Adi¨®s, persona t¨®xica. Hola, nueva vida

A trav¨¦s de un cristal dos pares de ojos se escrutan, tal vez se echen de menos, se reprochan y se reh¨²yen. Se quieren y se reencuentran. Emma, a la derecha, es la vencedora de ese ajuste de cuentas fraternal, aunque ella todav¨ªa no lo sepa. Kiko, a la izquierda, es el atizador emocional de la infancia, la adolescencia y la edad adulta de Emma, aunque no sea del todo consciente. Ella es la hermana que sali¨® bien. ?l es el garbanzo negro. El cristal de la sala de visitas de la c¨¢rcel es lo ¨²nico que los protege: a ella de ¨¦l, a ¨¦l del mundo.

?Corre! es m¨¢s que el t¨ªtulo de esta obra de Yolanda Garc¨ªa Serrano (Madrid, 1958), es una orden, una apelaci¨®n, un grito de angustia pero tambi¨¦n de empuj¨®n, de ¨²ltimo esfuerzo. Correr acaba siendo la ¨²nica salida para ambos. Y esa mara?a de pasado, rencor y dolor est¨¢ plasmada en un texto de una sencillez abrumadora, un t¨² a t¨² que la directora y dramaturga ha cosido sin sobrescribir y que puede verse en la Sala Mirador desde el pasado 10 de marzo.

¡°Para contar cosas impactantes es mejor hacerlo de forma sencilla¡±, dice esta mujer de pelo negro y mirada firme que empez¨® en el teatro (y nunca lo abandon¨®) y que despu¨¦s ha sido realizadora, guionista de cine y televisi¨®n, directora en la pantalla grande y ganadora de varios premios, entre ellos un Goya en 1995 a Mejor Guion Original por Todos los hombres sois iguales y una nominaci¨®n al cabez¨®n a Mejor Documental en 2005 por ?Hay motivo!

Este es su primer paso lejos de la comedia pero muy cerca de s¨ª misma. La escribi¨® desde su propia vida, su experiencia: ¡°Son personajes que conozco muy de cerca y hace mucho que ten¨ªa ganas de hacerlo, pero he necesitado tiempo para que la distancia me dejara tener una visi¨®n que no lo convirtiera en un documental¡±. Emma y Kico (Nur Levi y Antonio Zab¨¢lburu) son de su familia, y aunque asegura la directora que todo lo que ocurre en la obra es ficci¨®n, eso no ha restado dolor. ¡°Estuve buscando dentro de muchos huecos de m¨ª misma, porque esto es una cosa que sale, que te sacas como si te hicieras una lobotom¨ªa: arranco trozo de cerebro, arranco tripas¡±.

¡°Aqu¨ª puedes conseguir de todo, excepto un helic¨®ptero y una mujer¡­¡± fue una frase que le dijo el Kico real a Garc¨ªa Serrano: ¡°He hablado con ¨¦l, claro. Le preguntaba y ¨¦l me contaba. C¨®mo es la gente en la c¨¢rcel, c¨®mo cuando sales no tienes nada y te vas a un albergue¡­ Ha sido doloroso, porque t¨² lo escribes y sigues con tu vida, pero la otra vida se queda d¨®nde estaba¡±.

La del hermano en la c¨¢rcel, de donde no ha parado de salir y entrar durante los ¨²ltimos a?os de su vida. Tiene 33, ning¨²n inter¨¦s por trabajar y una facilidad pasmosa para crujir los cimientos de la paciencia y la vida de Emma que, pese a todo, sigue estando ah¨ª. Enganchada a su hermano y de repente descubridora de un pasado que ella se neg¨® a ver. ¡°Cuando ella escucha el relato de su hermano, de su infancia, se da cuenta y ata cabos. A veces el caparaz¨®n para que algo no te hiera es necesario. Volverte duro, o ciego o insensible para poder seguir viviendo. Emma, siendo una ni?a, no puede asumir lo que ve, y lo transforma¡±.

La obra no se queda en drama carcelario; no est¨¢ concebida como tal. Es una vida como pueden ser otras. Garc¨ªa Serrano prefiere que quien la vea salga pensando que es primavera, ¡°no un invierno duro y terrible¡±. Pese a eso, y en muchos aspectos, lo es, y aunque no responde a nada, las preguntas y los temas en los que se adentra son muchos: la masificaci¨®n de las c¨¢rceles, la educaci¨®n, los c¨¢nones que la sociedad impone o intenta imponer¡­ Y el eje son ellos y sus ganas de correr cuando correr es sin¨®nimo de huir. O de avanzar.