Exotismo para mayor¨ªas
Llega a las salas 'Palmeras en la nieve', uno de los filmes espa?oles m¨¢s ambiciosos del a?o
Como en las m¨ªticas primeras l¨ªneas de Memorias de ?frica, el protagonista de Palmeras en la nieve, novela ¨¦xito de ventas de Luz Gab¨¢s que ha llevado a la pantalla Fernando Gonz¨¢lez Molina, tambi¨¦n podr¨ªa haber susurrado ¡°yo ten¨ªa una granja en ?frica...¡±, y encajar a la perfecci¨®n en el esp¨ªritu de la historia. Exotismo, nostalgia, Historia (con may¨²scula), romanticismo, tragedia. La comparaci¨®n no es balad¨ª porque da una idea de la que han montado: una de esas pel¨ªculas con ambiciones m¨¢s grandes que la vida, una superproducci¨®n ambientada en una ¨¦poca y un lugar extra?os (isla de Fernando Poo, Guinea Ecuatorial), de casi tres horas de duraci¨®n, sobre un tema apenas tratado en la literatura y el cine nacionales, el colonialismo durante la dictadura.
Cuando casi ni Hollywood fabrica ya este tipo de productos, el cine espa?ol se atreve. Bien por ah¨ª. Si no fuera porque las pretensiones se quedan (y cumplen con creces) en lo comercial, en la fachada, en la factura t¨¦cnica y, digamos, empresarial, pero no en los anhelos de calidad, en la trascendencia, en la complejidad. As¨ª que olviden la comparaci¨®n con Memorias de ?frica. Palmeras en la nieve, pel¨ªcula adaptada por Sergio G. S¨¢nchez (El orfanato, Lo imposible), es un best seller en im¨¢genes, con todo lo que ello conlleva.
¡°Pol¨ªtica en la mesa, no, por favor¡±, dice una mujer espa?ola de Fernando Poo en una comida con familia y amigos. S¨®lo le falta decir: ¡°Pol¨ªtica en una pel¨ªcula con aspiraciones comerciales, no, por favor¡±. Aqu¨ª lo que importa son los sentimientos m¨¢s b¨¢sicos, deseo, envidia, poder, expuestos como un torrente de pasi¨®n pero sin relevancia. Puntualmente, cayendo en un lacrimoso sentimentalismo; y otras, en un gratuito y sonrojante erotismo blando para mayor¨ªas (el polvo en la playa tras la cascada). Sin embargo, pese a su elefanti¨¢sica duraci¨®n, la narraci¨®n y el ritmo son muy dignos, y Gonz¨¢lez Molina demuestra, sobre todo teniendo en cuenta su juventud, un superlativo manejo de un artefacto con m¨²ltiples resortes: puesta en escena, control de los figurantes, de la acci¨®n y de los int¨¦rpretes, en un entorno peliagudo.
Babelia
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