Cuando los cazadores de mitos se convierten en mito

Bajo ning¨²n concepto, haga esto en casa. No pruebe a llevarlo cabo, es muy peligroso. Pero no se preocupe, los cazadores de mitos lo har¨¢n realidad por usted y, adem¨¢s, de forma did¨¢ctica. Hacer estallar camiones cisterna, tratar de comer una cucharada de canela, o probar a construir, y hacer funcionar, armas imposibles aparecidas en grandes taquillazos del cine. El programa Los cazadores de mitos (Mythbusters) lleva 14 a?os experimentando, con una mezcla de ciencia y entretenimiento, con diferentes mitos e ideas relacionadas con todo tipo de aparatos mec¨¢nicos, veh¨ªculos, comida o lo que se les pasara por su imaginaci¨®n. Jamie Hyneman (Indiana, 1965) es uno de los presentadores del programa. Este experto en efectos especiales mec¨¢nicos, que trabaj¨® en pel¨ªculas como el Dr¨¢cula de Coppola o Matrix, atiende a EL PA?S v¨ªa telef¨®nica para hablar sobre la historia de un programa que este a?o ha llegado a su fin en EE UU, aunque en Espa?a Discovery Channel acaba de estrenar la pen¨²ltima temporada (s¨¢bados, 23.00).

Los cazadores de mitos deja tras de s¨ª todo un legado televisivo. ¡°Es un programa que ha animado a mucha gente joven a interesarse en las ciencias y en la ingenier¨ªa¡±, afirma Hyneman. ¡°Y adem¨¢s proyecta en la mente ideas de investigaci¨®n y de pensamiento cr¨ªtico con el mundo en general¡±. Para este especialista, lo m¨¢s importante es que los espectadores se hagan preguntas sobre c¨®mo funciona todo lo que les rodea.

Cuando los cazadores de mitos se convierten en mito

¡°Es un programa para experimentar, no para demostrar¡±, aclara para alejar las voces de los que a veces les reprochan no ser cient¨ªficos. Los cazadores de mitos no esconde que su objetivo es entretener, pero se toma muy en serio la ciencia. Y la comunidad cient¨ªfica les ha apoyado en m¨¢s de una ocasi¨®n. ¡°Es algo que sorprende, porque somos b¨¢sicamente entretenimiento y la ciencia que hacemos no es ciencia propiamente dicha. No lo es si no lo repites o es imposible repetirlo¡±. Hyneman explica que para hacer el programa ¨¢gil y captar la atenci¨®n del espectador es imposible extenderse en explicaciones y hacer m¨¢s de una prueba. ¡°Creo que la mayor parte de los cient¨ªficos entienden que los principios primordiales que mostramos son correctos y que conseguimos que mucha m¨¢s gente se sienta interesada por la ciencia y la ingenier¨ªa y que los espectadores se dan cuenta de que estas disciplinas no son algo solo para tipos con batas blancas¡±.

El humor y la irreverencia tambi¨¦n forman parte de los experimentos del programa. ¡°El hecho es que en ocasiones hacemos travesuras, hay algo subversivo en Los cazadores de mitos, la gente no quiere ver a otra gente comport¨¢ndose bien, quieren verles port¨¢ndose mal, as¨ª que por eso hacemos volar cosas por los aires, estrellamos cosas y somos creativos en nuestras destrucciones e incluso a veces irreverentes y en cierta forma tortuosamente creativos". Entre tanta trastada cient¨ªfica y zambombazos cabe preguntarse por la factura del seguro del programa: ¡°Desconozco cu¨¢nto ser¨¢, pero s¨¦ que con el historial que ten¨ªamos, y todas las cosas peligrosas que hac¨ªamos, ten¨ªa que ser al menos tanto como est¨¢s imaginando, porque su evaluaci¨®n de riesgo estaba basada en nuestro rendimiento, y este era excepcional en lo que se refiere a seguridad y gastos¡±, responde a la broma.

Los cazadores de mitos desaparece tras 14 temporadas con casi 300 episodios, y lo hace como un mito en s¨ª mismo, como uno de los programas m¨¢s populares de la parrilla estadounidense. Pero en la emisora espa?ola de Discovery todav¨ªa quedan muchas cosas por explotar ¡ªcomo un barco de 500 kilos¡ª, por transformar ¡ªcomo un coche en una motocicleta¡ª o que homenajear ¡ªcomo la recreaci¨®n de la famosa huida de Indiana Jones del templo en la primera pel¨ªcula de la saga, En busca del arca perdida¡ª.