¡°Que los ingleses se queden a Cervantes; lo tratar¨¢n mejor¡±

El retraso en el anuncio de estrategia y programa respecto al a?o Miguel de Cervantes ha provocado una catarata de reacciones de indignaci¨®n. Escritores y miembros de la Real Academia Espa?ola (RAE) se muestran decepcionados, escandalizados y dolidos ante la falta de informaci¨®n, los retrasos y la escasa ambici¨®n de miras respecto al autor del Quijote. La Comisi¨®n del A?o Cervantes, es decir, 2016, cuando se cumplen 400 a?os de su muerte, no ha anunciado ninguna iniciativa, lo que ha levantado protestas en el ¨¢mbito de la creaci¨®n y el mundo acad¨¦mico.

Javier Mar¨ªas, escritor y miembro de la RAE:

¡°Hace algunas semanas escrib¨ª un art¨ªculo titulado Reino de los muertos. En ¨¦l denunciaba el olvido e ingratitud con el que en Espa?a hemos tratado a nuestras mejores figuras y particularmente a los que han muerto. No me extra?a. En los ¨²ltimos tiempos, a ninguno de los partidos pol¨ªticos que han concurrido a las elecciones se les ha escuchado hablar de cultura. Este olvido respecto a Cervantes puede deberse a que en los ¨²ltimos a?os se han celebrado sucesivas conmemoraciones, aunque hayan pasado sin pena ni gloria. Durante los a?os ochenta y los noventa pareci¨® que ¨ªbamos a prestar m¨¢s atenci¨®n a estas cosas, pero compruebo que hemos vuelto al desd¨¦n, al olvido, a la injuria y en estos ¨²ltimos cuatro a?os a una hostilidad equiparable a la que existi¨® hacia el mundo de la cultura en la ¨¦poca del franquismo. No me lo acabo de explicar¡±.

Arturo P¨¦rez Reverte, escritor y miembro de la RAE:

¡°Todos los ¨²ltimos Gobiernos espa?oles han despreciado la cultura; pero el actual la agrede directamente¡±.

Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n, cineasta, escritor y miembro de la RAE:

¡°Me he enterado por el EL PA?S de que la conmemoraci¨®n de Cervantes estaba en pa?ales. La verdad es que a estas alturas conf¨ªo m¨¢s en la voluntad de los maestros y profesores que en cualquier otra cosa. As¨ª empezamos a leer el Quijote, poco a poco y con cari?o, gracias a los ense?antes. En los ¨²ltimos tiempos parece que ha habido una persecuci¨®n a las humanidades y a la ense?anza en profundidad. ?Qu¨¦ quiere que le diga? Esto debe ser cosa de todos los d¨ªas y no de unos fastos ef¨ªmeros. Seguramente lo mejor es contar con la radiotelevisi¨®n p¨²blica, ?a¨²n existe?¡±.

Soledad Pu¨¦rtolas, escritora, miembro de la RAE:

¡°Es un signo de nuestra incapacidad tanto de visi¨®n y valor cultural como econ¨®mica. Somos un pa¨ªs, primero, que no ha podido encauzar bien la educaci¨®n y la cultura. Pero tampoco sacar rentabilidad en t¨¦rminos de valor econ¨®mico a estos fastos. Hay miop¨ªa en esos asuntos. Creativamente, adem¨¢s, en relaci¨®n a Shakespeare, si con el ingl¨¦s culmina una ¨¦poca con el espa?ol comienza toda una era en la narraci¨®n a nivel universal¡±.

Javier Cercas, escritor:

¡°Como cualquier persona, medianamente sensata, no creo que estas cosas en Espa?a sirvan para lo que tienen que servir. Si tuvieran que ser de ayuda para algo, lo que est¨¢ ocurriendo respecto al retraso de la conmemoraci¨®n, me parece normal: un ejemplo del desprecio que las ¨¦lites de su tiempo sintieron por Cervantes y m¨¢s concretamente por el Quijote. Esto me ha resuelto una duda. Me hab¨ªa preguntado muchas veces si los espa?oles nos merec¨ªamos a Cervantes. Ahora ya s¨¦ que no. Es m¨¢s: que los ingleses se queden a Cervantes; lo tratar¨¢n mejor. Lo prefiero. Fueron ellos antes que nadie quienes pusieron en valor el Quijote y lo utilizaron como referencia de lo que consideraron la primera novela moderna¡±.

Andr¨¦s Trapiello, escritor:

¡°Aparte de la indecencia de nuestros gobernantes, resulta todo un s¨ªntoma en un pa¨ªs que parece m¨¢s entretenido en destruirse que en construirse. Pero tambi¨¦n da cuenta de una encuesta del CIS de 2015 que revelaba que s¨®lo dos de cada diez espa?oles admit¨ªan haber le¨ªdo el Quijote. Las ¨²ltimas grandes celebraciones en torno a esta obra datan de hace 100 a?os, cuando formaba parte de la vida nacional. En Reino Unido, Shakespeare est¨¢ presente en los colegios, en los teatros, con un lenguaje actual, mientras que en Espa?a resulta ajeno a nuestros contempor¨¢neos. En vez de dedicarnos a desenterrar sus huesos, los de un cuerpo muerto, deber¨ªamos prestar atenci¨®n a su obra, que es lo realmente vivo¡±.