Que puedas seguir leyendo y escribiendo, Savater
¡®Aqu¨ª viven leones¡¯, escrito junto a Sara Torres, recrea una ¨¦poca de plenitud. Es su libro, el recuerdo de cuando todo funcionaba de acuerdo con lo mejor de la vida
Estaba avisado por Borja Hermoso, que entrevist¨® para este peri¨®dico a Fernando Savater y en la que hablaban de su ¨²ltimo libro Aqu¨ª viven leones, realizado junto a su mujer Sara Torres, fallecida en el mes de abril e ilustrado cada cap¨ªtulo por varias p¨¢ginas de c¨®mic, que la larga conversaci¨®n estuvo marcada por la consecuente e inconsolable tristeza, pero que eso no evit¨® que Savater fuera un mod¨¦lico anfitri¨®n, que trasegaran txakoli y otros alcoholes que alivian y ofrecen placer. Pero eso no evit¨® que al leer el titular de esa entrevista sintiera un escalofr¨ªo, dolorosa comprensi¨®n, excesiva identificaci¨®n emocional. Dec¨ªa as¨ª: ¡°Mi vida es como la de los ni?os peque?os, comer, dormir y llorar¡±. Y a?ad¨ªa: pero lo ¨²nico que me sigue apeteciendo de verdad es leer. Y pensando en su perdida y en su desolado estado an¨ªmico me dije que al n¨¢ufrago aun le quedaba una tabla de salvaci¨®n, que la vida o la supervivencia siguen latiendo si todav¨ªa puede concentrarse en su goce ancestral.
Este escritor, fil¨®sofo, articulista, personaje llamado Savater representa para mucha gente todo eso y m¨¢s. Es un g¨¦nero, una marca con eterna capacidad de adicci¨®n llamada Savater, alguien cuya firma implica que persigamos y devoremos todo en lo que aparezca ella, incluido su amado universo de los caballos y las carreras, aunque yo jam¨¢s haya pisado un hip¨®dromo, o que disienta de vez en cuando de las opiniones pol¨ªticas con las que antes siempre estaba de acuerdo. Me da igual. Su admirable obra y su pensamiento feroz o racionalmente libre, su deslumbrante estilo expresivo para hablar de las personas y las cosas, la seducci¨®n de esa prosa, su valent¨ªa moral (tambi¨¦n f¨ªsica, debe ser muy jodido haber pasado d¨¦cadas rodeado de guardaespaldas porque los barbaros han puesto precio a tu privilegiada cabeza, o estar a punto del enfrentamiento f¨ªsico cuando otros salvajes, estos sin pistolas, pretend¨ªan reventar una conferencia de Octavio Paz en una universidad y cerrar aquella voz tan sabia), su inagotable cultura y su generosidad para difundirla entre los lectores, para descubrirnos a escritores que formaran parte de nuestro Olimpo y nuestra Arcadia hasta el final, la sensaci¨®n de que este hombre siempre ha sido de verdad y jam¨¢s se ha apuntado a las conveniencias, consiguen la incondicionalidad a sus textos por parte de muchas personas que nunca podremos pagarle la deuda por todo lo que nos ha regalado.
En Aqu¨ª viven leones, Savater y Sara Torres viajan a los lugares donde transcurri¨® la existencia de escritores que aman, las casas de su nacimiento, a sus tumbas, a la geograf¨ªa f¨ªsica y emocional
Yo le descubr¨ª mediados los 70 con un art¨ªculo asombroso, a contracorriente de cualquier moda, que se titulaba ¡®La cultura como forma de hast¨ªo¡¯ y que public¨® la revista Cuadernos para el di¨¢logo. Y busqu¨¦ con ansia sus libros. Creo que en aquel momento solo hab¨ªa escrito Nihilismo y acci¨®n, Apolog¨ªa del sofista y otros sofismos y Ensayo sobre Cioran. Y me hicieron pensar, por supuesto, y me removieron, y supe que esa voz era genuina y ¨²nica, pero el enamoramiento absoluto me lleg¨® con La infancia recuperada, hablando de lo que amaba, de esos autores, mitos, leyendas que hab¨ªa hecho m¨¢s feliz su existencia. Habr¨¢ lectores savaterianos a los que les cambiara la vida (para bien) con libros trascendentales como Panfleto contra el Todo, La tarea del h¨¦roe, Contra las patrias y?tica para Amador. Me gustan mucho, pero si hubiera un incendio en mi biblioteca seguro que intentar¨ªa salvar en primer lugar y con actitud ¨¦pica La infancia recuperada, Criaturas del aire, Ap¨®statas razonables y Misterio, emoci¨®n y riesgo. Y que me entierren con ellos. A cada uno su Savater. Hay para todos los gustos.
Y leo Aqu¨ª viven leones con la certidumbre de que entre todo lo que escrito y vivido este libro es algo especial para ¨¦l, que recrea una ¨¦poca de plenitud, de constatar que el esplendor en la hierba puede ser real, que nada puede ir a mejor en la sensaci¨®n que est¨¢s viviendo. A m¨ª me ocurri¨® una vez en el Bernab¨¦u. Viendo como Maradona creaba una obra de arte al marcar un gol, acompa?ado por una mujer que me hac¨ªa continuamente feliz y por mi colega del alma. Era imposible sentirse mejor que en aquel momento. Lo ten¨ªa todo, el amor, la amistad y el asombro ante un mago especial. Llegaron la muerte y la separaci¨®n. Pero aquel momento no lo olvidar¨¦ jam¨¢s. En Aqu¨ª viven leones, Savater y Sara Torres viajan a los lugares donde transcurri¨® la existencia de escritores que aman, las casas de su nacimiento, a sus tumbas, a la geograf¨ªa f¨ªsica y emocional en la que se inspiraron sus historias, crearon a sus personajes, fueron desdichados o dichosos. O ambas cosas. La exhaustiva documentaci¨®n la aportaba Sara Torres, imagino que su c¨¢mara tambi¨¦n hac¨ªa las fotos. Y Savater escribe los textos. Todo lo que sabe, acaba de descubrir, intuye e imagina sobre Shakespeare, Valle¨CIncl¨¢n, Leopardi, Flaubert, Poe, Zweig, Reyes, Christie. Y los hace revivir. Y tambi¨¦n aparece con expresi¨®n feliz. Debe ser m¨¢s que un libro para ¨¦l. Es su libro, el recuerdo de cuando todo funcionaba de acuerdo con lo mejor de la vida, de lo perdido.
Aqu¨ª viven leones. Fernando Savater y Sara Torres. Debate. Barcelona, 2015. 256 p¨¢ginas. 21,90 euros
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