La Zaranda cambia Andaluc¨ªa por Madrid

¡°Se acab¨®. No queremos estar donde no se nos quiere. Nos vamos de Andaluc¨ªa¡±. Francisco S¨¢nchez, conocido como Paco de La Zaranda, es tajante al explicar el nuevo rumbo de su compa?¨ªa. ¡°Llevamos 38 a?os trabajando en Jerez, hemos actuado en m¨¢s de 50 pa¨ªses, pero en Andaluc¨ªa solo nos contratan cinco o seis funciones. El a?o pasado llegamos casi a la quiebra por retrasos en cobros y no conseguimos ninguna ayuda. ?Para qu¨¦ m¨¢s miramientos? Ya basta de quejas. Se acab¨®¡±, insiste. Los papeles ya est¨¢n preparados para el cambio administrativo. La Zaranda, que durante casi cuatro d¨¦cadas ha paseado por medio mundo el apellido Teatro Inestable de Andaluc¨ªa la Baja, se traslada a Madrid.

La mudanza no es solo f¨ªsica. Coincide con el estreno en el Teatro Espa?ol de Madrid de su nuevo espect¨¢culo, El grito en el cielo, con el que de esta compa?¨ªa de culto, que arrastra devotos seguidores desde su m¨ªtico Vinagre de Jerez (1989), ha cambiado tambi¨¦n su manera de trabajar. ¡°Durante 40 a?os hemos creado en soledad, metidos en nuestra nave de Jerez. Pero este montaje naci¨® fuera de esos muros, en ensayos abiertos en la Bienal de Venecia, en contacto con otra gente. Y all¨ª nos dimos cuenta de que hemos estado muy encerrados, que hay muchos artistas que est¨¢n llamando a nuestra puerta y que pueden enriquecernos¡±, recuerda S¨¢nchez. ¡°El teatro es m¨¢s grande que La Zaranda. Y La Zaranda ya no necesita apellidos, ni de Andaluc¨ªa ni de ning¨²n sitio. Hemos abierto las puertas¡±.

Consecuencia de este cambio es su intenci¨®n de trabajar con otros creadores y participar en proyectos colectivos como el que prepara el Teatro Espa?ol para abril en homenaje a Cervantes, coincidiendo con el cuarto centenario de su muerte. Hay otros en marcha ¡°que tambi¨¦n van a sorprender, pero a¨²n no pueden anunciarse¡±, dice S¨¢nchez. ?Es esto una refundaci¨®n de La Zaranda? ¡°Ll¨¢mese como quiera. Esto no es un cambio por capricho. Es una necesidad que tenemos ahora de trabajar con otros, de escuchar para seguir haciendo¡±, comenta el director.

Lo que no ha cambiado ni va a cambiar es la po¨¦tica existencial que ha caracterizado siempre a La Zaranda. El grito en el cielo, estrenado en noviembre de 2014 y que ha podido verse ya en ciudades como Sevilla, Valencia y Barcelona, conserva los ecos lorquianos y los aires de esperpento de Valle-Incl¨¢n, el desgarro, el humor y las met¨¢foras habituales en sus montajes. Sus personajes, ancianos desahuciados encerrados en un geri¨¢trico, est¨¢n condenados a no tener m¨¢s esperanza que la sedaci¨®n paliativa, pero se resisten a dejar de so?ar y se rebelan contra la defunci¨®n programada. ¡°Al final del espect¨¢culo habr¨¢ espectadores que piensen que es la eutanasia la que ha triunfado; otros, la liberaci¨®n del alma¡±, explica Eusebio Calonge, autor del texto.