Heces de caballo para resolver el misterio de An¨ªbal
El hallazgo de una ¡°deposici¨®n masiva¡± en los Alpes podr¨ªa dilucidar la ruta seguida por el general cartagin¨¦s
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La investigaci¨®n de los enigmas de la Historia tiene a veces aliados muy humildes. Una vieja ¡°deposici¨®n masiva¡± de caballos cerca de un paso de los Alpes podr¨ªa dilucidar el misterio (uno de los mayores de la antig¨¹edad cl¨¢sica) de por d¨®nde cruz¨® esas monta?as el general cartagin¨¦s An¨ªbal para invadir el territorio de Roma. Es toda una lecci¨®n que de una monumental cagada ¡ªcon perd¨®n¡ª se puedan sacar tan interesantes deducciones.
An¨ªbal, que hab¨ªa partido en primavera del 218 antes de Cristo de Sagunto y marchado por los Pirineos y el sur de Francia, atraves¨® en oto?o los Alpes al frente de un Ej¨¦rcito de 30.000 hombres que inclu¨ªa 37 elefantes y un numeroso contingente de caballer¨ªa de m¨¢s de 15.000 monturas. La operaci¨®n, realizada en condiciones dur¨ªsimas de fr¨ªo y riesgos extremos, que le supusieron perder parte del Ej¨¦rcito, incluidos todos los elefantes menos uno, Sirius, se considera todav¨ªa hoy una de las grandes empresas militares de la Historia, pero persiste el enigma del trayecto que sigui¨® el gran estratega p¨²nico. Las fuentes cl¨¢sicas, especialmente Polibio y Livio, discrepan, y la arqueolog¨ªa nunca ha podido dar una respuesta convincente.
Ahora, un estudio de arque¨®logos y microbi¨®logos de la Queen¡¯s University de Belfast publicado la pasada semana en la revista Archaeometry pretende aportar nuevas evidencias, y lo hace en base al descubrimiento de copiosos restos de antiguos excrementos ¡ªvamos, un mont¨®n de mierda¡ª hallados en Col de la Traversette, un tortuoso paso alpino entre Francia e Italia que figura entre las posibles rutas de An¨ªbal.

Durante la excavaci¨®n de un pantano de turba en la zona, los investigadores identificaron dentro de una ¡°masa revuelta¡± de un metro de fango aluvial una gran cantidad de bacterias Clostridia, asociadas con el esti¨¦rcol de caballo y que han podido datar las exactas fechas de la traves¨ªa. Tambi¨¦n encontraron signos de gusanos parasitarios de los equinos. Y hallaron evidencias geol¨®gicas de que el suelo hab¨ªa sido intensamente pisoteado, lo que interpretan como que un gran n¨²mero de caballer¨ªas, millares de ellas, hollaron el lugar, un abrevadero natural que habr¨ªa servido para aprovisionar de agua al Ej¨¦rcito. Posteriores an¨¢lisis podr¨ªan revelar qu¨¦ tipos de caballos produjeron las heces y de d¨®nde proced¨ªan geogr¨¢ficamente. An¨ªbal llevaba consigo a los famosos y temidos jinetes n¨²midas del norte de ?frica.
De probarse la ruta por Col de la Traversette, a 2.398 metros de altura, propuesta ya el siglo pasado, An¨ªbal habr¨ªa escogido uno de los caminos m¨¢s peligrosos y traicioneros en su marcha hacia el territorio romano. Puede que lo hiciera para evitar emboscadas de las tribus galas hostiles.
Los cient¨ªficos contin¨²an investigando con la esperanza de hallar cacas de elefante, lo que ser¨ªa ya la bicoca. Consideran que existe la posibilidad de encontrar alg¨²n huevo de un gusano par¨¢sito espec¨ªfico de los paquidermos. En realidad, dados los pocos elefantes que llevaba An¨ªbal, ser¨ªa una inmensa casualidad localizar cualquier resto. Aunque, desde luego, eso constituir¨ªa una prueba definitiva.
Una salvedad: hay que recordar que tras el paso de An¨ªbal en 218, otro Ej¨¦rcito cartagin¨¦s, tambi¨¦n con elefantes, volvi¨® a atravesar los Alpes en 207; el de su hermano Asdr¨²bal, con refuerzos. La traves¨ªa de este segundo contingente p¨²nico parece haber sido m¨¢s f¨¢cil: el itinerario ya lo hab¨ªa abierto An¨ªbal.
Pens¨¢ndolo bien, existe otra posibilidad de encontrar excrementos de paquidermo en los Alpes: en 1936 el aventurero Richard Halliburton recre¨® la peripecia de An¨ªbal montado en una elefanta de circo parisina, Elysabethe Dalrymple (alias Dally). Al bajar de las monta?as se encontraron al Ej¨¦rcito del norte de Italia de maniobras, para sorpresa de los militares, que consideraban que la invasi¨®n con elefantes era algo ya superado...
La arqueolog¨ªa fecal -llam¨¦mosla as¨ª- contribuye enormemente al estudio del pasado. Desde el estudio de los coprolitos (heces fosilizadas) de los dinosaurios y otros animales prehist¨®ricos hasta el an¨¢lisis de las letrinas de las antiguas poblaciones y Ej¨¦rcitos. De alguna manera, podr¨ªamos decirlo po¨¦ticamente, es una forma de recuperar los aromas de la historia.
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