Verdi para todos los p¨²blicos
?lex Oll¨¦, de la Fura dels Baus, reinterpreta 'Il trovatore' en la Bastilla de Par¨ªs, traslad¨¢ndola a la Primera Guerra Mundial. Este jueves ser¨¢ retransmitida en directo en 80 cines espa?oles
El director ?lex Oll¨¦, fundador de La Fura dels Baus, se enfrenta desde hace algunas noches a la quintaesencia del melodrama italiano, s¨ªmbolo de los excesos rom¨¢nticos que caracterizaron el tiempo de Giuseppe Verdi. Estrenada en octubre en la Nederlandse Opera de ?msterdam, Il trovatore se representa ahora en la Bastilla de Par¨ªs hasta el 15 de marzo, con todas las entradas agotadas y entre los aplausos de un p¨²blico entusiasmado por las voces de sus int¨¦rpretes: la soprano estrella Anna Netrebko, el tenor argentino Marcelo ?lvarez, el bar¨ªtono franc¨¦s Ludovic T¨¦zier y la mezzosoprano rusa Ekaterina Semenchuk. Ya sostuvo Toscanini en su d¨ªa que la receta para triunfar con Il trovatore era muy sencilla: tomar a los cuatro mejores cantantes del mundo y dejarlos entonar sus arias. Oll¨¦ ha seguido ese consejo, aunque reconozca que esa impagable baza puede acabar convirti¨¦ndose en un problema. ¡°Fue dif¨ªcil, porque tienen agendas imposibles. Pudimos ensayar solo cuatro d¨ªas, cuando se suele necesitar un mes. Tal vez esa sea mi ¨²nica decepci¨®n, porque me hubiera encantado trabajar m¨¢s a fondo¡±, admite.
¡°Hay que democratizarla todav¨ªa m¨¢s. Debemos permitir que m¨¢s gente descubra el espect¨¢culo total, como lo acu?¨® Wagner¡±, opina Oll¨¦
Verdi compuso Il trovatore, segunda ¨®pera de la llamada trilogia popolare, entre Rigoletto y La traviata. Fue estrenada en 1853 en Roma, donde obtuvo una acogida entusiasta, pese a las absurdidades que conten¨ªa su argumento, inspiradas en una obra del dramaturgo gaditano Antonio Garc¨ªa Guti¨¦rrez y todav¨ªa incomprendidas hoy (cuando no ridiculizadas: v¨¦ase Una noche en la ¨®pera, de los hermanos Marx). En especial, el inexplicable gesto de la gitana Azucena, que lanza a su propio hijo a la hoguera y, presa de una extra?a confusi¨®n, termina salvando al de su enemigo, quien ha quemado a su propia madre por bruja. ¡°Mi desaf¨ªo consisti¨® en tomarme el argumento en serio¡±, contradice Oll¨¦. ¡°Para m¨ª, esas situaciones tan absurdas e incongruentes solo pueden tener lugar durante un momento de guerra, que es cuando reina lo irracional y la falta de reflexi¨®n¡±.
Por ese motivo, Oll¨¦ apost¨® por trasladar la acci¨®n a los tiempos de la Primera Guerra Mundial, una decisi¨®n algo incomprendida en su estreno parisino. ¡°No quer¨ªa trabajar con un decorado medieval, pero tampoco excesivamente contempor¨¢neo. Esa guerra se encuentra a medio camino entre pasado y presente. En ella se alternaron las espadas con las ametralladoras; los caballos, con los carros de combate. Nos permit¨ªa situar la acci¨®n en un universo atemporal y fantasmag¨®rico¡±, precisa el director. Sobre el escenario, frente a un gran espejo movedizo que arroja un reflejo te?ido de luz de gas, distintos pilares suben y bajan, transform¨¢ndose en torres, murallas y fosas. A ratos, la escenograf¨ªa parece inspirada en el monumento de la Shoah que Peter Eisenman erigi¨® en Berl¨ªn. ¡°Me han recriminado que es un anacronismo, pero me da igual¡±, responde Oll¨¦, secundado por el escen¨®grafo Alfons Flores y por Daniele Callegari al frente de la orquesta.
Il trovatore se retransmitir¨¢ este jueves en directo en 80 cines espa?oles (y 180 en toda Europa), en un nuevo gesto para acercar la ¨®pera a todos los rincones y a todos los p¨²blicos. ¡°Hay que democratizarla todav¨ªa m¨¢s. Debemos permitir que m¨¢s gente descubra el espect¨¢culo total, como lo acu?¨® Wagner¡±, opina Oll¨¦. ¡°La experiencia m¨¢s bonita que he tenido fue el ensayo general en Par¨ªs, reservado a 2.500 menores de 28 a?os y con una entrada a 10 euros. M¨¢s del 60% nunca hab¨ªa ido a la ¨®pera, pero terminaron aplaudiendo de pie durante diez minutos. Acostumbrados a un p¨²blico m¨¢s mayor y conservador, cuando vimos a esos j¨®venes emocionados se nos puso a todos la piel de gallina. Tuvo m¨¢s valor eso que el estreno¡±, agrega. El director aboga por desacralizar la ¨®pera llev¨¢ndola a espacios impropios. ¡°Me gustar¨ªa que se representaran en lugares menos elitistas. Por ejemplo, en teatros y salas de conciertos, o incluso en entornos industriales, como sucede en algunos puntos de Europa¡±.
Oll¨¦ lamenta tambi¨¦n la falta de atenci¨®n recibida en su pa¨ªs, donde sus ¨¦xitos en el extranjero no han sido, seg¨²n el director, suficientemente publicitados. ¡°S¨¦ que no hay mala intenci¨®n, pero s¨ª existe una tendencia a mirarse el ombligo. Por ejemplo, casi nadie ha hablado de este estreno en Par¨ªs. No es por vanagloriarme ni por una cuesti¨®n de ego, sino porque es importante demostrar que podemos salir afuera y apuntar algo. Me gustar¨ªa creer que genera un est¨ªmulo positivo en el resto de la escena art¨ªstica en Espa?a¡±.
La agenda de Oll¨¦ est¨¢ cargada hasta los topes hasta finales del a?o que viene. En septiembre, estrenar¨¢ Norma en el Covent Garden londinense, donde tambi¨¦n repondr¨¢ su Edipo de Enescu esta primavera. En octubre, llevar¨¢ La boh¨¨me al Regio de Tur¨ªn, antes de regresar al Teatro Real de Madrid con Der Fliegende Holl?nder, de Wagner. En febrero de 2017, volver¨¢ al Liceu barcelon¨¦s con Quartett, de Luca Francesconi. Despu¨¦s, dirigir¨¢ a la actriz Marion Cotillard en Jeanne d¡¯Arc au b?cher, de Arthur Honegger, que se estrenar¨¢ en Fr¨¢ncfort en junio de 2017 y luego pasar¨¢ por Madrid a finales del a?o que viene.
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