Un mundo a punto de derrumbe
Jos¨¦ Ovejero construye en ¡®Los ¨¢ngeles feroces¡¯ una par¨¢bola de una ciudad hostil
Una muchacha muy delgada contempla desde la ventana de un rascacielos las llamas de un edificio que est¨¢ enfrente. Detr¨¢s de ella, un amigo la contempla enmarcada por el fuego. Esa potente imagen es con la que empez¨® a imaginar el escritor Jos¨¦ Ovejero (Madrid, 1958) su nueva novela, Los ¨¢ngeles feroces (Galaxia Gutenberg). Siempre interesado en nuevos territorios narrativos, Ovejero describe en su libro una ciudad hostil, ca¨®tica, de frecuentes apagones, edificios abandonados y seres ego¨ªstas, una jungla de hormig¨®n en la que nada funciona. Sin embargo, la protagonista, Alegr¨ªa, es un ser ¨²nico, una joven que ni enferma ni envejece gracias a su especial sangre.
"Es un mundo con algunos resquicios de humanidad, no es una novela tan desesperanzada", dice Ovejero, poeta, ensayista y cuentista. Alegr¨ªa simboliza "lo que veo en los j¨®venes de hoy, en los que convive la violencia y la ingenuidad; con una rabia compartida. Creo que toda buena novela conecta con el inconsciente de su ¨¦poca".
El escritor etiqueta su obra de "distop¨ªa del presente"
Cuando llega el momento de definir su novela, Ovejero opta por etiquetarla como una "distop¨ªa del presente", el reverso de un mundo ut¨®pico, que no es nuevo en la literatura ¡ªya hubo ejemplos en el siglo XIX, y 1984, de Orwell, y Farenheit 451, de Bradbury, quiz¨¢s sean los mejores paradigmas¡ª y resurge despu¨¦s de los periodos de brutales crisis colectivas que, en en el caso actual, viene acompa?ado de la continua exposici¨®n de las redes sociales. El autor de La invenci¨®n del amor (premiada con el Alfaguara en 2013) profundiza en esta teor¨ªa: "La literatura est¨¢ intentando hacer novela social contando un futuro dist¨®pico, como renegando un poco del realismo. Los autores dicen: ¡®Lo que sucede en la realidad no lo puedo contar, pero me invento un mundo para contar este".
Ovejero asegura que nada de lo que cuenta en Los ¨¢ngeles feroces "es inexistente". "Pero yo lo condenso en un lugar. He creado una atm¨®sfera dist¨®pica de un mundo en descomposici¨®n". Un mundo con seres como C¨¢stor, un pol¨ªtico dispuesto a cualquier cosa por lograr la sangre de Alegr¨ªa. El escritor engarza su pol¨ªtico de ficci¨®n con la realidad sufrida en Espa?a los ¨²ltimos a?os: "Hay movimientos esperanzadores, como el de antidesahucios, pero creo que el sistema es cada vez m¨¢s brutal por la creciente divisi¨®n entre los que tienen seguridad e ingresos y los marginados. Y ya ni siquiera confiamos en que estos se puedan reintegrar. En Espa?a, tras la crisis ha aumentado el n¨²mero de ricos y pobres, todos vienen de la clase media".
Final en cl¨ªmax
En esta novela de m¨¢s de 400 p¨¢ginas el final es en cl¨ªmax. A Ovejero le gust¨® "la idea de acabar en la m¨¢xima tensi¨®n, de dejar una sensaci¨®n de intranquilidad en el lector y que este se imagine c¨®mo sigue". Pensando en el nuevo tipo de lector, "con el que hay m¨¢s posibilidades de comunicaci¨®n", Ovejero ha escrito varios cap¨ªtulos m¨¢s y un final alternativo disponible en su web y en la de la editorial, lo que llama bonus tracks. "Al lector hay que tratarlo como alguien inteligente y le exijo un poquito de participaci¨®n: mi libro no encaja en la literatura basura, esa que se consume sin atenci¨®n".
Este planteamiento no le lleva a esquivar la cuesti¨®n material de la literatura. Ovejero reconoce que si fuera solo por los derechos de autor "ni loco" podr¨ªa vivir de su oficio, pero los numerosos premios que ha ganado s¨ª se lo permiten: el Primavera de Novela 2005 por Las vidas ajenas, el Anagrama de Ensayo en 2012 por La ¨¦tica de la crueldad, o el ya mencionado Alfaguara son solo tres ejemplos. No obstante, "hoy el p¨²blico es m¨¢s desconfiado con los premios, y a menudo con raz¨®n, porque hay veces que se busca premiar un autor, no una obra".
Por ¨²ltimo, el autor se manifiesta sobre un tema que picotea la realidad literaria de manera recurrente: las acusaciones de plagio vertidas por los herederos del m¨²sico Prok¨®fiev sobre la periodista Reyes Monforte, ganadora del Premio de Novela Hist¨®rica Alfonso X el Sabio. "La influencia en los escritores ha existido siempre, aunque sea de forma inconsciente, y el riesgo de acercarte demasiado a esa influencia est¨¢ ah¨ª. La l¨ªnea divisoria es confusa. ?Pero por qu¨¦ no va a hacer la literatura como la m¨²sica y la pintura y beber de lo que ya hay?, se pregunta. "Distinto es copiar de otro y hacerlo tuyo, porque adem¨¢s, con los medios actuales, tarde o temprano se va a saber. Sin embargo, creo que no deber¨ªa ser punible el plagio. La idiotez no debe ser punible".
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