Ojo por ojo en la Espa?a del siglo XXI
¡®El rey tuerto¡¯, de Marc Crehuet, llega a los cines tras m¨¢s de 300 representaciones teatrales con su enfrentamiento entre un antisistema y un antidisturbios
Un polic¨ªa antidisturbios le revienta el ojo a un manifestante con una pelota de goma. Hasta aqu¨ª, por desgracia, todo suena a normal, a conocido en la Espa?a del siglo XXI. Pero lo anormal es que? ambos se sienten cara a cara en una cena, cuando sus novias decidan reencontrarse tras seis a?os distanciadas. As¨ª arrancaba la obra de teatro El rey tuerto, escrita y dirigida por Marc Crehuet, con Alain Hern¨¢ndez, Miki Esparb¨¦, Ruth Llopis, Xesc Cabot y Betsy T¨²rnez. M¨¢s de 300 representaciones despu¨¦s y de gira por toda Espa?a, una conversaci¨®n de Crehuet con Joaqu¨ªn Oristrell ¡ªque le advirti¨® que all¨ª hab¨ªa una pel¨ªcula¡ª empuj¨® a la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica, realizada por el mismo quinteto de actores, el mismo director y rodada en una dificil¨ªsima carambola de 17 d¨ªas de filmaci¨®n y dos versiones, en catal¨¢n y en castellano. Es decir, hay dos pel¨ªculas: El rey tuerto y El rei borni.
Y con ella Crehuet ha competido hoy, domingo, en el festival de M¨¢laga, y la ha colocado entre las tres o cuatro apuestas a tener en cuenta en el palmar¨¦s. En este camino, el antidisturbios Hern¨¢ndez (Palmeras en la nieve) y el documentalista antisistema tuerto Esparb¨¦ se han hecho famosos (Esparb¨¦ aparece, por ejemplo, en los dos largometrajes que se estrenan hoy en la secci¨®n Oficial), pero Espa?a no ha cambiado tanto. ¡°Es cierto, no ha perdido actualidad¡±, cuenta el dramaturgo y cineasta. ¡°En Catalu?a se vuelve a hablar de las pelotas de goma, y la crisis sigue ah¨ª. Hay un cambio de valores, de sistema, en el que la crisis est¨¢ asentada. Tambi¨¦n me parece que vivimos un momento de incomunicaci¨®n, porque la pel¨ªcula insiste en que abandonemos nuestros roles sociales para comprender al otro. Si no, no hay salida posible¡±. Los personajes quieren cambiar, necesitan cambiar. ¡°Sin embargo, como escritor, s¨¦ que con un mero encuentro con la v¨ªctima, a un represor no se le abren los ojos¡±. De ah¨ª la l¨ªnea de comedia rom¨¢ntica que en el centro de la trama impulsa El rey tuerto. Solo un despecho femenino puede hacer temblar el mundo de un macho alfa.
Crehuet sab¨ªa que en el salto cinematogr¨¢fico ten¨ªan que estar sus protagonistas: ¡°Una vez que das el texto a los actores y se est¨¢n dos a?os con ¨¦l de gira, ya es de ellos. Es un parto largu¨ªsimo de un proyecto que en realidad se ha convertido en un todo¡±. Para su suerte, Crehuet ha estado escribiendo otras cosas, y a veces, solo a veces, se acercaba a ver los bolos de la obra. ¡°Al final, sueltas un poco de lastre, y el estreno en cine cierra el ciclo¡±. Y la conclusi¨®n de ¡°dos a?os de ensayos¡±, confiesa entre risas.
Para ¡°disfrute¡± del director, el teatro y el cine usan lenguajes muy distintos. ¡°Hay mon¨®logos que en el escenario se gritan para que lleguen al p¨²blico. Delante de la c¨¢mara tienes que modular esos momentos, y ser espabilado y filmar peque?os gestos, matices en los rostros del cuarteto que no exist¨ªan antes. Haces todo m¨¢s peque?o, si vale como resumen¡±.
De fondo, frases como ¡°especialistas para la gesti¨®n de masas¡±, ¡°la resistencia pac¨ªfica, al ser resistencia, ya no es pac¨ªfica¡± o ¡°siempre habr¨¢ da?os colaterales¡±. O la imagen de ese pol¨ªtico (encarnado por Cabot) como sombra alargada mortuoria. Tambi¨¦n el chorreo de las explicaciones huecas de por qu¨¦ las empresas han empujado a los gobiernos a la crisis actual. ¡°Todos se aprovechan de este ruido casi ininteligible, y m¨¢s a¨²n el poder¡±. El rey tuerto, que llegar¨¢ a salas comerciales el 20 de mayo, emite sensaci¨®n de amargura sobre el momento actual. ¡°Yo dir¨ªa m¨¢s bien tristeza, un sentimiento provocado por esa incomunicaci¨®n a la que me refer¨ªa. Intentas salir de tus concepciones del mundo y nunca lo logras, dej¨¢ndote con la sensaci¨®n. Es un reto que todos debemos encarar¡±.
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