Trampantojo
El realismo, la vanguardia m¨¢s duradera del arte contempor¨¢neo, ha sido tambi¨¦n el instrumento usado por Franquelo para su alucinante pesquisa interior
El trampantojo (hermoso vocablo castellano hoy tambi¨¦n en desuso al aire de los tiempos, que aligera y pervierte el equipaje de las palabras, apocopando la precisa inteligencia de las cosas) signific¨®, seg¨²n El tesoro de la lengua castellana o espa?ola (1611), de Sebasti¨¢n de Covarrubias, nuestro primer diccionario, ¡°la trampa y enga?o que alguno nos hace en nuestra presencia y delante de nuestros ojos¡±; o sea: algo propio de un h¨¢bil prestidigitador, de un mago y hasta de un ratero de guante blanco. En cualquier caso, una derivaci¨®n posterior del trampantojo se aplic¨® tambi¨¦n al arte, de suyo una esmerada reproducci¨®n ilusionista de la realidad, y, en concreto, para definir, dentro del g¨¦nero pict¨®rico de los bodegones, aquellos cuyo verismo nos confund¨ªa hasta tener que palparlo.
El virtuos¨ªstico Franquelo presenta su mundo en fotograf¨ªas montadas sobre un bastidor de aluminio que se nos asemejan pinturas
Esta digresi¨®n viene al caso de haber visto la exposici¨®n del pintor Manuel Franquelo (M¨¢laga, 1953), titulada Cosas en una habitaci¨®n: una etnograf¨ªa de lo insignificante, en la sede madrile?a de la galer¨ªa Marlborough hasta el 9 de enero de 2016, en la que este virtuos¨ªstico pintor hasta lo maniaco ha presentado su mundo mediante fotograf¨ªas montadas sobre un bastidor de aluminio cubierto con una preparaci¨®n de carbonato c¨¢lcico, algo que, a sus seguidores, nos ha dejado perplejos. Nuestra perplejidad la ha resumido a la perfecci¨®n Ignacio G¨®mez de Lia?o, en uno de los textos que acompa?an al cat¨¢logo de dicha muestra, cuando afirma que los que pens¨¢bamos que sus cuadros parec¨ªan fotograf¨ªas, ahora ¨¦stas se nos asemejan pinturas. ?Cabe mayor trampantojo que esta reduplicaci¨®n verista! Como siempre el arte no deja de sorprendernos, pero no tanto o solo porque ha usado siempre con naturalidad cualquier medio de expresi¨®n disponible, sino porque, mediante esta v¨ªa aleatoria, siempre nos muestra, con mayor alacridad, el mismo universo simb¨®lico, que aumenta su fuerza precisamente cuando se anuncia como desvelamiento de lo insignificante.
En este sentido, dejando de lado lo que ha supuesto para algunos de nosotros su cambio de medio y de soporte, lo que, en definitiva, aqu¨ª interesa es c¨®mo ese troncamiento del temblor de la mano por una t¨¦cnica mec¨¢nica ¡°vitrificada¡± o ¡°higienizada¡± ha aumentado la plasmaci¨®n de su personal mundo. Porque, a la postre, lo que importa es si el sofisticado modo con que Franquelo usa ahora lo fotogr¨¢fico, ampl¨ªa e intensifica, en efecto, su expresivo avistamiento de lo real.
El realismo, la vanguardia m¨¢s duradera del arte contempor¨¢neo con las t¨¦cnicas y motivos simb¨®licos que se quieran, pues ensanch¨® el horizonte visual hasta lo min¨²scu?lo y lo insignificante, ha sido tambi¨¦n el instrumento usado por Franquelo para su alucinante pesquisa interior y as¨ª dar p¨¢bulo de s¨ª mismo a trav¨¦s de lo suyo, de las cosas que cotidianamente le rodean. Es impresionante lo que logra a trav¨¦s de este diapas¨®n ¨®ptico, que, a veces, le aproxima a la atomizaci¨®n de la materia de H¨¦rcules Seghers, Seurat o Klee; otras, a la cristalizaci¨®n prism¨¢tica de Mondrian; es decir: de todo lo visible, haz y env¨¦s. Una cumplida representaci¨®n. Pero en esta denodada fruici¨®n de lo min¨²sculo, Franquelo deja tambi¨¦n espacio para lo her¨¢ldico monumental, como en ese impresionante d¨ªptico, titulado Things in a room (Untitled*7) (2015), donde una arrugada cortina de tama?o natural, ensuciada por los avatares, se despliega en vertical como la trabajada vela de un buque fantasma errante. Y es as¨ª, como si nada, cuando nos enfrentamos a un presente, que arrastra todo el pasado, y a un pasado, ¨¢vido de porvenir. Precisamente ah¨ª habita el arte, ese trampantojo donde se amasa lo memorable del discurrir.
Cosas en una habitaci¨®n: una etnograf¨ªa de lo insignificante. Galer¨ªa Marlborough. Madrid. Hasta el 9 de enero.
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