Indultado un brav¨ªsimo ¡®victorino¡¯
Mart¨ªn / Morenito, Escribano, Ure?a
Toros de Victorino Mart¨ªn, bien presentados; descastado el primero; bravuc¨®n el segundo; bravo y noble el tercero; excepcional el cuarto, que fue indultado; dificultoso el quinto, y deslucido el sexto.
Manuel Escribano: (aviso), dos pinchazos y estocada tendida (silencio); y dos orejas del toro indultado.
Morenito de Aranda: pinchazo (aviso) y estocada ladeada (palmas); estocada (silencio).
Paco Ure?a: gran estocada (dos orejas); pinchazo, media atravesada y trasera y un descabello (palmas).
Plaza de la Maestranza. Und¨¦cima corrida de feria. 13 de abril. Media plaza larga.
Los pocos aficionados que han acudido a la Maestranza se llevaron la alegr¨ªa de su vida, que ya era hora, por otra parte, despu¨¦s de tantas tardes de penuria. Asistir en directo al indulto de un toro sensacional, bravo en los tres tercios, encastado y noble, un animal cuajado de virtudes, es una experiencia que queda para siempre en el coraz¨®n; un episodio hist¨®rico que reconcilia con la tauromaquia, reconforta el sacrificado ¨¢nimo y compensa de tanto aburrimiento y desesperaci¨®n.
Lo acaecido en el ruedo sevillano fue el triunfo apote¨®sico y arrebatador del toro, el gran protagonista de esta fiesta que tan grandes misterios encierra.
Se palpaba la felicidad en los tendidos cuando Cobradiezmos, de pelo c¨¢rdeno, nacido en diciembre de 2011, n¨²mero 37, de 562 kilos de peso, persegu¨ªa incansable la muleta, arrastrando el hocico por el albero; pronto surgieron los primeros pa?uelos en solicitud de un indulto, e, instantes, despu¨¦s, la plaza era un aut¨¦ntico clamor porque se hab¨ªa hecho presente el toro aut¨¦ntico, el toro bravo.
La vuelta al ruedo de Manuel Escribano, que pase¨® las dos orejas simb¨®licas, y del ganadero Victorino Mart¨ªn, fue lenta y cargada de emoci¨®n. No era para menos.
El toro se encontr¨® de salida con Escribano, que lo esper¨® de rodillas con una larga cambiada, y continu¨® con unas apasionadas ver¨®nicas en las que el animal embisti¨® con fiereza y codicia. Acudi¨® con presteza y empuje en las dos entradas al caballo, donde hizo una buena pelea; templado y al galope obedeci¨® en banderillas, y lleg¨® al tercio final codicioso, encastado, cargado de ¨ªmpetu y nobleza, incansable, desbordado de cualidades. Acud¨ªa con rapidez al cite, persegu¨ªa el enga?o, fija la mirada, largo el recorrido, y repet¨ªa una y otra vez a las ¨®rdenes del torero.
A Manuel Escribano le toc¨® la loter¨ªa y supo estar a la altura de las nada f¨¢ciles circunstancias. Dibuj¨®, quiz¨¢, la faena de su vida, templad¨ªsimo y largo por ambas manos, gust¨¢ndose, con elegancia y cabeza para no romper el embrujo creado en la plaza. La faena fue larga porque el presidente, con buen criterio, reflexion¨® con serenidad, y, mientras el animal segu¨ªa y segu¨ªa embistiendo, apareci¨® el pa?uelo naranja, la bandera de la gloria para la fiesta de los toros.
Cuando Cobradiezmos acompa?¨® a los cabestros camino de los corrales, ufano y feliz, entre la atronadora ovaci¨®n de los tendidos, la corrida pod¨ªa haber terminado. No est¨¢ el coraz¨®n de los pocos aficionados preparado para otra conmoci¨®n.
Por cierto, el aspecto de la plaza al inicio del festejo era deprimente. Toros de Victorino Mart¨ªn, el mejor ganadero del mundo, seg¨²n Joaqu¨ªn Vidal, mi¨¦rcoles de farolillos en Sevilla, y media entrada larga. Claro, que en la terna no figuraban figuras rimbombantes de las que gustan a los p¨²blicos modernos. Pues ellos se lo han perdido. Una tarde como esta es dif¨ªcil que vuelva a repetirse.
Escribano recibi¨® a su primero con mucho ¨¢nimo, y su faena result¨® tan aseada como sosona, mon¨®tona y destemplada. Es cierto que al toro le faltaba vida y tend¨ªa a levantar la cara en cada pase, y as¨ª, la decisi¨®n del torero no encontr¨® recompensa. Despu¨¦s, le toc¨® el gordo y lo invirti¨® de maravilla.
Paco Ure?a cort¨® las dos orejas del tercero de la tarde, otro toro bravo y noble, con el que estuvo muy por debajo de la condici¨®n de su oponente. No hubo toreo de capote y solo una tanda irregular al natural, y la faena con la mano derecha tuvo altibajos y no fue, ni de lejos, una labor rotunda. Mat¨® muy bien y el premio fue exagerado. Muy deslucido fue el sexto.
El lote menos propici¨® le toc¨® a Morenito de Aranda, y no fue capaz de sobreponerse a las dificultades de sus toros. Pesado en ambas faenas, no encontr¨® la forma de acoplarse a ninguno de los dos, sufri¨® varios desarmes y una voltereta, y la impresi¨®n final es que el serio compromiso le vino ancho.
La corrida de hoy
Duod¨¦cima corrida de feria. 14 de abril. Toros de N¨²?ez del Cuvillo, para Sebasti¨¢n Castella, Jos¨¦ Mar¨ªa Manzanares y Jos¨¦ Garrido.
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