenteritis aguda¡¯, escrito d¨ªas antes de su muerte¡ª, una desternillante cronolog¨ªa preparada por el propio autor que se detiene en 1998 y un impecable pr¨®logo de Antoni Munn¨¦, encargado de la monumental edici¨®n. El tomo se abre, adem¨¢s de con los citados As¨ª en la paz como en la guerra y Vista del amanecer en el Tr¨®pico, con la reuni¨®n por primera vez en libro de los textos que Cabrera Infante public¨® en aquel m¨ªtico Lunes de Revoluci¨®n. Y como p¨®rtico general, dos art¨ªculos de 1959 en los que Cabrera Infante lleva su fe por la revoluci¨®n hasta el punto de justificar el fusilamiento de sus enemigos. 200 p¨¢ginas seguidas de otras 1.000 dedicadas a neutralizarlas. Siempre dijo que Mea Cuba ten¨ªa mucho de mea culpa.
Consciente del car¨¢cter testimonial de esos primeros textos, Miriam G¨®mez, viuda del escritor, explica que nunca dud¨® en rescatarlos. ¡°Lo escrito, escrito est¨¢. Su lugar son precisamente unas obras completas¡±, dice por tel¨¦fono desde su casa de Londres. ¡°Guillermo estaba entusiasmado con la revoluci¨®n. Si se meti¨® luego en tantos l¨ªos por ser cr¨ªtico, si soport¨® insultos y escupitajos es porque se sent¨ªa culpable, porque crey¨® y se sinti¨® enga?ado. Cuando fue a Playa Gir¨®n y vio que mandaban los rusos se espant¨®. Volvi¨® a casa y se ech¨® a llorar¡±. Respecto al tomo reci¨¦n publicado a?ade: ¡°Es la vida de Guillermo pero tambi¨¦n la historia de Cuba. Yo creo que hoy es m¨¢s importante para Cuba que para Guillermo¡±.
Retrato del artista con ¨¢cido sulf¨²rico
Vidas para leerlas Algunas ediciones de Mea Cuba separaban en tomos distintos los escritos pol¨ªticos de los literarios. Ahora vuelven a aparecer juntos. El volumen de Galaxia Gutenberg se completa con un enciclop¨¦dico ¨ªndice onom¨¢stico. Dada la agudeza del Cabrera lector, lo ¨²nico seguro para que un escritor salga bien parado ¡ªse llame Julio Cort¨¢zar o Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez¡ª es no aparecer en ¨¦l. Este es su juicio sobre dos cl¨¢sicos cubanos:
Jos¨¦ Mart¨ª "Con todos sus excesos, por todos sus excesos, su escritura es el aparato barroco, conceptista y elocuente, m¨¢s poderoso que ha producido la literatura espa?ola desde Quevedo".
Alejo Carpentier "Sufr¨ªa dos obsesiones: el arte de la novela y el Premio Nobel de Literatura [...] Sus libros se volvieron pobres en prosa pero ricos en pol¨ªtica con el fin de satisfacer al poder en La Habana".
Babelia
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