Encerrada en un psiqui¨¢trico y en la pantalla

Dec¨ªan que estaba enferma. ¡°Un peligro para s¨ª misma y para los dem¨¢s y una causa de esc¨¢ndalo p¨²blico¡±, la defini¨® la polic¨ªa. Pero Ren¨¦e solo ten¨ªa miedo. El de cualquier ni?a insegura, nada que atenci¨®n y calor familiar no pudieran curar. ¡°Te llevaremos a un sitio donde el miedo se ir¨¢¡±, la tranquilizaron. Sin embargo, la ingresaron en un psiqui¨¢trico. Con apenas 16 a?os, la existencia de Ren¨¦e hall¨® su punto final: desde luego, lo que vino despu¨¦s de aquel 12 de marzo de 1938 no se le pod¨ªa seguir llamando vida. La encerraron entre locos y tiraron la llave. ¡°De aqu¨ª no se sale: solo los muertos lo consiguen¡±, asegura ella en el videojuego. Y a trav¨¦s de sus ojos el usuario experimentar¨¢ el horror cotidiano de The Town of Light, ¨®pera prima de la compa?¨ªa LKA.it, que acaba de salir a la venta para PC, con subt¨ªtulos en espa?ol realizados por ZombieWolf Team.

La obra viaja hasta la Toscana de los a?os cuarenta. Ah¨ª, en una colina id¨ªlica, en medio de una de las regiones m¨¢s hermosas del planeta, surg¨ªa un coloso de 25 pabellones que cuidaba a sus pacientes a base de torturas: el Hospital Psiqui¨¢trico de Volterra. Un monumento al dolor en un marco de extraordinaria belleza. La estructura sigue hoy en pie, aunque decadente y abandonada, como tambi¨¦n lo fueron aquellas pr¨¢cticas atroces a las que un tiempo se llam¨® ¡°curas¡±. La llamada ley Basaglia cerr¨® en 1978 todos los manicomi, como se llamaba en Italia a los psiqui¨¢tricos. Pero The Town of Light reconstruye de manera fiel lo que fue: las inquietantes pinturas en las paredes, el d¨ªa a d¨ªa de los pacientes y los enfermeros desbordados. Lo ¨²nico no real es la historia de la propia Rene¨¦. ¡°Pero s¨ª hubiese sido absolutamente posible. La hemos construido con credibilidad¡±, asegura Luca Dalc¨°, l¨ªder del equipo de ocho personas que ha creado el juego con unos 50.000 euros.

De hecho, para edificar su relato hicieron falta meses de documentaci¨®n. La bibliograf¨ªa del juego ¡ªalgo no tan com¨²n en el sector¡ª cuenta con un centenar de textos. Adem¨¢s, Dalc¨° y los suyos analizaron decenas de historiales cl¨ªnicos, repasaron testimonios de m¨¦dicos y pacientes de entonces y estudiaron la historia de la psiquiatr¨ªa y sus hospitales. Hasta se entrevistaron con investigadores y con empleados que trabajaron en el psiqui¨¢trico de Volterra en los sesenta. El proyecto cont¨® con el apoyo del Ayuntamiento local.

¡°Lo peor es que las terapias no se llevaban a cabo por maldad o sadismo, sino con buenas intenciones. Un horror de este alcance sin que haya culpables es lo que da m¨¢s miedo¡±, asevera el creador. Y a?ade que el centro de Volterra no era especialmente cruel o violento, sino ¡°incluso bastante a la vanguardia¡±. Simplemente, seg¨²n Dalc¨°, las cosas funcionaban de esa manera.

Y eso que LKA.it no incluy¨® en el juego algunos de sus hallazgos m¨¢s escalofriantes. ¡°Te acabas preguntando c¨®mo fue posible que se aplicaran terapias de ese tipo¡±, afirma el programador. Entre otros descubrimientos, Dalc¨° se qued¨® especialmente alucinado con uno: el hospital lleg¨® a tener un cultivo de mosquitos con malaria. Por incre¨ªble que suene, la estrategia m¨¦dica consist¨ªa en contagiar adrede a los pacientes, ya que la fiebre que la enfermedad les provocaba era lo ¨²nico aparentemente capaz de aplacar sus brotes psic¨®ticos.

Aun a falta de lo m¨¢s escabroso, hay en The Town of Light suficientes sombras como para inquietar a todo jugador. Paranoias, abusos, violaciones, suicidios: el videojuego de LKA.it es otra lanza en la batalla que pelea buena parte del sector para que se le respete como un arte adulto y capaz de contar todo tipo de historia.

Tanto que sobre su trama la compa?¨ªa apuesta todas sus fichas. La interacci¨®n es m¨ªnima, el usuario pasea por el hospital, resuelve alg¨²n que otro enigma sencillo pero, sobre todo, revive en su piel el drama de Ren¨¦e. El juego se escapa del concepto asociado al sector, entre ilustraciones que recuerdan a la novela gr¨¢fica o momentos casi m¨¢s parecidos a un documental. Como todo ¨®rdago, la decisi¨®n de The Town of Light le ha tra¨ªdo reacciones extremas: hay quien adora el juego y se queda impactado con su historia, y quien la tacha de confusa y acusa la obra de ser aburrida y sin interactividad. ¡°Es un problema de todos los videojuegos narrativos. Es una elecci¨®n voluntaria: no puedes sostener una trama fuerte con mec¨¢nicas de juego que se conviertan en protagonistas¡±, responde Dalc¨°.

Lo cierto es que a The Town of Light se le han pegado etiquetas de todo tipo. Quiz¨¢s en el fondo no encaje con ning¨²n g¨¦nero, pero para Dalc¨° es parte de su ¨¦xito: ¡°Hacen falta varias obras que la gente no sepa c¨®mo clasificar. El p¨²blico y la estructura est¨¢n listos para este tipo de productos. El mercado es maduro¡±. El videojuego ya super¨® sus miedos. A Ren¨¦e nunca le dieron esa oportunidad.