McCartney: un concierto casi privado de 58 minutos para entrar en calor
Los bi¨®grafos insisten en que Paul McCartney bordea los 74 a?os, pero su actitud no difiere mucho de la de aquel quincea?ero que se ali¨® con Lennon
Los bi¨®grafos insisten en que Paul McCartney bordea los 74 a?os, pero su actitud no difiere mucho de la de aquel quincea?ero que se ali¨® con Lennon en The Quarrymen para armar ruido en el garaje. Solo as¨ª se explica que a las cinco de la tarde, a 30 grados cent¨ªgrados y ante apenas 150 personas, tenga ganas de calentar motores durante 58 minutos, una prueba de sonido que en realidad es un concierto privado en toda regla.
Las posibilidades para acceder al recinto son reducid¨ªsimas: dej¨¢ndose los cuartos con una entrada VIP que se comercializa a trav¨¦s de la propia web de McCartney o con alg¨²n sorteo puntual. Pero el premio es suculento: Macca tocando en 'petit comit¨¦' sus debilidades personales, 14 piezas de las que 13 no sonar¨¢n por la noche en el concierto, digamos, oficial. Solo 'Lady Madonna', que sirve para que sir Paul pruebe el piano el¨¦ctrico, repite suerte en ambos repertorios.
La ceremonia acontece a unos 25 metros del escenario, pero el nivel de excitaci¨®n (y devoci¨®n) dilapida las distancias. Ah¨ª est¨¢ el cantante de Hombres G, David Summers, parapetado tras unas gafas de sol. Ah¨ª est¨¢ Santi, un joven melenudo madrile?o con genuinas pintas de guiri (camisa, vaqueros, corbata estampada), que se sabe cada verso de una antigualla como 'Ram on' y salta enloquecido mientras rasguea una guitarra imaginaria. Y ah¨ª est¨¢ Juan Ag¨¹eras, presidente del club de fans, que ha introducido en el recinto una inmensa pancarta con las inconfunbles siluetas de los 'fab four' en la portada de 'Help'. Un icono con 51 a?os a las espaldas y el marchamo inconfundible de la inmortalidad.
Lo m¨¢s divertido del pase es comprobar el ingenio de los seguidores a la hora de inventarse pancartas. Una dice, sencillamente: "Paul, solo quiero que me abraces". Dos jovenzuelas afinan el tiro con mensajes para iniciados. "?Necesitas una secretaria temporal?", apunta una en alusi¨®n a un viejo tema de 1980, 'Temporary secretary', que en su d¨ªa se consider¨® una frivolidad y hoy se venera como pieza de culto. "Scrambled eggs", anota su amiga en referencia al primer verso original de 'Yesterday', cuando Paul a¨²n no hab¨ªa acertado con la letra definitiva. Por fortuna: lo de "ayer" se antoja bastante m¨¢s evocador que los "huevos revueltos".
Macca aprovecha para comprobar que todo est¨¢ en su sitio con el ukelele, el piano de cola, el m¨ªtico bajo H?fner y las guitarras, aunque en realidad todo marcha como la seda desde el primer minuto. El entretenimiento se hace gozoso porque el exBeatle aprovecha para hurgar en el cofre de los tesoros. Ah¨ª quedan las versiones maravillosas de Buddy Holly ('It's so easy'), Carl Perkins ('Blue suede shoes') o Creedence Clearwater Revival ('Midnight special'), as¨ª como muy celebradas escalas en su anta?o denostados Wings ('Let'em in', 'Mrs Vandebilt') o la reciente 'On my way to work', en la que casi nadie repar¨® cuando el dign¨ªsimo 'New', ultimo disco hasta la fecha, vio la luz en 2013. Macca ote¨® las pancartas desde la distancia, sonri¨®, regal¨® "ol¨¦s" y "holas" con profusi¨®n y se march¨® a descansar. Era solo un aperitivo: faltaban las tres horas de recital. Con 73 a?os, 11 meses y 14 d¨ªas. Como un chaval¨ªn de Liverpool.
Babelia
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