Las chicas de la ¨²ltima fila

?Qu¨¦ buena pinta tiene Todo ir¨¢ bien desde el minuto uno! El trazo vigoroso de los personajes, tra¨ªdos limpiamente del natural y de un nicho social que puebla las ciudades pero escasea en los escenarios; el ritmo picado de los di¨¢logos y la pertinencia de lo que en ellos se dice; la valoraci¨®n de los silencios, sostenidos sin miedo alguno¡­, indican a las claras que la funci¨®n va a hacer honor al t¨ªtulo que Jos¨¦ Manuel Carrasco le ha puesto. Su joven autor y director ha escrito un vigoroso retrato dram¨¢tico, con luces c¨®micas, de esa porci¨®n enorme de una generaci¨®n hispana que, al cumplir la treintena, tiene como ¨²nico horizonte laboral probable el empleo peor remunerado del sector servicios.

Pilar, su protagonista, est¨¢ instalada en la incertidumbre, valga el ox¨ªmoron: carece de familia, de pareja y, desde hoy (d¨ªa de su cumplea?os), de empleo, porque el encargado del s¨²per, con el que mantiene una relaci¨®n sexual t¨®rrida pero sin afecto, la acaba de poner en la calle, so pretexto de que el negocio va mal. Pese a todo (y m¨¢s sola que la una), sale a celebrarlo y conoce a un chico, al que le propone relaciones sexuales, antes de caerse redonda, borracha y con sobredosis de lorazepam. Alrededor de Pilar, de su amiga Carmen (cartera que cuida de su hermano y de su padre, viudo); de Luis, el malhadado gal¨¢n que la lleva a urgencias; de Miguel, el encargado (otro pobrecito, aunque con chapa de autoridad) y de las circunstancias netamente dram¨¢ticas que envuelven sus vidas, Carrasco hilvana una comedia inspirada, donde los caracteres y la pr¨¢ctica totalidad de las situaciones est¨¢n admirablemente observados.

La direcci¨®n del propio autor hace honor a su escritura ¨¢gil e incisiva y la interpretaci¨®n del cuarteto protagonista tiene swing de vodevil. Laura Barcel¨® impregna de ingenua humanidad a Carmen, la amiga abnegada, incapaz de quererse bien; el turbador Miguel de Juan D¨¢vila tiene una violencia suburbial latente, pero dome?ada por su necesidad de no salirse del carril que encontr¨® a campo traviesa; Ignacio Mateos le imprime a Luis una ternura y una determinaci¨®n veraces, con un sentido del humor en el que se entreveran los de Cipri Lodosa y Carlos Chamarro, y Pilar Berg¨¦s, sin que le tiemble el pulso y sin sacar a la protagonista de su eje, le hace dar giros emocionales de 180 grados.

Caudalosa y llena de r¨¢pidos en el nivel fre¨¢tico pero titilante en la superficie, Todo ir¨¢ bien, comedia con carga de profundidad que est¨¢ llenando con su tir¨®n formidable la sala peque?a del Lara en horario matinal de nueva implantaci¨®n, se redondear¨ªa del todo si su autor justificara m¨¢s afinadamente la decisi¨®n postrera de Carmen. Poca pega esta para tan buen rato, pasado con fundamento.