El ni?o al que su madre le sorbi¨® la lengua

Una comedia dura y astringente, conducida con humor y ligereza. Yolanda Garc¨ªa Serrano, su autora, ha cogido por los cuernos un asunto grave, con dos ramas: la violencia en el seno familiar y las relaciones de parentesco como lastre. Casi toda la acci¨®n de ?Corre! transcurre en la c¨¢rcel donde Emma visita a su hermano menor, que lleva toda la vida huyendo de lo que ¨¦l llama su ¡°mala suerte¡±. Su madre les ha dejado en herencia un buen piso que, para ¨¦l, supone una esperanza in¨¦dita: cuando salga de la c¨¢rcel tendr¨¢, por vez primera, medios econ¨®micos con los que zafarse del c¨ªrculo vicioso en el que anda metido desde ni?o.

La autora madrile?a dibuja con trazos precisos dos criaturas enredadas en un pasado com¨²n, pero distinto sustancialmente: viv¨ªan realidades opuestas bajo el mismo techo. Ambos hablan al otro de ¡°tu madre¡±, como si fueran hijos de distinta progenitora o como si esta tuviera dos identidades. Por debajo del argumento, que gira sobre el ajuste de cuentas de la primog¨¦nita da?ada por el comportamiento asocial de su hermano menor, bulle el asunto: el da?o irreparable que produce la violencia en la principal c¨¦lula social, una violencia sin escapatoria, pues, aunque se van poniendo esperanzas, medios materiales y un foco medi¨¢tico potente contra las agresiones de g¨¦nero, el universo m¨¢s amplio de la violencia ¨ªntima en el hogar sigue desdibujado y en zona de sombra.

Kico y Emma son personajes de carne y hueso con altura tr¨¢gica. ?l, seductor, coqueto, chistoso, simp¨¢tico, se hace querer en la interpretaci¨®n abismada de Antonio Zab¨¢lburu, tan atento al texto como a la m¨²sica de su personaje, que no parece violento a pesar de que tiene peligro en cada gesto: se hace da?o a s¨ª mismo antes que a los dem¨¢s, por la fuerza de la costumbre. Por tener, Zab¨¢lburu tiene hasta una enorme cicatriz cierta en el cuero cabelludo, como la que el personaje describe: es un truh¨¢n encantador, con un p¨¦simo autocontrol. La actitud risue?a con la que, en la interpretaci¨®n de Zab¨¢lburu, Kico aborda sus recuerdos peores, le hace m¨¢s vivo y cre¨ªble, y le sit¨²a en la ant¨ªpoda del estereotipo. En el segundo vis a vis y cuando se golpean, bromeando, hay entre los hermanos complicidad, cari?o y qu¨ªmica cuasi de amantes.

La Emma de Nur Levi es el yin de semejante yang: su hermano le enferma, le bloquea, le hace sentirse culpable medularmente y le pone en conflicto con su marido, que nada quiere saber de ¨¦l, chivo expiatorio al cabo. La actriz transmite muy bien la desorientaci¨®n en la que Kico sume a Emma, su convicci¨®n de que volver¨¢ a fallarle y su conciencia de haber llegado al punto de no retorno. La direcci¨®n, sencilla, eficaz y bien arropada por la luz, podr¨ªa haber planteado como mon¨®logos dichos a p¨²blico, de modo no realista, los di¨¢logos con terceros que no aparecen en escena. Poca pega esta para una funci¨®n de calado.