Entre ¡®Hamlet¡¯ y R¨ªo 2016

Existen dos tipos de esgrima: una en la que no se debe tocar; otra, en la que es obligatorio para ganar. Una que consiste en enga?ar al contrario, prever sus movimientos y adelantarse a ellos; otra en la que ambos conocen todos los pasos y no se deja nada a la improvisaci¨®n. Una que se premia con medallas y otra, con aplausos. Pero ambas son la misma. ¡°Esgrima es esgrima¡±, dice Jes¨²s Esperanza, maestro de esta disciplina, parafraseando la m¨¢xima ¡°f¨²tbol es f¨²tbol¡±.

Siempre tuvo clara su vocaci¨®n. Las pel¨ªculas de espadachines hipnotizaban a Esperanza (Madrid, 1960) desde ni?o. Comenz¨® a practicar esgrima en el colegio y a esta actividad ha dedicado toda su vida. Primero como deportista profesional: fue ol¨ªmpico en Mosc¨² 80, Se¨²l 88 y Barcelona 92 ¡ªha participado en dos Juegos Ol¨ªmpicos m¨¢s como entrenador y como ¨¢rbitro¡ª y despu¨¦s, form¨¢ndose como maestro. Sus alumnos son de lo m¨¢s variopinto, desde (ojal¨¢) futuros deportistas ol¨ªmpicos como Carlos Llavador y Mar¨ªa Mari?o, que el pr¨®ximo 16 de abril se juegan su pasaporte a R¨ªo 2016; los ni?os que asisten a las clases de su escuela; los no tan chavales, porque tambi¨¦n tiene grupos de mayores en una actividad que ha llamado ¡°esgrima de mantenimiento¡± para personas de m¨¢s de 60 a?os; o actores como Blanca Portillo, Israel Elejalde o Viggo Mortensen.

"Uno de los componentes especiales que tiene este deporte es que te une con el pasado. Es la evoluci¨®n del ataque y defensa con armas blancas a lo largo de los siglos"

Desarrolla todas sus facetas: la competitiva, con la esgrima deportiva, y la creativa, con la esc¨¦nica. Aunque Esperanza reconoce que empezar a entrenar a un ni?o y ver c¨®mo evoluciona su carrera, c¨®mo se va formando como tirador, tambi¨¦n es creativo. Sostiene que el deporte es el mismo. Cuando entrena a actores lo primero que hace es dar unas nociones b¨¢sicas, aunque algunos ya las tienen, ya que es una de las asignaturas que se imparten en la Real Escuela Superior de Arte Dram¨¢tico (RESAD). Existe un riesgo, los actores trabajan a cara descubierta, sin la careta que usan los tiradores profesionales. Por tanto, Esperanza ha creado dos normas de seguridad: la punta del arma nunca puede estar amenazando a los ojos y hay que tener la capacidad de bloquear al compa?ero, de no llegar a tocarlo. En un duelo esc¨¦nico todo est¨¢ memorizado, no se puede sorprender al contrario, al que hay que sorprender es al p¨²blico. ¡°Los actores han de dar ritmo y velocidad al enfrentamiento para que sea cre¨ªble¡±. Pone de ejemplo el duelo que cre¨® entre Israel Elejalde y Crist¨®bal Su¨¢rez para Hamlet, dirigido por Miguel del Arco. ¡°La cr¨ªtica fue un¨¢nime, parec¨ªa que se iban a matar los espectadores saltaban de sus asientos¡±. Esperanza intenta ser muy fiel al uso de las armas en las ¨¦pocas que tiene que recrear.

¡°Uno de los componentes especiales que tiene este deporte es que te une con el pasado. Es la evoluci¨®n del ataque y defensa con armas blancas a lo largo de los siglos¡±. Este espadach¨ªn es un amante de la historia, tiene m¨¢s tratados de esgrima que floretes (arma en la que es especialista). As¨ª se entiende lo que llama el ¡°rinc¨®n quijotesco¡± de su escuela. Un lugar con muebles de estilo castellano, varios libros sobre un aparador, reproducciones de fotograf¨ªas hist¨®ricas en las paredes... Una de ellas, la ocupan los retratos, de a varias generaciones de maestros de esgrima, en una suerte de relevo que se remonta hasta Luis Pacheco de Narv¨¢ez, maestro de armas de Felipe IV.

No es el ¨²nico v¨ªnculo de Esperanza con este monarca. Particip¨® en el rodaje de?Alatriste, la pel¨ªcula de Agust¨ªn D¨ªaz-Yanes basada en las novelas de Arturo P¨¦rez-Reverte y protagonizada por Viggo Mortensen, que transcurre bajo el reinado del Austria. Durante dos semanas, Esperanza entren¨® al actor estadounidense y proporcion¨® a la productora 40 esgrimistas.?Bob Anderson legendario maestro de esgrima de estrellas del cine, coreografi¨® las luchas del filme. Esperanza cuenta que al principio Anderson, que asesor¨® en pel¨ªculas como La princesa prometida, La guerra de las galaxias o El se?or de los anillos, estuvo distante. Un asalto, arbitrado por el brit¨¢nico, entre uno de sus ayudantes y el espa?ol, que gan¨®, fue lo que hizo que se disipara la frialdad de Anderson.