Franco Citti, el rostro de Pasolini
El actor que proyect¨® el cine del director italiano en todo el mundo fallece a los 80 a?os
¡°No sab¨ªamos que aquel hombre t¨ªmido y educado acabar¨ªa cambi¨¢ndonos la vida a m¨ª y a mi hermano Sergio¡±. Con estas palabras recordaba el actor Franco Citti en su libro autobiogr¨¢fico, Vita di un ragazzo di vita (1992) su encuentro decisivo con Pier Paolo Pasolini, el realizador que har¨ªa de ¨¦l el rostro y s¨ªmbolo de su cine po¨¦tico y realista. Franco Citti (Roma, 1935) formaba parte de ese paisaje humano que el creador y escritor hab¨ªa descrito en sus novelas Ragazzi di vita (1955) y Una vita violenta (1959). Una vida marcada por una adolescencia dif¨ªcil como tantos otros j¨®venes de ¡°borgata¡±-el suburbio romano- que se transforma cuando ¨¦l y su hermano Sergio Citti conocen al futuro director reci¨¦n llegado a Roma para ejercer de maestro. Los hermanos Citti, alumnos de Pasolini, entablan una fuerte amistad con el intelectual de izquierdas descubri¨¦ndole la Roma que no aparece en las postales tur¨ªsticas ni la ¡°Ciudad eterna¡± de las comedias de Hollywood de la ¨¦poca.
Para su debut como realizador, Accatone (1961), una pelicula que contiene muchos aspectos biogr¨¢ficos relacionados con esos Ragazzi di vita que los hermanos Citti representan, Pasolini busca el rostro de un actor no profesional para el papel protagonista, la historia de un joven proxeneta romano. A pesar de su inexperiencia su elecci¨®n recae en Franco Citti. El amateurismo de Citti y su tartamudez hacen que el productor de la pel¨ªcula Alfredo Bini opte por doblarlo a pesar las protestas de Pasolini. La fuerza del rostro de Citti acabar¨¢ imponi¨¦ndose al doblaje sellando a partir ahora la imagen del cine del director. Pasolini vuelve a reclamarlo para su segunda pelicula, Mamma Roma (1962), otra vez en el papel de un proxeneta, un nuevo canto po¨¦tico a ese mundo de la periferia romana que representa Citti con una plet¨®rica Anna Magnani que volv¨ªa a renacer en la pantalla.
Franco Citti rueda a las ¨®rdenes de directores como Valerio Zurlini, Elio Petri, Carlos Lizzani y otros realizadores del cine italiano de los a?os sesenta y setenta aunque sus interpretaciones m¨¢s recordadas quedar¨¢n ligadas al cine de Pasolini como Edipo rey, una de sus interpretaciones m¨¢s celebradas o su participaci¨®n en la llamada Trilog¨ªa de la vida, El Decamer¨®n, Los cuentos de Canterbury y Las Mil y una noche. Figura al margen de la industria del cine y de las escuelas de interpretaci¨®n. ¡°Me di cuenta que si trataba de hablar un italiano correcto o intentaba ser o imitar un actor de conservatorio o de escuela teatral, no ser¨ªa yo, ser¨ªa una falsificaci¨®n¡± hab¨ªa dicho en alguna ocasi¨®n sobre su forma de actuar en la pantalla.
Junto a sus colaboraciones con Pasolini, Citti ser¨¢ recordado por el gran p¨²blico por su participaci¨®n en las entregas de El Padrino II y El Padrino III como el guardaespaldas de Al Pacino. Por su parte Bernardo Bertolucci le ofrece el papel de un maduro gay en La luna tratando de seducir al joven protagonista, una colaboraci¨®n que el actor detestaba cuando se le preguntaba en las entrevistas. A las ordenes de su hermano Sergio Citti protagoniza Cuentos de Pasolini donde vuelve a coincidir con Ninetto Davoli, el otro simbolo del cine de Pasolini y Il ministrone, que los vuelve a reunir. A ra¨ªz de la muerte de Pasolini, los hermanos Citti le rinden homenaje con la pelicula Cassoto rodada en la playa de Ostia, el lugar de la tragedia. Tambi¨¦n participa en el documental Pier Paolo Pasolini e la ragione di un sogno realizado por la actriz y amiga del director asesinado, Laura Betti. El propio Citti ser¨¢ el autor del corto Vergogna que denuncia el abandono del paisaje donde hab¨ªa sido asesinado Pasolini transformado en un vertedero de basura.
Los ¨²ltimos a?os de su vida Franco Citti, alejado del cine y con problemas de salud y econ¨®micos, los vive retirado en la localidad mar¨ªtima de Fiumicino. La noticia de su muerte el pasado 14 de enero la comunicaba su amigo Ninetto Davoli. ¡°Con Franco he compartido muchas cosas gracias a nuestra relaci¨®n Pasolini. Creo que con Franco se muere aquel mundo que Pasolini busc¨® y que ahora poco a poco se cierra¡±.
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