La dura lucha contra el destino
Gonzalo Caballero cae herido grave; Morenito corta una oreja y El Capea protagoniz¨® una actuaci¨®n lamentable
Durante la lidia del tercer toro se produjo una secuencia dram¨¢tica, de esas que ponen el coraz¨®n en un pu?o y nos reconcilian con la grandeza del ser humano. Andaba Gonzalo Caballero intentando sacar agua de un pozo sin fondo, un animal violento, que embest¨ªa a oleadas y con la cara por las nubes. A sabiendas de la enorme dificultad, el torero hizo acopio de valent¨ªa y afront¨® la papeleta con encomiable gallard¨ªa. Pero en la tercera tanda, con la muleta en la izquierda, despu¨¦s de aguantar tarascadas y ga?afones, el toro se lo ech¨® materialmente a los lomos no sin antes clavarle un pit¨®n en la pierna izquierda. La herida comenz¨® a sangrar r¨¢pidamente y, en cuesti¨®n de segundos, qued¨® manchada la media y la zapatilla. Era evidente, pues, que la cornada hab¨ªa sido grave. El torero decidi¨® quedarse en el ruedo, pero en un descuido fue izado por dos compa?eros con intenci¨®n de trasladarlo a la enfermer¨ªa entre los evidentes gestos de contrariedad de Caballero, que se negaba a abandonar el ruedo mientras no matara al toro. Se zaf¨®, finalmente, de las asistencias, que optaron por colocarle un torniquete. Con el dolor dibujado en la cara, el torero mat¨® a su oponente con dificultades, y solo entonces se dirigi¨® por su propio pie a la enfermer¨ªa despu¨¦s de recoger una sentida ovaci¨®n de un p¨²blico sobrecogido.
El Ventorrillo / El Capea, Morenito, Caballero
Toros de El Ventorrillo, correctamente presentados, muy mansos y descastados; destac¨® el quinto por su nobleza.
Pedro Guti¨¦rrez, El Capea: estocada baja y tres descabellos (bronca); pinchazo, estocada atravesada, un descabello ¡ªaviso¡ª tres descabellos ¡ªsegundo aviso¡ª y cinco descabellos (bronca); estocada atravesada, estocada ¡ªaviso¡ª (bronca).
Morenito de Aranda: pinchazo, media baja ¡ªaviso¡ª (palmas); media estocada (oreja).
Gonzalo Caballero: dos pinchazos, estocada perpendicular y cinco descabellos (gran ovaci¨®n). Sufri¨® una herida en el muslo izquierdo con dos trayectorias; una, de 20 cent¨ªmetros que produce destrozos en m¨²sculos vasto interno, crural y vasto externo, y otra, de 15 cent¨ªmetros, que alcanza el f¨¦mur. Grave.
Plaza de Las Ventas, 12 de mayo. 7? corrida de feria. M¨¢s de media entrada.
Gonzalo Caballero tom¨® la alternativa en la pasada Feria de Oto?o y lleg¨® a San Isidro con la agenda vac¨ªa. Y lleg¨® convencido de que ten¨ªa que cambiar su destino. En su camino, no obstante, se cruz¨® un marrajo que no le facilit¨® el triunfo, y, encima, le destroz¨® una pierna. Ten¨ªa que demostrar, al menos, que no era el perdedor de la dura batalla; quiz¨¢, por eso, hizo de tripas coraz¨®n y dio toda una lecci¨®n de torero heroico. Nadie sabe si su destino cambiar¨¢, pero est¨¢ claro que este joven torero lo merece.
Esa fue la cruz de una tarde gris y amenazante de lluvia, protagonizada por los muy mansos, descastados y deslucidos toros de El Ventorrillo, que tuvieron un lamentabil¨ªsima actuaci¨®n en los caballos, derrocharon mal estilo, y destacaron como grandes expertos en ga?afones y derrotes. Solo el quinto, tan manso como los dem¨¢s, acudi¨® con nobleza a la muleta, con fijeza y humillaci¨®n, y propici¨® una faena sobresaliente de Morenito de Aranda, que pase¨® una oreja. Fue la suya una labor presidida por el buen gusto, la elegancia y la gracia, y destac¨® con pases por ambas manos, especialmente en una tanda de naturales y algunos de pecho, profundos de verdad. Fue una faena bonita ante un toro noble que embest¨ªa con dulzura y escasa codicia; fue una faena de ¡®bien¡¯ m¨¢s que de ¡®ol¨¦s¡¯ de un torero al que le falt¨®, quiz¨¢, romperse para arrebatar a la plaza y cortar las dos orejas. No pudo ser; quiz¨¢, fue esta la mejor versi¨®n de Morenito, que justificar¨ªa su posici¨®n. Qued¨®, no obstante, la impresi¨®n de que algo falt¨® en ese encuentro con el noble toro. Nada pudo hacer ante el deslucido segundo que, inexplicablemente, brind¨® al p¨²blico. Lo hab¨ªa recibido de rodillas en los medios con una larga cambiada, y ya en las ver¨®nicas posteriores demostr¨® su mala clase.
Si es verdad que hay justicia, El Capea no deber¨ªa volver m¨¢s a esta plaza. Su actuaci¨®n de ayer fue muy deficiente, impropia de quien se viste de torero y sue?a con el triunfo. No se le ve con el valor necesario, ni con el ¨¢nimo suficiente. Parece un hombre indolente y un se?or vestido de torero sin compostura, sin figura, sin andares y sin pundonor.
Tres broncas son muchas para un torero joven, pero es que no supo ni estar mal. Sin ideas y siempre con el paso atr¨¢s se mostr¨® ante deslucido primero; brind¨® el cuarto y demostr¨® que no tiene ni pizca de repajolera gracia, y machac¨® en el caballo al que mat¨® por ausencia de caballero.
La corrida de hoy
Viernes, 13 de mayo.
Octava corrida de abono.
Toros de N¨²?ez del Cuvillo, para Sebasti¨¢n Castella, Alejandro Talavante y Andr¨¦s Roca Rey.
Siempre la misma pregunta: ?Por qu¨¦ anuncian a El Capea en San Isidro?
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