R¨®mpeme, m¨¢tame

Seg¨²n ha dejado entrever la propia directora en algunas declaraciones recientes, la relaci¨®n sentimental que una Ma?wenn de quince a?os inici¨® con el cineasta Luc Besson ¨Cy que se prolong¨® durante cinco a?os- est¨¢ en el sustrato de esta pel¨ªcula desgarrada, furiosa y visceral sobre la toxicidad de las relaciones medularmente descompensadas.

En?Mi amor, Georgio ¨Cel personaje interpretado por Vincent Cassel- es alguien que entiende una relaci¨®n sentimental como un circo de tres pistas, que dosifica sus pirot¨¦cnicas representaciones entre largos tramos de desapego, ausencia e incapacidad para entender que quiz¨¢ una pareja requiera de otras necesidades que una platea atiborrada de p¨²blico entusiasta. Su figura, su peligro, pero tambi¨¦n, ay, su acorazado encanto est¨¢n contemplados a trav¨¦s de los ojos de Tony, una abogada que parece haber venido a este mundo para encarnar esa ley seg¨²n la cual el ser humano es el ¨²nico animal capaz de tropezar dos veces ¨Cy hasta doscientas- en la misma piedra. El complejo, contradictorio y castigado personaje de Tony, que rememora esta historia pasional desde un literal y metaf¨®rico estado de convalecencia, est¨¢ encarnado por Emmanuelle Bercot, que ya estuvo presente en el anterior trabajo de Ma?wenn ¨CPolisse (2011)- y recibi¨® el premio a la mejor actriz por su papel en?Mi amor en el pasado festival Cannes, una edici¨®n que precisamente hab¨ªa abierto su cuarto largometraje como directora, La cabeza alta.

Bercot y Cassel, convenientemente azuzados a improvisar por Ma?wenn, son, directamente, la piel y la energ¨ªa de esta pel¨ªcula algo agotadora ¨Cuno se siente como si llevara 30 a?os casado con el extenuante Georgio-, pero cargada de significativos matices. El desenlace deja la puerta abierta a debatir si Ma?wenn tiene claro que nos ha contado una pel¨ªcula de terror o si cree en la patente de corso de la seducci¨®n.