M¨¢s que una vida
Schrobsdorff firma un fascinante libro sobre el viaje al infierno de unas gentes que se creyeron alemanas antes que jud¨ªas
La autora de este libro no pudo titularlo mejor: T¨² no eres como otras madres. Y uno a?adir¨ªa: y t¨², lector, lectora, no has le¨ªdo nunca un libro como este. Yo, al menos, no lo hab¨ªa hecho. Es un libro fascinante, abrumador, ¨²nico. Casi no parece ni un libro (a tanto desprestigio puede llegar la literatura cuando se mide con la vida).
Veamos: trata de unas gentes que se creyeron alemanas antes que jud¨ªas, lo que les result¨® a¨²n m¨¢s doloroso cuando comprobaron que las iban a tratar s¨®lo como jud¨ªos, desposey¨¦ndolos de su dignidad para poder destruirlos. La Shoah. Su autora, Angelika Schrobsdorff, estuvo casada con Claude Lanzmann, autor precisamente de Shoah, la m¨ªtica pel¨ªcula del Holocausto. Y lo que se cuenta aqu¨ª forma parte de ese relato universal e ?inabarcable que parece ir complet¨¢ndose con tanto dolor desde hace 80 a?os, cada d¨ªa m¨¢s extenso y cada d¨ªa m¨¢s vivo: como un universo en permanente expansi¨®n.
Sucede aqu¨ª lo mismo que con otras grandes obras: aunque pueda leerse como una novela (dif¨ªcil encontrar un momento propicio para interrumpir su lectura), sabemos que se trata de las memorias de una persona, y por tanto, un relato veraz de un tiempo (el de antes, durante y despu¨¦s del III?Reich) y unas ciudades (Berl¨ªn primero, Sof¨ªa despu¨¦s) dominados por millones de fan¨¢ticos (¡°el pueblo alem¨¢n¡± tal y como lo presentaron los jerarcas del partido nazi, y los Gobiernos europeos controlados por las SS) que terminaron reduciendo a millones de personas, entre ellas los principales personajes de estas p¨¢ginas, a su condici¨®n racial, con el ¨²nico prop¨®sito de acabar con ellas.
Sucede lo que con otras grandes obras: aunque pueda leerse como novela, sabemos que son las memorias de una persona
No hay una vida igual a otra, ni ninguna resulta insignificante cuando se la mide con ese implacable metro iridiado que es el sufrimiento. Y basta que alguien cuente sin ret¨®rica su vida para que se produzca algo tanto o m¨¢s fascinante que el principio que rige la ficci¨®n, o sea, algo tan seductor como el argumento y el sentido narrativo con el que se presentan las novelas: la verdad. Ese es el punto de la indecidibilidad: nadie podr¨ªa decidir si eso que lee es una novela o un relato ver¨ªdico, como advertimos en la famosa ¡°novela¡± del cautivo que aparece en el Quijote: ?es una ficci¨®n o la confesi¨®n autobiogr¨¢fica de Miguel de Cervantes?
La verdad aqu¨ª es adem¨¢s extra?a: unas gentes privilegiadas (la madre jud¨ªa de la autora, su padre ario, los amantes de su madre, los amigos, casi siempre bajo el mismo techo) viven la locura feliz de los a?os veinte. Lo tienen todo (juventud, salud, dinero; un para¨ªso en el que no faltan ch¨®feres, casas de campo y fiestas al servicio de una geometr¨ªa amorosa que explora sin noci¨®n de pecado, para eso es un para¨ªso, en toda clase de tri¨¢ngulos y paralelep¨ªpedos mientras Alemana ha empezado a devorarse a s¨ª misma en un incendio devastador y centr¨ªpeto), y s¨®lo cuando empiezan a perderlo se dan cuenta de su propia responsabilidad en el desastre.
La autora, una muchacha entonces (naci¨® en 1927 y vive a¨²n), con esa atenci¨®n extrema que acaso nunca tengamos tan acusada como en la infancia y la juventud, comprueba una y cien veces que, de todo el cuerpo humano, la memoria es el ¨®rgano que m¨¢s da?o nos hace y m¨¢s felicidad puede proporcionarnos. ¡°Malditos recuerdos, cristalinos y truculentos¡±, creo que dice en alg¨²n momento. Dicha y desdicha suelen ir juntos, advertimos a lo largo del libro. Por eso vemos a su autora cuadrar un c¨ªrculo, tal y como hizo en el campo del ensayo Hannah Arendt al abordar la responsabilidad de los Consejos Jud¨ªos en la ¡°soluci¨®n final¡±.
Han pasado los a?os y a¨²n seguimos pregunt¨¢ndonos c¨®mo lleg¨® a suceder todo aquello, y lo hacemos porque las respuestas ni son definitivas ni son sencillas.
De eso da cuenta este libro autobiogr¨¢fico que en ocasiones puede llegarnos a parecer una novela por la trepidante sucesi¨®n de hechos, propios de esta clase de relatos (delaciones, detenciones, peligros, miedo, muertes, casualidades): dar¨ªamos tres vidas, si las tuvi¨¦ramos, para volver a vivir aquellos momentos breves e irrepetibles de felicidad suprema de la ¨²nica que tenemos. La felicidad de un para¨ªso que acab¨® en infierno. El relato de ese viaje, del para¨ªso al infierno, es el ¨²nico modo de salir de este. De eso trata este libro memorable.
T¨² no eres como otras madres.? Angelika Schrobsdorff. Traducci¨®n de Richard Gross. Perif¨¦rica & Errata Naturae. C¨¢ceres / Madrid, 2016. 592 p¨¢ginas. 24,50 euros
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