Bambalinas
El ¨²ltimo libro del polifac¨¦tico artista Eduardo Arroyo es, una vez m¨¢s, una autobiograf¨ªa enmascarada
El ¨²ltimo libro del polifac¨¦tico artista Eduardo Arroyo (Madrid, 1937) se titula Bambalinas (Galaxia Gutenberg) y es, una vez m¨¢s, una autobiograf¨ªa enmascarada, algo perfecto para quien se ha pasado toda la vida escrutando lo oculto y preservando lo ¨ªntimo en la sombra, que, por lo dem¨¢s, es lo que hacemos el resto de los seres humanos mortales, con mayor o peor fortuna. Ya se percataron de ello los antiguos sabios griegos, que acu?aron el t¨¦rmino ¡°persona¡±, que significa precisamente ¡°m¨¢scara¡±; o sea: que se vive en medio de una representaci¨®n, en el gran teatro del mundo. En este sentido, hay una frase deslumbrante de Arroyo que lo aclara todo al comienzo de su libro, cuando se confiesa como precoz seguidor de Robinson Crusoe (1719), la novela arquet¨ªpica del brit¨¢nico Daniel Defoe (1660-1731) que narra las cuitas de la dif¨ªcil supervivencia de un solitario n¨¢ufrago en una isla salvaje: ¡°La novela de Robinson Crusoe marc¨® mi vida de forma definitiva y me indic¨® el buen camino como el mal camino. El bueno: la delicia de estar solo. El malo: el no estar acompa?ado¡±. Sol y sombra; ni contigo, ni sin ti; ni con m¨¢scara, ni desenmascarado. En suma: la existencia, una agon¨ªa.
?Hay un mejor interlocutor con la sombra que el artista que no para de mirarse en el contraluz de un espejo, ese fondeadero de la realidad que muestra todo menos la verdad, que siempre se oculta detr¨¢s de lo que luminosamente se te muestra? Ese artista de lo entrevisto ha de ser por fuerza pugnaz, un combatiente solitario que se ejercita golpeando la sombra que ¨¦l mismo proyecta. A veces, imagino que la pasi¨®n de Arroyo por el boxeo y los toros no es sino un trasunto de esta lucha en solitario dando golpes de ciego contra la fatalidad de s¨ª mismo, frente a un p¨²blico inclemente que necesita salpicarse con la sangre que le cae de rebote, de tal manera que cada victoria es una derrota; cada conquista, una merma.
No s¨¦ por qu¨¦ a Arroyo se le ha ocurrido ese magn¨ªfico t¨ªtulo, Bambalinas, para el relato melanc¨®lico de sus celebradas ca¨ªdas sobre el tapiz. El t¨¦rmino castellano ¡°bambalinas¡± etimol¨®gicamente procede de un verbo griego que significa ¡°temblar¡±, aunque su uso actual se refiere a la ¡°tira de lienzo que cuelga del telar del teatro¡±, y, en cualquier caso, ¡°bambolear¡± alude a lo que es oscilante y desequilibrado; justo los torpes requiebros que damos antes de la fatal ca¨ªda, borrachos de nosotros mismos. Al final, nadie se sube al escenario de las m¨¢scaras sin quedar indemne.
En cualquier caso, el repaso autobiogr¨¢fico que hace Arroyo para rememorar todas las formas en las que se ha disfrazado, solo o en compa?¨ªa de otros, es, cuantitativa y cualitativamente, memorable. Repasa el cat¨¢logo de los humanos disfraces, desde el sombrero y el peluqu¨ªn hasta los escarpines, sin olvidar ninguno de los trasvases intermedios, incluidos los hoy muy animosos de la transexualidad. Porque a la postre sentirse vivo es un recuento de todos los desesperados cambios de identidad, esa terrible impostura, insoportablemente grave. Para ello conviene representar todos los papeles, todas las im¨¢genes, que uno pueda concebir, ya que quedarse sin representaci¨®n es, ?ay!, estar muerto.
He le¨ªdo Bambalinas con la pasi¨®n fervorosa con que un espectador romano contemplaba en el circo las evoluciones de un gladiador que combate por su vida. Me he emocionado. Nunca la destellante prosa de este feroz cazador de im¨¢genes enigm¨¢ticas me hab¨ªa cautivado tanto. Se ha dejado la piel en la arena como si nada, venciendo el salario del miedo. Es un campe¨®n, que ha abierto impremeditadamente un surco de luz en medio de la ¨¢spera oscuridad tenebrosa. Apocado entre tus mezquinas m¨¢scaras, esta descarada revelaci¨®n deslumbrante te vivifica y procuras darle el p¨¢bulo de lo inolvidable.
Bambalinas. Eduardo Arroyo. Galaxia Gutenberg. Barcelona, 2016. 192 p¨¢ginas. 20 euros.
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