Hermano primate

¡°Solo les falta hablar¡±, dice la fot¨®grafa Isabel Mu?oz recordando las im¨¢genes de la serie sobre primates que expone en la galer¨ªa Blanca Berl¨ªn, de Madrid, hasta el 27 de febrero. En este nuevo trabajo muestra, en gran y medio formato, ejemplares de estos mam¨ªferos en variadas poses ¨Camistosos, amorosos con sus cr¨ªas, presumidos, pensativos¨C que nos hacen comprender por qu¨¦ comparten con los humanos el 99% de sus genes. De ah¨ª el nombre de la muestra, ?lbum de familia. Esta artista (Barcelona, 1951) con cuatro d¨¦cadas de trayectoria, despu¨¦s de a?os retratando tribus por medio mundo, pens¨® en fotografiar ¡°al eslab¨®n m¨¢s cercano al ser humano¡±, cuenta desde Kuala Lumpur (Malasia) por Skype ¨Cdespu¨¦s confesar¨¢ que es su primera entrevista por ese medio y que ella, observadora nata, echa en falta oler y distinguir mejor a su interlocutor¨C.

Isabel Mu?oz est¨¢ a 11.000 kil¨®metros de Madrid para plasmar el Thaipusam, una ceremonia religiosa que los tamiles celebran en varios pa¨ªses y en la que se atraviesan la boca, la lengua, los brazos y el cuerpo con agujas y ganchos. La fot¨®grafa se muestra euf¨®rica porque, dice, por fin ha conseguido las im¨¢genes que buscaba cuando se traslad¨® hasta Malasia. Esa descarga de adrenalina hace que, al principio, le cueste hablar de la experiencia entre primates que comenz¨® hace tres a?os: ¡°No me gusta llamarles animales, ni monos¡±.

¡°Nunca pens¨¦ en fotografiar la naturaleza porque es tan bella y perfecta que no s¨¦ qu¨¦ iba a aportar yo¡±, se?ala esta ganadora de dos World Press Photo y colaboradora en numerosas ocasiones de El Pa¨ªs Semanal. Sin embargo, tras visitar el Zoo de Madrid y el Parque de la Naturaleza de Cab¨¢rceno (Cantabria), para familiarizarse con estos seres, viaj¨® en cuanto pudo a reservas naturales en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, donde se encontr¨® con gorilas, chimpanc¨¦s y bonobos, y despu¨¦s a la isla de Borneo. All¨ª contempl¨® a los orangutanes.

Una relaci¨®n "m¨¢gica"

Su relaci¨®n con los primates ¡°ha sido m¨¢gica¡±. Le llam¨® la atenci¨®n c¨®mo posaban: ¡°Incluso uno se pasaba el pulgar por los labios. He descubierto que reaccionan como nosotros, con los mismos sentimientos, he visto c¨®mo se abrazan, c¨®mo respetan a sus muertos¡­ Nunca hubo momentos de tensi¨®n porque acababan por reconocerme cuando volv¨ªa una y otra vez¡±. En ese ambiente se sucedieron unas fotos realizadas ¡°con mucha paciencia, como cocinar una paella¡±, en blanco y negro, ¡°porque le da atemporalidad y misterio¡±, y con la naturaleza como fondo, sin telas ni atrezos. Tampoco hubo cristal alguno entre ella y sus retratados.

Lo que s¨ª ha utilizado Mu?oz, como es habitual en su carrera, es la impresi¨®n en platino, una t¨¦cnica costosa y artesanal que comenz¨® a usarse en el ¨²ltimo cuarto del XIX pero que ¡°se abandon¨® en la I Guerra Mundial, cuando el platino se emple¨® en la fabricaci¨®n de armas¡±. El resultado sobre el papel es una bella variedad de tonos que recuerda a la fotograf¨ªa primigenia, ¡°como lo son estos primates¡±, que remiten al principio del ser humano.

A la quincena de im¨¢genes que pueden verse en la galer¨ªa Blanca Berl¨ªn (un espacio especializado en fotograf¨ªa innovadora que acaba de cumplir nueve a?os), Mu?oz quiere a?adir en un futuro instant¨¢neas, entre las cientos y cientos captadas, para publicar un libro y montar una gran exposici¨®n. Adem¨¢s de la satisfacci¨®n personal, le gustar¨ªa que este trabajo sirva para que se ¡°reconozcan derechos a los primates¡±, un mensaje conservacionista para que no desaparezcan estas especies en peligro de extinci¨®n. Mu?oz acaba la charla con una de las muchas an¨¦cdotas vividas entre los primates: ¡°Un d¨ªa, un ejemplar se coloc¨® enfrente de m¨ª con el pu?o casi cerrado delante del ojo, como si mirara por un objetivo. Fue su forma de decirme: ¡®Eh, yo tambi¨¦n s¨¦ hacer fotos¡±.