Phil Woods, el mensajero de Dios
Hac¨ªa menos de un mes que hab¨ªa anunciado su retirada de los escenarios
¡°Dicen que Charlie Parker era Dios. En ese caso, yo soy su mensajero¡±. El m¨¢s parkeriano de todos los saxofonistas parkerianos de la historia, falleci¨® el pasado martes 29 de septiembre, a los 83 a?os de edad. Seg¨²n ha declarado su antiguo compa?ero de filas, el baterista Bill Goodwin, Woods se fue ¡°a su manera¡±, tras interrumpir el tratamiento m¨¦dico al que estaba siendo sometido despu¨¦s de que se le diagnosticara un enfisema. Hac¨ªa menos de un mes que hab¨ªa anunciado su retirada de los escenarios.
Philip Wells Woods hab¨ªa nacido un 2 de noviembre de 1931, en la localidad de Springfield, Massachusetts: ¡°desde los 12 no recuerdo haber deseado otra cosa que tocar el saxof¨®n¡±. Su primer profesor particular le hizo descubrir a Johnny Hodges y Benny Carter, que se convertir¨¢ en su primer ¨ªdolo. Hasta el d¨ªa en que Charlie Parker se cruz¨® por su camino: ¡°ese d¨ªa cambi¨® mi vida¡±.
Trasladado a Nueva York, el joven disc¨ªpulo va a tener la oportunidad de tratar a fondo a su ¨ªdolo: ¡°una noche me pidi¨® prestado el saxo para un bolo, y yo estaba ah¨ª, sentado en la primera fila, mientras ¡°Dios¡± tocaba con mi saxof¨®n¡¡± en alg¨²n su p¨¢gina web, el saxofonista alto reconoc¨ªa haber consumido el tipo de sustancias a las que tan aficionados eran los boppers, y que tanto hicieron por asentar su leyenda. Algo que, para Woods, era una aut¨¦ntica maldici¨®n: ¡°los medios de comunicaci¨®n solo hablan de si Parker se drogaba¡ es lo que ocurre cuando alguien se muere siendo joven. Es la mejor de las historias, la historia de un genio torturado y drogadicto, solo que ese individuo fue mi amigo, y era una persona encantadora. Le conoc¨ª cuando ten¨ªa 15 a?os, toqu¨¦ con ¨¦l a los 24, viv¨ª con ¨¦l, pase¨¦ las calles junto a ¨¦l, compartimos un pastel de cerezas en la Calle 52... yo s¨ª puedo decir que conozco el trasfondo de la historia¡±.
En 1955, Woods contrajo matrimonio con la viuda de Charlie Paker, Chan Parker, convirti¨¦ndose en el padrastro de los 3 hijos del matrimonio, Kim, cantante de jazz; Baird y Pree, fallecido de neumon¨ªa en plena juventud. Mientras tanto, su carrera tomaba un camino incierto: ¡°con 26 a?os, no sab¨ªa lo que estaba haciendo. Lo ¨²nico que quer¨ªa es tener una big band, aunque no sab¨ªa por qu¨¦¡±. Woods pasar¨ªa, sucesivamente, por las formaciones de Dizzy Gillespie ¨Cuna opci¨®n obvia para un parkeriano-, Quincy Jones y Benny Goodman. Despu¨¦s de haber tocado con ¡°Dios¡±, todo le parec¨ªa poco; tambi¨¦n el pa¨ªs en el que hab¨ªa nacido y que tan reacio se mostraba a reconocer su talento: ¡°es duro ser un artista en Am¨¦rica¡±, sentenciaba por entonces. Dicho y hecho, en 1968, el saxofonista traslad¨® su residencia a Par¨ªs, donde crear¨ªa su European Rhythm Machine junto a 3 j¨®venes valores del jazz continental: el pianista Gordon Beck; Henri Texier, al contrabajo; y Daniel Humair, a la bater¨ªa. Por una vez, Woods bordeaba los l¨ªmites de un jazz que se alejaba de la estricta est¨¦tica del bebop. Por poco tiempo. A su regreso a los Estados Unidos, en 1972, el saxofonista volver¨ªa sobre sus pasos, en su doble condici¨®n de parkeriano de pro y eventual m¨²sico de sesi¨®n: ¡°no me canso de tocar la m¨²sica de Charlie Parker, del mismo modo que nadie se cansa de tocar a Mozart¡±. En 1986, se present¨® en el Teatro Alcal¨¢ madrile?o al frente de su cuarteto, elegido en todas las encuestas como ¡°el mejor grupo de jazz peque?o del mundo¡±. Un inoportuno apag¨®n en medio de la actuaci¨®n a punto estuvo de dejarnos a los all¨ª presentes con la miel en los labios; por d¨®nde, el saxofonista prosigui¨® con su actuaci¨®n como si nada. ¡°Cada nota le sale redonda, potente y lustrosa como el berrido de una Madonna¡±, escrib¨ªa Jos¨¦ Ram¨®n Rubio en estas mismas p¨¢ginas. ¡°Es una sonoridad orgullosa, que se contempla a s¨ª misma y se r¨ªe de verse tan bella en el espejo¡±.
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