El Teatro de la Zarzuela conmemora el aniversario de Sebasti¨¢n Dur¨®n

El Teatro de la Zarzuela ha rizado el rizo para conmemorar los trescientos a?os de la muerte de Sebasti¨¢n Dur¨®n (1660-1716). Un doble programa de ¨®pera y zarzuela de casi cuatro horas, donde actualiza la acci¨®n de la primera y construye la dramaturgia barroca de la segunda. Modernidad e historicismo juntos pero no revueltos. Pero hay m¨¢s. La m¨²sica de ambas partituras se ha replanteado a nivel orquestal con instrumentos de ¨¦poca, a?adidos e intervenciones muy profundas. No se ha escatimado en medios en beneficio del espect¨¢culo. Estamos ante un paradigma de recuperaci¨®n de esta m¨²sica que tiene muchos pros y alg¨²n contra.

Gustavo Tambascio traslada la acci¨®n de La guerra de los gigantes (1700) a 1959. El r¨¦gisseur argentino dise?a una historia femenina de casamientos en la alta sociedad en un ambiente visualmente muy televisivo y cinematogr¨¢fico. Los dioses con J¨²piter parecen salidos de Velvet, los gigantes con Palante de Thor y esos ninjas de H¨¦rcules de ?guila Roja. Quiz¨¢ parezca rocambolesco pero funciona a la perfecci¨®n. Y no s¨®lo eso. Se consigue la proeza de dotar de l¨®gica dram¨¢tica a una obra que supone una mera sucesi¨®n de tonadas, d¨²os, coros, seguidillas y minuetes de verso pobre y ripioso. Incluso se subraya lo italiano aqu¨ª representado simplemente por un recitado de J¨²piter y una arieta de Palante.

En la m¨²sica Leonardo Garc¨ªa-Alarc¨®n al frente de su Cappella Mediterranea impuso unos modos completamente personales. Busc¨® el juego de opuestos y aport¨® much¨ªsima variedad desde el continuo en el manejo del tempo y la din¨¢mica. Sus ideas ensalzaron la exquisita suspensi¨®n arm¨®nica de la m¨²sica de Dur¨®n. Pero tambi¨¦n a?adi¨® detalles discutibles, como ese leitmotiv de los gigantes extra¨ªdo del Nabucco de Falvetti, o el final melanc¨®lico para la obra con las dos ¨²ltimas escenas alteradas parar subrayar como cl¨ªmax dram¨¢tico la muerte de Palante. Falt¨® quiz¨¢ precisi¨®n en la orquesta, con una plantilla excesiva que en ocasiones tapaba las voces. A destacar el H¨¦rcules de la soprano Mariana Flores.

Si la ¨®pera brill¨® por su dinamismo e imaginaci¨®n, la zarzuela fue m¨¢s est¨¢tica, aunque superior musicalmente. El imposible mayor en amor, le vence amor (1710), representa el tipo de comedia mitol¨®gica que entrelaza pasiones de dioses que cantan y hombres que declaman. Tambascio respet¨® aqu¨ª las normas barrocas en cuanto a movimiento y perspectiva, con escenograf¨ªas pintadas y prodigios, a los que se uni¨® un vestuario suntuoso. Esta apoteosis barroca cont¨® con una brillante actuaci¨®n de Vivica Genaux como J¨²piter, a pesar de que no termine de sentirse c¨®moda en este repertorio, y de Mar¨ªa Jos¨¦ Moreno como Juno. Una menci¨®n muy destacada merecen el elenco de actores que recitaron la parte declamada severamente acortada de esta zarzuela.

Por ¨²ltimo ensalzar el mod¨¦lico programa de mano de la producci¨®n donde se comenta la atribuci¨®n de la m¨²sica de esta zarzuela a Jos¨¦ de Torres. Parece una teor¨ªa certera pero tan v¨¢lida como la del libreto realizado por Jos¨¦ de Ca?izares a partir de otro anterior de Bances Candamo. No se tratar¨ªa de Dur¨®n o Torres, como de Dur¨®n y Torres.