Almas torturadas por su talento

En sus 40 a?os de vida, el Festival de Toronto ha mantenido una fiel y estrecha relaci¨®n con la m¨²sica. Ya fuera en forma de documental, como Keith Richards: Under the Influence, estrenado en esta edici¨®n y dirigido por Morgan Neville, que tambi¨¦n present¨® un filme sobre el chelista Yo-Yo Ma; o ficcionalizado, en forma de biopic, como son dos de las pel¨ªculas que m¨¢s atenci¨®n han atra¨ªdo este a?o por la importancia de las figuras que retratan, Hank Williams y Chet Baker; y por los actores que los han retratado: Tom Hiddleston interpreta al primero, icono del country, en I Saw the Light; y Ethan Hawke da vida al trompetista de jazz en Born to be Blue.

Ambos, adem¨¢s de la m¨²sica tuvieron en com¨²n una relaci¨®n complicada con el ¨¦xito y con sus talentos que les llev¨® a una vida autodestructiva, de abuso de drogas y alcohol. Hank Williams muri¨® el 1 de enero de 1953, a los 29 a?os, de camino a un concierto en Canton, Ohio.

Nombre clave de la historia de la m¨²sica americana, dejaba un legado como uno de los mejores letristas, influencia e inspiraci¨®n expl¨ªcita para Bob Dylan, que vivi¨® su muerte como un gran golpe. ¡°Intuitivamente sab¨ªa, sin embargo, que su voz nunca desaparecer¨ªa¡±, dijo en sus memorias, Chronicles Volume One. La influencia que Williams tuvo en Dylan fue la clave para que Marc Abraham se decidiera a escribir y dirigir I Saw The Light, t¨ªtulo de una de sus canciones m¨¢s conocidas y que el p¨²blico de Ohio cant¨® al enterarse de su muerte en el concierto que nunca lleg¨® a dar. ¡°No solo Dylan le nombra como influencia, Bruce Springsteen tambi¨¦n, y luego escuchas las versiones de sus canciones que hicieron Johnny Cash, Ray Charles, Tony Bennett¡­ Los Rolling Stones le nombran como inspiraci¨®n directa para Honky Tonk Women¡±, contaba Tom Hiddleston en la presentaci¨®n oficial en Toronto.

El actor entrega una de sus mejores interpretaciones haciendo suyo el aura de Williams: la luz que transmit¨ªa en el escenario y la oscuridad que infectaba sus letras. Hiddleston pas¨® cinco semanas viviendo y aprendiendo a cantar y tocar blues y country con el m¨²sico Rodney Crowell en Nashville. Y al llegar al rodaje, que acabaron en 38 d¨ªas, se convirti¨® en Williams. ¡°Le dije a Marc: no soy Hank, no soy yo, pero es quien habr¨ªa sido si hubiera tenido su vida¡±, dijo.

En 1953, el mismo a?o que Williams mor¨ªa tras una vida intensa de drogas, alcohol y complejas relaciones personales, en la Costa Oeste, Chet Baker montaba su primer cuarteto y era nombrado el mejor trompetista por los lectores de Down Beat, adelant¨¢ndose a Miles Davies. Ese mismo a?o empez¨® su leyenda, una real que ¨¦l cre¨® con su m¨²sica y una que ¨¦l se invent¨®.

En Born to be Blue han sacado provecho de esa capacidad de Baker para inventar su propia vida y han seleccionado solo un cap¨ªtulo de su vida, en los sesenta cuando intentaba alejarse de las drogas y relanzar su carrera, y lo han ficcionalizando a¨²n m¨¢s. Por eso es un ¡°anti-biopic¡± como lo llama Ethan Hawke, porque la intenci¨®n no era contar toda su vida, sino introducirse en el alma azul de su m¨²sica. ¡°?Por qu¨¦ necesitas las drogas?¡±, le pregunta Carme Ejogo, que interpreta a una amalgama de las mujeres que pasaron por la vida del James Dean del jazz, en el filme. ¡°Me da confianza¡±, responde el Baker de Hawke, tambi¨¦n en uno de los mejores papeles de su carrera.

¡°Es una gran parte de nosotros. Lo que te lleva a hacerte da?o a ti mismo y sentir que no vales nada. Baker era profundamente inseguro y se escond¨ªa y hu¨ªa de s¨ª mismo. El talento es fr¨¢gil¡±, dijo Hawke en la presentaci¨®n oficial en Toronto. Baker ten¨ªa m¨¢s confianza en su imagen, que en su m¨²sica. Williams sent¨ªa m¨¢s seguridad en ambas porque goz¨® de un gran ¨¦xito durante m¨¢s de seis a?os de carrera, pero tambi¨¦n por algunos oscuros periodos provocados por dolores f¨ªsicos. Ambos lucharon contra el precio que deb¨ªan pagar por ser aut¨¦nticos en el contexto de la m¨²sica comercial. ¡°El coste espiritual de tener ese talento¡±, dice Hiddleston.

Las dos pel¨ªculas, adem¨¢s de la m¨²sica, avanzan a partir de las complejas y dependientes historias de amor que tuvieron ambos mitos. La de Hank Williams con su primera mujer, Audrey Sheppard, interpretada por Elizabeth Olsen. Y en la de Baker con el personaje de Ejogo que re¨²ne elementos de las mujeres con las que estuvo y otras musas de artistas. Ambos filmes son retratos del concepto de mito musical, de la autenticidad en la industria. I Saw the Light lo enfoca desde la exactitud hist¨®rica y Born to Be Blue, elige el camino de la ficci¨®n.