Nochevieja en el camarote de los Marx

El t¨ªtulo de esta pieza ligeramente iconoclasta de finales de los setenta podr¨ªa haber sido el de una canci¨®n m¨¢s de Navidades radioactivas, regocijante elep¨¦ de villancicos gamberros donde Siniestro Total, Camaleones, N-634 y otros grupos, punkies de coraz¨®n, expresaron en 1982 su desacuerdo con el optimismo novorreinante en la Espa?a de la ¨¦poca. Pap¨¢ Noel es una mierda es un artefacto c¨®mico donde los actores autores de Le Splendid (reci¨¦n asentados por aquel entonces en el caf¨¦ teatro parisino del mismo nombre) crean situaciones jocosas, con un humor tirando a macabro, para burlarse del lenguaje y de los modales pol¨ªticamente correctos de la clase media francesa y de la madeja de relaciones emocionales t¨®xicas que acecha a la clase baja.

Sergio Mac¨ªas, director y autor de la versi¨®n, la ambienta en la Espa?a actual, pero como sus protagonistas, las circunstancias por las que atraviesan y el contexto social en que se mueven son muy franceses en el fondo, la comedia no acaba de naturalizarse. Tampoco los chistes, a caballo entre los de Goscinny y los de Lauzier, est¨¢n ejecutados con la precisi¨®n necesaria: la farsa cunde m¨¢s cuando se hace en serio y sin dejar pasar detalle. Un ejemplo: si los hermanos P¨¦skovich (un solo personaje en el original, bilocado aqu¨ª para darle papel a ?ngel Facio, director hist¨®rico de Goliardos) juegan al final un papel decisivo, determinado por una urgencia suya desatendida permanentemente por la pareja protagonista, ambos deber¨ªan de entrar en escena en cada ocasi¨®n con dicha urgencia a flor de piel. Pegas aparte, tiene gracia la espiral disparatada en la que se ven envueltos todos los personajes, hasta confluir en un grand-guignol apote¨®sico.