El desaf¨ªo independentista
Cada vez m¨¢s catalanes piensan que ya no tienen nada que negociar con Espa?a, salvo la forma de irse
Durante muchos a?os, la opci¨®n independentista en Catalu?a nunca super¨® el 15% de los votos y en muchas ocasiones se qued¨® por debajo del 10%. La tormenta perfecta que ha llevado a las candidaturas independentistas a alcanzar el 48% el 27-S comenz¨® a gestarse en la segunda legislatura de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Con la mayor¨ªa absoluta, el PP emprendi¨® una ofensiva legislativa que los nacionalistas consideraron un intento de reinterpretar la Constituci¨®n en sentido recentralizador por la v¨ªa de limar competencias auton¨®micas a trav¨¦s de las leyes org¨¢nicas. La permanente conflictividad competencial llev¨® a las fuerzas pol¨ªticas catalanas a plantear una revisi¨®n del Estatuto.
La iniciativa cont¨® con el apoyo del Gobierno de Rodr¨ªguez Zapatero. El nuevo Estatut fue aprobado en 2005 por el Parlamento catal¨¢n y en 2006 por las Cortes espa?olas tras someter el texto a una considerable rebaja. Con todo, fue aprobado en refer¨¦ndum con el 73,9% de los votos. El no que preconizaba ERC obtuvo el 20,7%. Ese partido era el ¨²nico que entonces defend¨ªa la independencia, y en las siguientes auton¨®micas de 2010 apenas logr¨® el 6,95% de los sufragios. ?C¨®mo es posible que cinco a?os despu¨¦s el independentismo haya experimentado tan mete¨®rica ascensi¨®n? El detonante fue la sentencia del Tribunal Constitucional que rebaj¨® de nuevo el Estatut que los catalanes ya hab¨ªan refrendado. La sentencia era consecuencia de un recurso del PP, que quiso ganar por v¨ªa jur¨ªdica lo que hab¨ªa perdido en la pol¨ªtica y protagoniz¨® descaradas maniobras para retrasar la renovaci¨®n del Constitucional y garantizar una mayor¨ªa af¨ªn a sus posiciones.
El independentismo ha sido para muchos j¨®venes la utop¨ªa disponible, una causa ilusionante por la que luchar
La primera manifestaci¨®n de protesta, con el presidente Montilla al frente, reuni¨® a un mill¨®n de personas. Y as¨ª, en cada Diada se ha subido la apuesta. Con el PP de nuevo en el Gobierno, la din¨¢mica de confrontaci¨®n no ha hecho sino agravarse, pero lo que ha permitido al independentismo dar el gran salto es que Converg¨¨ncia ha emprendido bajo el liderazgo de Artur Mas un viraje soberanista inimaginable hace solo cinco a?os, cuando CiU pactaba con el PP los presupuestos de la Generalitat. La crisis econ¨®mica ha hecho el resto. El independentismo ha sido para muchos j¨®venes la utop¨ªa disponible, una causa ilusionante por la que luchar. Y los agravios de Madrid, la gran coartada de Mas para no tener que rendir cuentas de su obra de gobierno ni dar explicaciones por los casos de corrupci¨®n. Ahora, Catalu?a est¨¢ divida en dos respecto a la independencia. El problema es que cada vez m¨¢s catalanes piensan que ya no tienen nada que negociar con Espa?a, salvo la forma de irse. A¨²n no son mayor¨ªa, pero lo ser¨¢n si no se abre un proceso negociador. Pero son muchos tambi¨¦n los que piensan que, en realidad, muchos catalanes no quiere independizarse de Espa?a, sino del PP.
Milagros P¨¦rez Oliva?es periodista de EL PA?S.
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