El talento multifuncional de Max Bill
La Fundaci¨®n Juan March dedica al artista suizo su primera gran retrospectiva en Espa?a
Arquitecto, pintor, escultor, pedagogo, ensayista, editor, dise?ador. Parece no haber ninguna actividad creativa que le haya sido ajena a Max Bill (Winterthur, 1908- Berl¨ªn, 1994), un artista de culto cuya polifac¨¦tica actividad no es suficientemente conocida por el gran p¨²blico pese a que algunos de sus dise?os industriales (como sus relojes o taburetes) formen parte indisoluble de nuestra vida cotidiana. La Fundaci¨®n Juan March inaugura este s¨¢bado en su sede madrile?a (hasta el 17 de enero) la primera gran retrospectiva que se le dedica en Espa?a con 170 obras y documentos cedidos por instituciones p¨²blicas y privadas europeas y americanas con la intenci¨®n de ofrecer una visi¨®n actualizada de la obra del artista suizo y de su significado para las artes pl¨¢sticas, la arquitectura y el dise?o.
El cuadrado como forma y el colorido m¨¢s salvaje predominan en el recorrido de la exposici¨®n de un artista que se atrevi¨® con todas las disciplinas y con el concepto de divisi¨®n de g¨¦neros en el arte. En la pintura fue militante del llamado arte concreto, esa forma de expresi¨®n en la que el espectador no puede adivinar el origen inspirador del cuadro, porque este procede, exclusivamente de la imaginaci¨®n y la fantas¨ªa del artista. Lo suyo es un juego creado solo para el disfrute de los sentidos. En palabras de Javier Gom¨¢, director de la Fundaci¨®n Juan March, lo de Max Bill es una aut¨¦ntica fiesta de las formas. Pero advierte de que no hay que quedarse solo con su pintura. ¡°Es como hacer una antol¨®gica de Goethe solo con su poes¨ªa. No tendr¨ªa sentido. En el caso de Bill, la abstracci¨®n ser¨ªa la primera de las muchas etiquetas que habr¨ªa que adjuntar a su obra¡±.
Javier Gom¨¢ a?ade que la obra de Bill mantiene una indiscutible actualidad y recuerda que su peso ha sido y sigue siendo determinante en la arquitectura espa?ola por su influjo en las corrientes geom¨¦tricas latinoamericanas, una pista que la Fundaci¨®n Juan March ya tuvo ocasi¨®n de seguir y mostrar en la exposici¨®n Am¨¦rica Fr¨ªa. La abstracci¨®n geom¨¦trica en Latinoam¨¦rica, 1934-1973.
Manuel Font¨¢n del Junco, director de exposiciones, ha organizado la exposici¨®n junto al hijo del artista, Jacob Bill, cuidador del legado de su padre y tambi¨¦n artista concreto.
Cuadros geom¨¦tricos
Entre cuadros geom¨¦tricos y coloristas, esculturas met¨¢licas relucientes, carteles, p¨¢ginas de libros, mobiliario y peque?os objetos, el visitante descubre que la primera actividad creativa de Max Bill estuvo ligada a la orfebrer¨ªa. En 1927 y entr¨® en la Bauhaus, la m¨ªtica Escuela de Dise?o, Arte y Arquitectura, fundada en 1919 en Weimar por Walter Gropius. All¨ª prendi¨® en ¨¦l el deseo de enfrentarse al arte de una forma total y aqu¨ª tambi¨¦n inici¨® algunas de sus grandes amistades con otros artistas de su generaci¨®n, como Joseph Albers.
Con profesores como Paul Klee, Vasili Kandinsky y Oskar Schlemmer su multitalento ya no conoci¨® freno. En 1930 fund¨® su propio estudio de arquitectura. En 1931 dej¨® de lado su paso por el cubismo y el dada¨ªsmo para sumarse al grupo de los artistas concretos. Poco despu¨¦s se lanz¨® a la escultura y en 1944 se atrevi¨® a entrar de lleno en el campo del dise?o industrial. Una de sus piezas m¨¢s c¨¦lebres fue un reloj de aluminio creado para Junghans, firma para la que trabaj¨® durante varios a?os dise?ando relojes de pared, de cocina y de pulsera con estilo racionalista y est¨¦tica industrial. Una de estas obras forma parte de la colecci¨®n permanente del MoMA.
Por si todas estas actividades fueran poco, Bill tambi¨¦n se dedic¨® al dise?o y montaje de exposiciones. Preguntado en 1948 sobre lo que el p¨²blico pod¨ªa esperar al entrar en una sala, su respuesta fue esta. ¡°He llegado a la conclusi¨®n [¡] de que la mayor¨ªa de los visitantes esperan recibir una sensaci¨®n que exceda el ¨¢mbito de su vida cotidiana. La visita a una muestra es una ocasi¨®n para interrumpir la vida diaria con un d¨ªa de fiesta¡±.
Jakob Bill respondi¨® a la pregunta de Manuel Font¨¢n que hay quien se ha referido a su padre con el concepto medieval de homo universalis. Estaba puntualmente informado de lo que ocurr¨ªa en todos los ¨¢mbitos art¨ªsticos que cultivaba.
Consejo al hijo, tambi¨¦n artista: ¡°Busca una segunda profesi¨®n¡±
Muy parecido f¨ªsicamente al padre, a juzgar por los retratos de ¨¦poca incluidos en la exposici¨®n, Jakob Bill (1942, Zurich) es un hombre entregado a preservar el legado de su famoso progenitor a trav¨¦s de la Fundaci¨®n Max Bill y un artista que, pese al paso del tiempo del movimiento, sigue interesado por el concretismo.
?Qu¨¦ recuerdos conserva de la relaci¨®n con su padre? ¡°Recuerdo sobre todo un consejo¡±, responde Jakob Bill. ¡°Siempre insisti¨® en que, aunque me dedicara al arte, tuviera una segunda profesi¨®n con la que garantizarme la vida. Le hice caso. Estudi¨¦ y me dediqu¨¦ a la arqueolog¨ªa. Su idea era que uno s¨®lo tiene libertad para hacer lo que realmente desea cuando tiene adem¨¢s un trabajo que le permite sobrevivir. Hoy estoy jubilado como arque¨®logo, pero sigo siendo artista. El consejo me pareci¨® muy bueno. De hecho, tambi¨¦n inculqu¨¦ esta idea a mi hijo David, escultor y representante de la tercera generaci¨®n de la familia Bill¡±.
Sobre la relaci¨®n con otros artistas pr¨®ximos a su padre, Jakob Bill menciona a Josef Albers, profesor y amigo, que en 1933 emigr¨® a Estados Unidos despu¨¦s de que los nazis clausuraran la Bauhaus donde ¨¦l impart¨ªa clases. ¡°Mi padre y Albers se carteaban a menudo. Le invit¨® a impartir alguna conferencia en la Black Mountain College, en Carolina del Norte, donde era profesor. Creo que incluso coincidieron en un viaje a Per¨². S¨¦ que el arte latinoamericano era uno de los temas que m¨¢s inter¨¦s despertaba en ambos, pero no recuerdo mucho m¨¢s¡±.
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