Rafael Cadenas, silencioso y rebelde
El poeta venezolano ha visitado Espa?a este mes
En medio de la andanada de malas noticias, cada vez peores, ?que llegan en estos d¨ªas desde Venezuela, cae como un soplo de aire fresco la visita del poeta venezolano Rafael Cadenas (Barquisimeto, 1930) a Espa?a en este mes. Al fin una buena noticia proveniente de ese pa¨ªs resquebrajado.
Cadenas ha venido a recoger el Premio Internacional de Poes¨ªa Federico Garc¨ªa Lorca en la ciudad de Granada y a presentar su ¨²ltimo libro de poemas, En torno a Basho y otros asuntos, reci¨¦n publicado por la prestigiosa editorial Pre-textos, en un acto-homenaje organizado por Casa de Am¨¦rica en Madrid.
¡°El premio significa mucho para m¨ª, para los poetas venezolanos y para mi pa¨ªs que est¨¢ sufriendo m¨¢s de lo soportable a causa de una crisis total de la que es responsable el actual r¨¦gimen¡±, ha dicho Cadenas en Granada. De modo que m¨¢s que de un soplo de aire fresco, habr¨ªa que hablar de la presencia de una palabra de vida que desde la poes¨ªa se opone y contrasta con la agresiva ret¨®rica de la violencia y la muerte.
Y es que toda la obra de Cadenas, desde sus poemas hasta sus ensayos, anotaciones y aforismos, ha sido el producto de una constante y singular vigilia por lograr que el lenguaje se aparte del ruido del ego para expresar una dimensi¨®n m¨¢s profunda de la realidad. Y para ¨¦l, las ideolog¨ªas de cualquier signo y sobre todo los nacionalismos no son sino amplificaciones colectivas de ese ruido del ego que aturde al hombre y lo aleja de s¨ª mismo.
Cadenas se vive como individuo y cree que cualquier transformaci¨®n verdadera y significativa ha de darse en el terreno de la conciencia individual. Por ello, descree de lo colectivo y sus falsas promesas de salvaci¨®n (?salvarnos de qu¨¦, de la vida?, se podr¨ªa a?adir).
El lenguaje, ¡°el m¨¢s peligroso de los bienes¡±, que dec¨ªa H?lderlin, sirve al menos para dos prop¨®sitos: para mostrar y para ocultar. Y, nuevamente en contraste con un uso perverso de las palabras para hacerlas significar algo distinto de lo que significan a fin de ocultar la realidad, Cadenas se ha esforzado por volverlas reveladoras, por moverse en el reino de lo que los griegos designaban con el t¨¦rmino aleth¨¦ia, la revelaci¨®n de lo real en toda su hondura.
¡°Que cada palabra lleve lo que dice. / Que sea como el temblor que la sostiene. / Que se mantenga como un latido¡±, ha escrito Cadenas en su libro Intemperie, en una recia autoexigencia que abarca tanto la escritura como la propia vida.
Y este rigor es el que ha signado el largo y silencioso quehacer de quien se considera a s¨ª mismo no un artista sino un ¡°artesano¡± de la lengua. As¨ª, siempre alejado del bullicio y de toda estridencia, Cadenas ha ido haciendo su obra desde un silencio reverente y asombrado ante el mayor de todos los misterios: que lo que existe exista.
Por eso, los lectores que le han le¨ªdo bien y aquellos que han gozado el privilegio de su transparente y afable trato personal, no se extra?an de la humilde alegr¨ªa con que cosecha ahora tantos reconocimientos.
Pero no olvidemos que Cadenas, quien fue exilado de Venezuela en su juventud por el dictador Marcos P¨¦rez Jim¨¦nez, se ha declarado en un c¨¦lebre poema de su libro Falsas maniobras como ¡°humilde, silencioso y rebelde¡±. Porque al lado de esta actitud humilde y silenciosa nunca ha dejado de estar presente esa rebeld¨ªa ante los desafueros del poder que hoy aparece, mesurada pero firme, cada vez que le toca hablar en p¨²blico y hacer referencia a la terrible realidad que se est¨¢ viviendo hoy en el pa¨ªs desde donde nos visita.
Carmelo Chillida es escritor.
Babelia
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