Muere el percusionista brasile?o Nan¨¢ Vasconcelos
El m¨²sico que dominaba el instrumento del berimbau, fallece en Recife de un c¨¢ncer de pulm¨®n
Para Nan¨¢ Vasconcelos todo era percusi¨®n. Dec¨ªa hacer sonidos, no ritmos, y tocar m¨¢s cuando no tocaba. Cuenta Vinicius Cantu¨¢ria, que estuvo de gira con ¨¦l, que durante un concierto de ambos en B¨¦lgica se produjo un corte de electricidad y Nan¨¢ dijo al p¨²blico que iba a hacer el sonido de la lluvia cayendo sobre los ¨¢rboles: fue atribuyendo a grupos de espectadores distintos sonidos y empez¨® a dirigirlos de tal forma que Cantu¨¢ria casi se puso a correr para no mojarse. Seg¨²n David Byrne, ¡°Nan¨¢ pod¨ªa continuar haciendo su show aunque no hubieran llegado los instrumentos¡ y, aun as¨ª, segu¨ªa siendo grande¡±.
En la ma?ana del mi¨¦rcoles 9 de marzo, en un hospital de Recife, falleci¨® el percusionista brasile?o. Estaba internado desde hac¨ªa diez d¨ªas a consecuencia de un c¨¢ncer de pulm¨®n. El entierro est¨¢ previsto para las 10h del jueves tras el velatorio en la Asamblea Legislativa de Pernambuco.
Juvenal ¨CNan¨¢ era el apodo que le hab¨ªa puesto su abuela- de Holanda Vasconcelos naci¨® en 1944 en la capital del estado de Pernambuco. En 1970 estaba tocando en R¨ªo de Janeiro con Milton Nascimento ¨Cal que impresion¨® haciendo sonar unas cacerolas y sartenes mientras ¨¦ste cantaba Sentinela- cuando Gato Barbieri le propuso irse con ¨¦l a grabar a Nueva York. Tras una gira con el saxofonista argentino decidi¨® quedarse en Par¨ªs. All¨ª pas¨® cinco a?os, antes de volver a Nueva York, en los que grab¨® su primer disco Africadeus y trabaj¨® con m¨²sica en una cl¨ªnica psiqui¨¢trica para ni?os: ¡°Aprend¨ª mucho m¨¢s de ellos que ellos de m¨ª. Tuve que desarrollar el trabajo con el cuerpo porque ten¨ªan dificultades de coordinaci¨®n motora y deb¨ªa pensar c¨®mo ayudarles¡±. Nan¨¢ siempre crey¨® en la m¨²sica como una v¨ªa para transformar y mejorar la vida de las personas.
En 1979 fund¨® el tr¨ªo Codona, con el trompetista de jazz Don Cherry y el tambi¨¦n percusionista Colin Walcott. Tres discos publicados por el sello alem¨¢n ECM que han quedado para la historia. Tambi¨¦n los grabados a d¨²o con el pianista y guitarrista Egberto Gismonti, como el celebrado Dan?a das cabe?as. Los sonidos caracter¨ªsticos que hac¨ªa con la boca ¨Csu marca registrada- pueden encontrarse en grabaciones del Pat Metheny Group ¨Cdel que form¨® parte un tiempo-, Talking Heads, B.B. King, Jan Garbarek, Jean-Luc Ponty, Jack DeJohnette, Trilok Gurtu, Arto Lindsay¡ Y su nombre aparece en bandas sonoras de pel¨ªculas como Buscando a Susan desesperadamente, de Susan Seidelman, Down by law, de Jim Jarmusch, o Amazonas, de Mika Kaurism?ki. Un estudiante de m¨²sica norteamericano que le contact¨® hace unos a?os ten¨ªa una lista de m¨¢s de ochocientos discos en los que Nan¨¢ hab¨ªa participado.
Desde Mar¨ªa Beth?nia, Joyce o Marisa Monte hasta Caetano Veloso y Gilberto Gil contaron con ¨¦l en Brasil. Junto a Gil, fue director art¨ªstico de las primeras ediciones del Percpan (Panorama Percussivo Mundial), festival ideado en Bah¨ªa por la antrop¨®loga Beth Cayres. Tambi¨¦n dirigi¨® en la ciudad colonial de Olinda el proyecto ABC das Artes ¡®Flor do Mangue¡¯ con ni?os que est¨¢n en la calle, como una forma de incentivar la educaci¨®n y la cultura. Lo financiaba con dinero ganado en sus conciertos por Europa. ?l fue un ni?o pobre, pero recordaba que en su ¨¦poca no hab¨ªa ni?os viviendo en las calles. Creci¨® con la m¨²sica en casa: all¨ª puso sus manos por primera vez en la piel de un tambor y all¨ª asist¨ªa a los ensayos del padre. Con 14 a?os ya era baterista en una orquesta profesional. Tocaba en bailes, con una autorizaci¨®n del juez de menores, pero no pod¨ªa bajar del escenario.
Era habitual que revistas musicales de Estados Unidos como Down Beat le eligieran mejor percusionista del a?o. Si bien tocaba todo tipo de instrumentos de percusi¨®n, lo que m¨¢s impresionaba era su dominio del berimbau ¨Checho de una vara flexible, un alambre y una calabaza hueca-. Aseguraba que lo que ¨¦l hac¨ªa con el berimbau de la capoeira, tocado como instrumento solista, ven¨ªa de haber escuchado a Jimi Hendrix. Contador de historias sonoras, igual pod¨ªa grabar un disco para berimbau y orquesta sinf¨®nica (Saudades) que otros combinando percusi¨®n ac¨²stica y electr¨®nica (Bush Dance o Rain Dance). Y sab¨ªa que hacer que el silencio se convierta en m¨²sica es todo un aprendizaje.
Hace menos de un mes hab¨ªa participado una vez m¨¢s ¨Cfueron trece en total- en la espectacular abertura del Carnaval de Recife, dirigiendo el tradicional maracatu pernambucano, al frente de 400 percusionistas. Dec¨ªa que su manera de pensar m¨²sica iba a continuar viva despu¨¦s de ¨¦l.
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