Wroclaw, la Polonia abierta y europea
La capital cultural de la UE reivindica su pasado multicultural ante el actual Gobierno
Abierta y europea. Europea y abierta. As¨ª es Polonia. Y Wroclaw, seg¨²n reitera su alcalde, Rafal Dutkiewicz. No se trata del facil¨®n y manido lema de una ciudad designada capital cultural europea en 2016, junto a San Sebasti¨¢n; es sobre todo la respuesta ante la coyuntura pol¨ªtica que vive el pa¨ªs centroeuropeo, gobernado por el partido ultraconservador, nacionalista y euroesc¨¦ptico Ley y Justicia y objeto de una investigaci¨®n por parte de la Uni¨®n Europea a ra¨ªz de la aprobaci¨®n de dos normas que pueden violar el Estado de Derecho. De ah¨ª la insistencia del alcalde (liberal, de un partido de centro derecha). ¡°Europa es el futuro y los nacionalismos son el pasado¡±, afirm¨® ayer en la gala de apertura del programa de actividades. El p¨²blico respondi¨® con un prolongado aplauso, una acogida diferente a la que dispens¨® al ministro polaco de Cultura, Piotr Glinski.
El tambi¨¦n viceprimer ministro, que en noviembre intent¨® prohibir por ¡°pornogr¨¢fica¡± la representaci¨®n en Wroclaw de la obra La muerte y la doncella, de la premio Nobel Elfriede Jelinek, insisti¨® en la importancia de defender ¡°el sistema de valores cristianos¡± de Europa e incidi¨® en que la democracia no corre peligro en su pa¨ªs, en alusi¨®n a la citada investigaci¨®n. Cit¨® al papa polaco Juan Pablo II. Sostuvo que su gobierno es tolerante, dialogante y solidario, que continuar¨¢ con las pol¨ªticas de su predecesor si estas eran positivas y destac¨® la implicaci¨®n de Polonia con Europa. Sus palabras provocaron algunos abucheos entre el p¨²blico. ¡°Propaganda¡±, grit¨® un asistente. Algunos otros rompieron a aplaudir. El comisario europeo de Cultura, el h¨²ngaro Tibor Navracsics, no lleg¨® a intervenir en el acto.
La gala concluy¨® con la m¨²sica del compositor Iannis Xenakis, que anticip¨® la gran marcha con la que arranc¨® el programa de la capitalidad europea, que comparte con San Sebasti¨¢n. Miles de personas llenaron la espl¨¦ndida Plaza Mayor ¡ªa pesar de los varios grados bajo cero¡ª de la cuarta poblaci¨®n de Polonia (con 640.000 habitantes). Cuando finaliz¨® la Segunda Guerra Mundial, no quedaba en pie ni la cuarta parte de sus edificios. Antes de la contienda, Wroclaw se llamaba Breslau y era una de las m¨¢s importantes de Alemania a principios del siglo XX. Los nazis la convirtieron en un fort¨ªn que el ej¨¦rcito rojo se encarg¨® de abrir. Los ciudadanos alemanes supervivientes (unos 30.000) fueron expulsados y la poblaci¨®n fue sustituida por polacos que hab¨ªan sido desplazados al Este, a pa¨ªses como Ucrania, sobre todo. La completa sustituci¨®n de su poblaci¨®n es un caso ¡°¨²nico en el mundo¡±, subray¨® ayer el alcalde.
Tan ¨²nico que esa reconstrucci¨®n fue el tema de una de las cuatro ¡°esencias¡± de Despertar. La marcha de los cuatro esp¨ªritus, que recorri¨® algunos de los espacios m¨¢s emblem¨¢ticos de la ciudad antes de concluir todos en la Plaza Mayor. Las religiones, la inundaci¨®n y la innovaci¨®n fueron las otras esencias que definen una ciudad que es una encrucijada de caminos. Wroclaw fue polaca (en la Edad Media) y luego, checa, austriaca, alemana y vuelta a ser polaca en 1945. Cat¨®licos, jud¨ªos y protestantes habitaron y habitan las calles de la capital de la Baja Silesia. Hoy apenas quedan dos centenares de jud¨ªos (lleg¨® a haber 150.000), y el catolicismo es hegem¨®nico, como demuestran las m¨²ltiples iglesias cuyo n¨²mero palidece, sin embargo, ante la presencia de caf¨¦s, bares, garitos de jazz y locales nocturnos. No en vano, hay unos 150.000 estudiantes universitarios en una ciudad con m¨¢s de un centenar de puentes y pasarelas para salvar el r¨ªo ?der y sus afluentes. ¡°Tambi¨¦n quer¨ªamos hablar de las inundaciones de 1997 porque fueron terribles. Pero la gente reaccion¨® muy solidariamente, salvando los libros y las cosas importantes que pod¨ªan haberse perdido. Aquello pas¨® tambi¨¦n porque nadie conoc¨ªa bien c¨®mo funcionaba el sistema de desag¨¹e que hicieron los alemanes, que fueron expulsados¡±, explica Chris Baldwin, responsable de la marcha-performance Despertar.
400 actos en una ciudad reconstruida
Wroclaw recibe el nombre de Breslavia en espa?ol, una adaptaci¨®n del alem¨¢n Breslau. Fue una ciudad germana hasta 1945.
Durante la Segunda Guerra Mundial fueron destruidos m¨¢s del 75% de sus edificios. Al finalizar la contienda, la poblaci¨®n de origen alem¨¢n fue expulsada y reemplazada completamente por polacos que viv¨ªan, sobre todo, en Ucrania. Ahora tiene unos 640.000 habitantes y es la cuarta ciudad de Polonia.
Como capital europea en 2016, junto a San Sebasti¨¢n, ha organizado cerca de 400 proyectos de literatura, arte, cine, teatro, arquitectura o m¨²sica.
Wroclaw ha aprovechado la capitalidad cultural europea para renovar la ciudad, incluido en flamante nuevo auditorio, con una inversi¨®n a lo largo de los a?os de unos 400 millones de euros, seg¨²n se?al¨® el regidor, si bien el presupuesto espec¨ªfico se acerca a los 75 millones de euros para el programa cultural para todo el a?o. Este consta de 400 proyectos y un millar de actos divididos en siete apartados: arquitectura, literatura, teatro, artes visuales, cine, m¨²sica, ¨®pera y performance.
Desde el pasado viernes se han inaugurado una exposici¨®n dedicada a Eduardo Chillida ¡ªmuerto en 2002¡ª con fondos de su casa museo, una muestra con todos los galardonados y finalistas de los premios europeos de arquitectura Mies van der Rohe, y otra que aborda la figura del gran director teatral de vanguardia, Jerzy Grotowski, fallecido en 1999, entre otras actividades.
Puente con San Sebasti¨¢n
La otra capital cultural europea en 2016 es San Sebasti¨¢n, cuyo estreno oficial llegar¨¢ el pr¨®ximo s¨¢bado con un gran espect¨¢culo dise?ado por Hansel Cereza, exintegrante de La Fura dels Baus.
A la gala asisti¨® el embajador espa?ol en Polonia, Agust¨ªn N¨²?ez. La comitiva vasca en Wroclaw estaba compuesta por el alcalde donostiarra, Eneko Goia; su concejal de 2016, Cultura y Educaci¨®n, Miren Azkarate; el director general de San Sebasti¨¢n 2016, Pablo Ber¨¢stegui; el director cultural, Javier Paya; el diputado foral de Cultura, Denis Itxaso; la consejera vasca de Cultura, Cristina Uriarte, y el viceconsejero, Joxean Mu?oz. La mayor¨ªa de ellos destac¨® la colaboraci¨®n entre ambas ciudades y el puente que se ha tendido entre Polonia y Euskadi.
Pablo Berasategui puso como ejemplo de esa sinton¨ªa que el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, festividad de San Sebasti¨¢n, miles de tambores sonar¨¢n tanto en Wroclaw como en la capital guipuzcoana.
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