Will Smith: ¡°Soy el sue?o americano¡±
Will Smith vuelve al drama para dar vida en ¡®La verdad duele¡¯ a un m¨¦dico nigeriano, trabajo que ha sido ninguneado en los Oscar
Will Smith ha pactado con el diablo. No puede ser que alguien mantenga ese aire juvenil, solo salpicado por alguna cana, a sus 47 a?os. En realidad, s¨ª puede ser: ah¨ª est¨¢ Smith. Ya han pasado 20 a?os de El pr¨ªncipe de Bel-Air, y su rostro no ha cambiado realmente. Ni su coraz¨®n: asegura que el rapero sigue ah¨ª, ¡°dando guerra¡±.
Su carrera s¨ª ha dado varios giros. El gracioso de aquella sitcom, de Independence Day o de Dos polic¨ªas rebeldes siempre ha buscado un giro dram¨¢tico para demostrar su valor interpretativo. En ocasiones ha tenido suerte: ah¨ª est¨¢n Seis grados de separaci¨®n, Enemigo p¨²blico, Yo, robot, Ali, Soy leyenda o Hancock. En otras se ha estrellado: Cuento de invierno, La leyenda de Bagger Vance, Siete almas, En busca de la felicidad o After Earth causan un poco de verg¨¹enza ajena. La verdad duele, que se estren¨® hace diez d¨ªas y que ya lleva recaudados en Espa?a 1,1 millones de euros, es su ¨²ltimo esfuerzo en pos de la seriedad. Smith ha sido uno de los afectados por el blanqueo de los Oscar, y su esposa, Jada Pinkett, una de las l¨ªderes en la protesta que pide m¨¢s diversidad ¨¦tica a la Academia de Hollywood.
Ante eso, Smith comenta: ¡°Cualquier cosa en la vida est¨¢ en cambio perpetuo. No puedes quedarte clavado porque el universo muta. El proceso de crecimiento y de creaci¨®n de Hollywood tiene que ir relacionado con la belleza de la diversidad estadounidense, que continuamente crece y crece. Aplaudo la r¨¢pida respuesta de la Academia y sus propuestas, pero es un proceso que no puede darse por cerrado, porque d¨ªa a d¨ªa la vida cambia. Hablo de un mundo, el del cine, que deber¨ªa asentar sus decisiones en el aspecto creativo, as¨ª que no creo en un sistema de cuotas, sino en una apertura colectiva y en querer compartir y saber del otro. Las cifras y los n¨²meros no son tan relevantes como la apertura de caminos para todos los creadores¡±.
Por los Oscar ha quedado de lado el trasfondo de La verdad duele, la historia real de c¨®mo Benneth Omalu, un pat¨®logo forense nigeriano residente en Pittsburgh, demostr¨® que los golpes reiterados que reciben los jugadores de f¨²tbol americano en sus cabezas provocaban ¡ªy provocan¡ª da?os cerebrales en uno de cada cuatro profesionales, que acababan dementes. Es la CTE, encefalopat¨ªa traum¨¢tica cr¨®nica. ¡°Fue un rodaje complicado, porque en los lugares donde rodamos estaban los familiares de los aut¨¦nticos personajes, incluso el mismo Omalu. Filmamos incluso en los mismos lugares de Pittsburgh. Nos rodeaba una gran responsabilidad, una presi¨®n enorme. Sin embargo, tambi¨¦n hab¨ªa un agradecimiento porque cont¨¢ramos esa realidad¡±. Omalu no es el primer personaje en cine basado en una persona real que ha interpretado Smith: ¡°Recopilo mi propia informaci¨®n, construyo mi papel y cuando tengo la confianza adecuada, encaro al personaje real¡±.
En el caso de Omalu, el actor puso mucha atenci¨®n a su voz. ¡°Le escuch¨¦ todo cuanto pude. Benneth fue extremadamente amable. Aqu¨ª que reconocer que era el ¨²nico posible que pod¨ªa descubrir c¨®mo los dirigentes de la Liga Americana estaban escondiendo el problema de las lesiones cerebrales, porque al ser inmigrante no estaba intoxicado con un posible amor desmedido por este deporte¡ como el que yo siento, por ejemplo. Ahora nos parece obvio que si te golpeas la cabeza constantemente algo va a ocurrir, sin embargo solo el doctor Omalu lo descubri¨®¡±.
¡°Parte del dolor y de la belleza del sue?o americano es que todo el mundo puede elevar su voz y dar su opini¨®n¡±
La opini¨®n de Smith sobre el f¨²tbol americano no ha cambiado mucho: ¡°Mi hijo mayor es jugador, yo sigo amando este deporte, el m¨¢s grande. Siempre ser¨¢ bello. Mi esperanza es que haya los suficientes cambios para que sea posible practicarlo sin preocupaci¨®n¡±.
Smith lleva una camiseta ajustada. No hay grasa en su cuerpo musculado. Siguen ah¨ª sus orejas de soplillo, que le a?aden un aspecto a¨²n m¨¢s divertido a su rostro risue?o. La voz ha ganado en profundidad. Y su mensaje, en reflexi¨®n: ¡°Una de las mejores virtudes de La verdad duele es que nos recuerda, a trav¨¦s del doctor Omalu, de qu¨¦ se compone Estados Unidos. De inmigraci¨®n, de lucha, de anhelos. Yo soy el sue?o americano, soy el mejor ejemplo de alguien que desde muy muy abajo alcanza la cumbre. Soy el ejemplo de una carrera que solo se puede dar en Estados Unidos. Y me enorgullece este recorrido. Por eso me ofende cuando un estadounidense ensucia ese sue?o americano, me lo tomo de forma personal. Y como soy el ejemplo, intento que el resto no olvide de d¨®nde venimos y hacia d¨®nde debemos de ir¡±.
?Con eso refiere a los ataques de Donald Trump a los inmigrantes? ¡°Parte del dolor y de la belleza del sue?o americano es que todo el mundo puede elevar su voz y dar su opini¨®n. Aunque a veces no quieras o¨ªrle. Saca a la luz todas nuestras bellezas y nuestras miserias. Necesitamos tener claro como gran familia estadounidense hacia d¨®nde queremos ir, qu¨¦ queremos ser¡±. Y dicho eso, echa a re¨ªr: esa carcajada da m¨¢s pistas que su discurso.
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