Lady Gaga o Miley Cyrus suenan a cabaret cl¨¢sico
Scott Bradlee¡¯s Postmodern Jukebox triunfa al tocar ¨¦xitos pop con sonido de los a?os 20
Antes de sonar cualquier canci¨®n, aparece sobre el escenario un maestro de ceremonias, con pedigr¨ª de showman, que invita al p¨²blico a un ¡°viaje en el tiempo¡± a trav¨¦s de composiciones que, sin embargo, fueron compuestas en nuestros d¨ªas y son f¨¢ciles de o¨ªrse hoy en la radio. El respetable espera expectante. A partir de entonces, con una banda formada por bater¨ªa, guitarra, contrabajo, piano y metales ¡ªentre saxof¨®n, trompeta y tromb¨®n¡ª se produce el milagro. Pulcramente trajeado, el grupo se dispara en un a?ejo rhythm and blues de carabet, como si se hubiese pagado por estar en un club de los felices a?os veinte norteamericanos. La voz p¨ªcara de Ariana Savalas juguetea para contar una historia de coraz¨®n roto, acentuada por el taconeo de Sarah Reich. Parece un standard de blues cl¨¢sico, de ese que se desarroll¨® al cobijo de las bandas de jazz con grandes vocalistas como Ma Rainey o Bessie Smith, pero no. Es Bad Romance,uno de los ¨¦xitos de Lady Gaga. Nadie lo dir¨ªa. Y todos lo bailan.
Con Scott Bradlee's Postmodern Jukebox hay muchas m¨¢s probabilidades de que los t¨ªtulos de las canciones sean conocidos por los adolescentes, aunque la interpretaci¨®n en directo que hace esta formaci¨®n estadounidense guste a los adultos que llenan la sala But de Madrid. Se trata de una divertida propuesta que busca versionar canciones de estrellas actuales del pop y el rock en clave antigua. De esta forma, con un incuestionable sentido del espect¨¢culo por parte de sus miembros, se puede disfrutar del We Can?t Stop de Miley Cyrus como si fuera un tema de doo wop de los a?os cincuenta o Wowanizer de Britney Spears en versi¨®n cabaret. No son los ¨²nicos cl¨¢sicos en desfilar. Maroon 5, Bon Jovi, Daft Punk, Taylor Swift o Beyonc¨¦ tambi¨¦n son transformados como por arte de magia. A veces, parece demasiado impostado, pero el verdadero secreto del ¨¦xito de Scott Bradlee's Postmodern Jukebox reside en que no se toman muy en serio y buscan entretenimiento por encima de todo.
La idea fue del pianista de jazz Scott Bradlee, l¨ªder de esta gramola posmoderna. Reclut¨® al personal y trabaj¨® en dar forma a este curioso experimento musical, que se hizo realidad cuando subieron una serie de v¨ªdeos a YouTube. En ellos se les pod¨ªa ver versionando ¨¦xitos del pop con aire vintage. Pronto se dispararon las visitas y acumularon millones de visionados. Y se lanzaron a llevarlo al escenario mientras ganaban seguidores, incluida la propia Beyonc¨¦ que se ha declarado fan.
Seg¨²n palabras el propio creador del invento: ¡°Scott Bradlee's Postmodern Jukebox es un espect¨¢culo de variedades, una revista musical con artistas invitados. Un concierto nuestro es como viajar en el tiempo a los a?os dorados de Hollywood¡±.
El jukebox de carne y hueso echa chispas sobre el escenario de la sala But. Se suceden las canciones y los bailes con una embriagadora carga teatral. Cierto: la fiesta se ha convertido en ese viaje en el tiempo. Cualquiera dir¨ªa que ah¨ª fuera sigue siendo el a?o 2016 y Miley Cyrus suena como suena.
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