Rocco Schiavone, el sobrino golfo y crepuscular de Montalbano
El escritor Antonio Manzini. Antonello Nusca / Buenavista photo
El se?or Rocco Schiavone es un cabr¨®n con un alma inmensa. Ya hablamos de ¨¦l aqu¨ª cuando nos sorprendimos con su debut en Pista Negra (Black Salamandra). Con su sentido maleable de su quehacer, sus m¨¦todos heterodoxos, su porro ma?anero fumado invariablemente en el despacho, su mal humor impenitente y su escala de ¡°tocada de cojones¡±, en la que un caso de homicidio ocupa el grado 10, Schiavone no es un polic¨ªa al uso. Ahora, el polic¨ªa creado por Antonio Manzini tambi¨¦n es alguien que odia profundamente la injusticia, que cuando empieza un caso no vive hasta que no lo resuelve, hura?o pero tierno, mujeriego pero enamorado para siempre de su Marina.
Tras La Costilla de Ad¨¢n (Black Salamandra, traducci¨®n de Regina L¨®pez y Julia Osuna), el bueno de Rocco sigue desterrado en la Aosta que tanto odia, con nieve y fr¨ªo en Una primavera de perros(tambi¨¦n Black Salamandra, mismas traductoras), una novela que navega por el sarcasmo, la acci¨®n, el policial puro y el drama con una facilidad sorprendente. Hablamos con el autor para que nos desentra?e alguna cosa m¨¢s de su personaje, ese Montalbano de nuevo cu?o que ya ocupa un lugar en nuestro coraz¨®n lector.
Y, por si dudan (que no deber¨ªan), les dejamos el primer cap¨ªtulo de Una primavera de perros.
El secuestro de una joven destapa toda la miseria de una peque?a localidad, Aosta, a la que el subinspector Rocco Schiavone (ya no comisario, nunca, aunque nadie se acuerde) lleg¨® en la primera novela de la serie desterrado por partir la cara a un pederasta violador, una escoria indeseable pero con un padre poderoso. Con un argumento sencillo y una trama policial impecable, Manzini nos deja pegados a la silla con un drama de sabor mediterr¨¢neo, pese a la nieve, y que recuerda al mejor Andrea Camilleri.
Pero que el humor del personaje, sus bajas pasiones, sus peculiaridades, no les despisten. Estamos ante un personaje complejo, con un poderoso punto de vista, que en cierta manera ama su trabajo, una labor que desempe?a bien y que supone casi lo ¨²nico que le salva de la desidia y la locura. Lean, si no, este fragmento de La Costilla de Ad¨¢n:
¡°Pero para comprender el ego¨ªsmo, la rabia o la locura, Rocco deb¨ªa meterse en el papel, como hacen los buenos actores antes de interpretar un personaje. Y, para meterse en el papel, deb¨ªa entrar en la cabeza enferma de esa gente, enfundarse en su piel cochambrosa, mimetizarse y bajar a las cloacas para buscar con una antorcha la parte m¨¢s indigna e inmunda del ser humano. Y deb¨ªa permanecer agazapado ah¨ª, en la cloaca, en la ci¨¦naga, hasta que el culpable, el malnacido, se pon¨ªa a tiro. Despu¨¦s ya pod¨ªa salir de nuevo a la superficie y lavarse. El problema es que tardaba d¨ªas, a veces meses, en quitarse toda esa mugre. Y siempre se le quedaba una parte adherida a la piel¡±.
Les dejo, con el padre de Schiavonne.
PREGUNTA: Como personaje, Rocco est¨¢ muy en forma y por lo que se ve en Una primavera de perros va a seguir adelante, con Loba, no sabemos si con Anna ni si en Aosta. Con su pena a cuestas, con el recuerdo cada vez m¨¢s difuso de Marina¡ ?C¨®mo se ha planteado el futuro del personaje? ?Hasta cu¨¢ndo?
RESPUESTA: El futuro de Rocco est¨¢ en cada libro suyo. Como cada uno de nosotros, va por la vida con sus complicaciones, sus encuentros, positivos o negativos, y me gusta pensar que, como le ocurre a una persona de carne y hueso, no sepa bien qu¨¦ le depara el futuro.
P: Sus novelas se leen de maravilla, como si fueran thrillers facilones, pero no lo son para nada. ?A qu¨¦ cree que se debe?
R:Me gusta afrontar cada historia con una escritura sencilla, que parece querer volar por encima de los hechos y los n¨²cleos narrativos, pero que en cambio, al menos para m¨ª, es muy compleja y dif¨ªcil. Trato de devolver al lector la felicidad que siento cuando escribo un libro.
P: ?Tiene en su vida personal un fat¨ªdico d¨ªa como lo es para Rocco ese 7 de julio de 2007 (fecha clave en la vida del personaje, de la que es mejor no dar detalles para no arruinar la lectura de la primera novela)?
R: Por suerte, no. Aquel 7 de julio es una fecha terrible para Schiavone. Yo, por el contrario, las fechas tiendo a olvidarlas. Nac¨ª un 7 de agosto, y de ni?o, como era temporada de vacaciones, nadie se acordaba de mi cumplea?os. Ya se sabe: cuando est¨¢s en la playa los d¨ªas son todos un poco iguales.
P: Se habla mucho del subjefe, que no comisario, Schiavone como sucesor de Montalbano pero ?Cu¨¢les son sus influencias a la hora de construir el personaje?
R: Es un cumplido que me honra y un maravilloso deseo. En realidad empec¨¦ a escribir a Rocco influenciado por un escritor ingl¨¦s, Irvin Welsh, y un libro suyo que en italiano est¨¢ traducido como Il lercio (Filth en versi¨®n original). Me gustaba la figura del polic¨ªa sucio, medio bandido, con un sentido de la legalidad muy suyo y una ¨¦tica que se adapta poco a la del resto del mundo. La primera versi¨®n de Pista negra era mucho peor, era un bandido con uniforme, un personaje negro y terrible. Luego, poco a poco, lo he ido suavizando, redondeando las puntas, le he hecho m¨¢s humano y con un coraz¨®n grande y generoso. Pero se ha quedado un poco bastardo, manchado por aquel lodo que le hab¨ªa echado encima y que no se le ha quitado del todo.
P: En los ¨²ltimos d¨ªas ha estado en Dub¨¢i y en Valencia. ?C¨®mo lleva el show business?
R: No lo s¨¦. Voy por ah¨ª y hablo sin entender ni por qu¨¦. Me encuentro a tener que contar mis libros a los libreros y vendedores, y sinceramente me encuentro como Rocco en la nieve. Creo que si dependiera de m¨ª, mi editorial tendr¨ªa grandes problemas de facturaci¨®n. Por suerte hay gente que este trabajo lo sabe hacer bien. Me encierran en una habitaci¨®n y me ponen a escribir. Del business de encargan otros.
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