¡®Happy Birthday¡¯: de una guarder¨ªa de Kentucky a todo el mundo

Pocas palabras, ocho notas. Patty aport¨® la letra, Mildred su habilidad al piano. As¨ª las hermanas Hill compusieron, hacia finales del siglo XIX, una inocente cancioncita para los ni?os de la guarder¨ªa de Kentucky donde Patty era maestra. La bautizaron Good Morning to All y tan solo rezaba: "Buenos d¨ªas a ti, buenos d¨ªas a ti, buenos d¨ªas querido ni?o, buenos d¨ªas a todos". M¨¢s de un siglo despu¨¦s, el tema es mundialmente conocido como Happy Birthday y ha servido para desear feliz cumplea?os en decenas de idiomas a cientos de millones de personas y ha ido cambiando de (supuesto) due?o. Desde 1988 la propiedad recay¨® en Warner Music, que empez¨® a cobrar por su uso. Sin embargo, un juez de Estados Unidos acaba de establecer que la canci¨®n universal por antonomasia lo es tambi¨¦n literalmente: Happy Birthday est¨¢ libre de derechos, nos pertenece a todos.

"La decisi¨®n es importante para el mundo entero porque el juez b¨¢sicamente invalida el copyright mundial de Warner sobre la canci¨®n as¨ª que puede ser usada libremente sin tener que pagar nada por derechos de autor", sentencia en un correo electr¨®nico Randall S. Newman, uno de los abogados que empez¨® en 2013 la pelea ante la corte federal de Los ?ngeles para que todo el mundo pudiera cantarse feliz cumplea?os cu¨¢ndo y c¨®mo quisiera. Aunque, en realidad, el letrado respond¨ªa tambi¨¦n y sobre todo a los intereses de la productora cinematogr¨¢fica independiente Good Morning To You Productions Corp, que trabaja en un documental sobre la historia de la celeb¨¦rrima canci¨®n. Quiz¨¢s los cineastas quisieran ahorrarse los 5.000 d¨®lares (unos 4.500 euros) que por ejemplo pag¨® el director Steve James por incluir el tema en su documental Hoop Dreams de 1994, seg¨²n cont¨® a Los Angeles Times.

Sea como fuere, la sentencia del juez George H. King subraya un matiz que marca la diferencia. Patty Hill cedi¨® en 1935 el copyright sobre su creaci¨®n a la editorial Clayton F. Summy Co., pero el acuerdo afectaba solo y exclusivamente a los arreglos al piano de Good Morning to All: es decir, no inclu¨ªa ni la letra, ni tampoco la canci¨®n Happy Birthday. "Era nuestra principal reclamaci¨®n y el juez se ha mostrado de acuerdo", destaca Newman.

A partir de aqu¨ª la historia se vuelve extremadamente compleja para una canci¨®n tan sencilla. A la saz¨®n, la primera versi¨®n de Happy Birthday con la letra tal y como la conocemos hoy ya hab¨ªa aparecido en 1911 en un libro titulado The Elementary Worker and his Work, y registrada por otros autores, como recuerda The Guardian. Y a principio de los a?os treinta empez¨® a sonar en varias pel¨ªculas y en los teatros, aumentando su fama. De ah¨ª que cuando Patty Hill quiso ganar su trocito de un pastel que ella misma hab¨ªa cocinado ya fue demasiado tarde: la maestra no hab¨ªa llegado a registrar la canci¨®n y sus reivindicaciones tard¨ªas pod¨ªan ser, seg¨²n el juez, "un intento ad hoc y a posteriori de atribuirse una letra que se ha vuelto ya m¨¢s famosa y popular que la que ella escribi¨® para la melod¨ªa original". De hecho, King pone en duda en su fallo que las Hill sean las autoras tambi¨¦n de la letra de Happy Birthday.

¡®Happy Birthday¡¯: de una guarder¨ªa de Kentucky al mundo entero

De todos modos, el juez s¨ª est¨¢ seguro de que Clayton F Summy Co. no se adue?¨® de ning¨²n derecho sobre la letra y la melod¨ªa de la canci¨®n. M¨¢s tarde, el supuesto copyright pas¨® a la compa?¨ªa sucesora de Summy Co., Birch Tree Group, que fue a su vez adquirida por Warner/Chappell, una divisi¨®n de Warner Music, en 1988. Mientras, el tel¨¦fono descacharrado del paso del tiempo y los intereses millonarios cambiaron la historia: Warner empez¨® a cobrar una cantidad en concepto de derechos de autor por el uso de la letra de la canci¨®n que el juez calcula en 1,8 millones de euros al a?o. El total, a lo largo de las m¨¢s de dos d¨¦cadas, supera los 50 millones.

"Vamos a intentar recuperar ese dinero", tercia Newman, aunque no aclara a d¨®nde ir¨ªa destinado. Entretanto, la propia Warner/Chappell tambi¨¦n se mantiene a la espera. Un portavoz declar¨® a Los Angeles Times: "Estamos estudiando las motivaciones de la sentencia y examinando nuestras opciones". En principio, la compa?¨ªa tiene margen para recurrir el fallo pero deber¨ªa se?alar cuanto antes al juez su intenci¨®n de presentar alegaciones: la prensa estadounidense subraya que a¨²n no ha aclarado si piensa hacerlo.

Hay unos cuantos interrogantes m¨¢s que quedan abiertos. Robert Brauneis, un profesor de derecho de la Universidad George Washington que ha estudiado durante a?os la odisea de la canci¨®n, ha declarado: "Si las hermanas Hill no cedieron los derechos a Summy Co., ?es posible que haya alguien m¨¢s que los posea?". Y el propio Newman lanza otra cuesti¨®n, a la que espera contestar pronto: "Hay muchas otras canciones que creo que pertenecen al dominio p¨²blico y mi equipo est¨¢ planeando recurrir tambi¨¦n esos copyrights. Tendr¨¢n que seguir pendientes, ya que de momento no pienso nombrar a qu¨¦ temas me refiero". A la espera de m¨¢s regalos musicales, ya se puede celebrar el primero: feliz cumplea?os, mundo.