La peruana Paredes ¡®instalada¡¯ en Madrid
'Oyendo con los ojos' es una amplia muestra de las ¨²ltimas creaciones de la artista, que llega a la ciudad tras el cierre de la Feria Estampa donde Per¨² fue el pa¨ªs invitado
Cecilia Paredes (Lima, 1950) es un secreto cham¨¢n, una mujer, una artista. Alguien que te hace ver y o¨ªr, camuflada entre otras formas. No se trata de un ser a la defensiva, ni tampoco de una amenaza. Su obra propone un viaje por la selva de la vida. Una intensa experiencia mental y sensorial a trav¨¦s del arte. Es lo que sucede si uno ingresa en el gran edificio industrial, semiabandonado y en penumbra, donde se expone su obra y va andando por las distintas estancias, predispuesto al asombro.
Pongamos nombres: el espacio es Tabacalera Espacio de Arte, en Madrid. La exposici¨®n antol¨®gica se titula Oyendo con los ojos. Instalaciones, fotograf¨ªas performativas, esculturas. Quiz¨¢ la mayor muestra dedicada a un artista peruano en Espa?a.
Ucayali (2015) es una instalaci¨®n sonora y alude al gran r¨ªo andino que da fuerza al r¨ªo Amazonas al unir sus cauces. Es sentir el fragor de un torrente en la noche, conseguido con palos de lluvia ¨Cun instrumento musical- en movimiento. S¨ª, es la entrada a la selva. Pero no se ve.
El recorrido incluye las fotograf¨ªas de la artista mimetizada con animales o seres mitol¨®gicos, fundida en ornamentos florales
Hay objetos que brillan en la oscuridad, como las barcas luminosas y fantasmales de Migraci¨®n (2015), la ruta de cristales como l¨¢grimas suspendidas (El r¨ªo que fluye dentro, 2010-2015), o La culpa (2010-2015), escultura luminosa y et¨¦rea. Brilla de otra manera Habitaci¨®n (2019), planchas flexibles de cobre tejido que aluden al cuarto del rescate del inca Atahualpa y tambi¨¦n, visualmente, a las esteras con las que construyen sus primeras chozas los migrantes peruanos del campo a la ciudad.
Una especie de red de coral y cera est¨¢ suspendida desde el techo (Manto, 2012-2015) y un mural, que es una serpiente emplumada, rinde homenaje a los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos de Ayotzinapa (Quetzalcoatl, 2015). Est¨¢ tambi¨¦n El vuelo (2015), un ¨¢rbol con vestiditos hechos de plumas de aves dom¨¦sticas. Hay espacios para el dolor y la esperanza como el representado por las piezas Plegaria (2013) y Deseo (2015). Otro mural de papel recortado representa una enredadera con flores de todo el mundo (All together now, 2015).
El recorrido incluye las fotograf¨ªas de la artista mimetizada con animales o seres mitol¨®gicos, fundida en ornamentos florales. Ornamentos que a su vez quedan camuflados entre la pintura desconchada de las paredes de la sala. La naturaleza y su imitaci¨®n abren un juego de desdoblamiento y ocultaci¨®n que nos acecha con su inocencia. Son los ojos que nos siguen.
Cecilia Paredes no es solo de Per¨²: ha vivido en M¨¦xico, Costa Rica y ahora en Estados Unidos. Es migrante y observadora desde su escondite. Una exposici¨®n con un imprevisible desarrollo, muy recomendable.
Al tratar la actualidad del arte peruano, dentro y fuera de las fronteras del pa¨ªs, vale la pena comentar adem¨¢s de la exposici¨®n de Cecilia Paredes, la propuesta que se vio hace unas semanas en la Feria Estampa de Madrid, que cont¨® con Per¨² como pa¨ªs invitado. Lo cierto es que qued¨® algo deslucida a pesar del inter¨¦s de los artistas. Quiz¨¢ porque, en un espacio intencionadamente despojado, la apuesta por obras de un formato m¨¢s ¨ªntimo, como es el dibujo ¨Cal que se dio preeminencia-? daba la impresi¨®n general casi de blanco sobre blanco. Esa delicadeza de la obra sobre papel en una feria cargada de "piezas-reclamo" de las galer¨ªas, rebajaba la temperatura.
En todo caso, dicha muestra, comisariada por Carlo Trivelli, tuvo el acierto de presentar una serie de artistas con propuestas s¨®lidas. Se podr¨ªa decir que hubo dos ejes, el de la reflexi¨®n en torno al paisaje, ruina y regeneraci¨®n, y, del otro lado, el del terreno social, hist¨®rico y pol¨ªtico.
El dibujo hace el juego a la "verdad" fotogr¨¢fica en trabajos como los de Blasi Isasi-Edi Hirose, Gabriel Alayza y Elisenda Estrems ¨Cdonde la naturaleza interpela al hombre-, mientras Pablo Patrucco y Natalia Revilla lo trabajan sobre las ideas de historia y reinterpretaci¨®n. En contraste, los bordados de Ana Teresa Barboza liberan el paisaje desde los dos lados de la ventana.
Dos pesos pesados de distintas generaciones y trayectorias, quedan en relieve a trav¨¦s de sus m¨¦todos de trabajo. Por un lado, la interesante recuperaci¨®n del veterano Jes¨²s Ruiz Durand y la construcci¨®n de su iconograf¨ªa -contrastando las fotos originales en las que bas¨® y su uso en el dise?o gr¨¢fico- pon¨ªan la ¨¢cida nota pop al argumento pol¨ªtico, al eco del cual se incluy¨® quiz¨¢ el potente trabajo de Mar¨ªa Mar¨ªa Acha-Kutscher de su serie Indignadas. Por otro, el m¨¢s relevante artista peruano en la actualidad, Fernando Bryce, pone al descubierto, mediante el dibujo, las estrategias de comunicaci¨®n de los estamentos del poder o la ideolog¨ªa. Nada es lo que parece.
Cecilia Paredes.? Comisarios: Alejandro Castellote y Blanca Berl¨ªn. Tabacalera Espacio de Arte, Madrid. Hasta el 17 de enero.
Me gusta m¨¢s ciento volando y ni uno en la mano. Cecilia Paredes. Galer¨ªa Blanca Berl¨ªn, Madrid. Hasta el 11 de diciembre.
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