¡°Solo una mujer es capaz de tomar algo fr¨ªvolo y sacar algo profundo¡±
La dramaturga francesa recibe el Prix Di¨¢logo junto a Mario Vargas Llosa en Madrid
La autora de Arte, que recibi¨® ayer junto a Mario Vargas Llosa el XIII Prix Di¨¢logo, que se concede a personas cuyo trabajo ¡°enriquece¡± las relaciones entre Espa?a y Francia, desgrana en esta entrevista su visi¨®n de la escena actual
No est¨¢ de acuerdo en que un escritor deba asumir un papel p¨²blico como intelectual comprometido, m¨¢s all¨¢ de su escritura. No le interesa poner en contexto a los personajes que habitan sus obras. Y, aunque habla ingl¨¦s y entiende espa?ol, no quiere conversar con la prensa en otro idioma que no sea el franc¨¦s, la lengua que considera su patria. Aunque Yasmina Reza (Par¨ªs, 1959) tampoco es amiga de las entrevistas ¡ªy mucho menos de las fotos para la prensa¡ª en m¨¢s de una de las que ha concedido a lo largo de su carrera como exitosa dramaturga y escritora, la afilada y sarc¨¢stica autora de Arte ha explicado que lo que de verdad la cuesta es decir que s¨ª: el ¡°no¡± le sale casi de forma de natural. No faltar¨¢ quien la defina como ¡°mujer dif¨ªcil¡±, pero quiz¨¢ lo m¨¢s acertado para hablar de esta atractiva autora de rasgos grandes y figura menuda, ser¨ªa decir que Reza es directa. En oto?o saldr¨¢ su pr¨®xima novela, Babilonia, en la que curiosamente la fotograf¨ªa juega un importante papel.
Pregunta. Identifica su trabajo con el de un pintor, que parte de un detalle o gesto, y rechaza dar demasiadas explicaciones sobre sus personajes. ?Trabaja as¨ª por instinto?
Respuesta. Empec¨¦ a hacerlo instintivamente, no fue una decisi¨®n meditada. Pero yo no soy una narradora de historias largas y digresivas. En esa presentaci¨®n directa de los personajes est¨¢ la propia historia que cuento. Yo hago cr¨ªtica de la existencia.
P. El pr¨®ximo a?o se cumplir¨¢n 30 a?os de su primera pieza teatral, Conversaciones despu¨¦s de un entierro. ?C¨®mo ha cambiado la escena en este tiempo?
R. Hoy los realizadores de montajes no necesitan a los autores. El verano pasado di unas clases a un grupo de dramaturgos j¨®venes en la Bienal de Venecia y les advert¨ª de que estaban entrando en un campo en que nadie les necesita, ni les quiere. Se prefiere montar espect¨¢culos o adaptar novelas. Quiz¨¢ sea una moda pasajera, pero a los realizadores no les gusta la rigidez de una obra teatral.
P. ?Ha escrito imaginando a determinadas personas?
R. Siempre escribo desde lo que aprend¨ª como actriz, porque cuando un escritor literario se lanza con el teatro escribe siempre demasiado. S¨®lo en Arte pens¨¦ en tres actores, pero luego no interpretaron los papeles que yo hab¨ªa pensado para cada uno de ellos.
P. El momento en que alguien pierde los estribos, en que se pone fuera de s¨ª es un punto dram¨¢tico recurrente en su trabajo. ?De d¨®nde le viene?
Roman Polanski est¨¢ prisionero aunque no est¨¦ en la c¨¢rcel¡±
R. A diferencia de Reino Unido, Francia es m¨¢s como Espa?a y uno puede perder los nervios. Adem¨¢s, mi familia era as¨ª, gente muy educada que de pronto perd¨ªa las formas. Siempre he estado rodeada de gente nerviosa. No me interesa tanto quien es malhablado por defecto, sino quien de pronto salta y olvida las formas.
Reza intercala sus respuestas con sonrisas. Cuando quiere controlar la gestualidad de sus manos juega con las gafas de sol o se toca la melena. Lleva un vestido ce?ido de tirantes, gris perla, brocado con un estampado color coral, y unas sandalias plateadas de considerable tac¨®n. Una vez declar¨® que vestirse es un acto metaf¨ªsico, ¡°un reto al que hay que hacer frente d¨ªa tras d¨ªa, con pocas probabilidades de ¨¦xito; es el lado f¨ªsico de lo que uno padece en el plano moral¡±. Defensora de la frivolidad como un espejo de doble fondo, en lo aparentemente banal ha encontrado no una arruga, sino la grieta que toca el nervio profundo. ?Es esto una cualidad eminentemente femenina de su escritura? ¡°Claramente, la audacia de tomar algo fr¨ªvolo y hacer algo profundo solo puede venir de una mujer, no he le¨ªdo a ning¨²n hombre que toque este registro con ese nivel de profundidad. Quiz¨¢ porque para ellos las cosas importantes son otras¡±. Su humor mordaz, sin embargo, no le parece propio de una mujer sino resultado de su ascendencia jud¨ªa. Lo define como ¡°el humor de la cat¨¢strofe¡±.
Amiga de Roman Polanski desde hace d¨¦cadas, el director polaco le encarg¨® la traducci¨®n de Metamorfosis para un montaje cuando a¨²n no se conoc¨ªan. ¡°Para m¨ª ¨¦l era Chinatown, La semilla del diablo,... Me parec¨ªa incre¨ªble que confiara en una joven que solo hab¨ªa estrenado una obra¡±. Vio nacer a sus hijos y ¨¦l a los de ella y un verano cenando le propuso llevar Un dios salvaje al cine. Reza se hab¨ªa mantenido tajante en su no al cine, pero accedi¨®. Sobre la situaci¨®n judicial de Polanski, que enciende tantos titulares, no quiere ahondar pero apunta: ¡°Me parece algo absolutamente absurdo, est¨¢ prisionero aunque no est¨¦ en la c¨¢rcel¡±.
La escritura, defiende Reza, es un acto creativo muy individual, ¡°no se debe confundir la obra con el tema que trata¡±, algo que piensa que ocurre en muchos de los juicios que emite la cr¨ªtica. ¡°No hay sucumbir a las opiniones del momento¡±. Ella se acerc¨® al periodismo y a la actualidad cuando pas¨® un a?o siendo la sombra de Nicolas Sarkozy durante su campa?a. Una experiencia plasmada en El alba la tarde o la noche, que dice que hoy no repeter¨ªa con nadie m¨¢s, aunque all¨ª descubri¨® que en la pol¨ªtica ¡°hay mucho m¨¢s teatro de lo que nadie imagina¡±. Habla de Janet Malcom y de su libro El periodista y el asesino con admiraci¨®n, y matiza que aunque Sarkozy era un personaje novelesco lo que ella trataba de retratar era la lucha de ese hombre contra el tiempo. ¡°La selecci¨®n de lo que contaba o no era instintiva, dej¨¦ muchas cosas fuera por las que otros habr¨ªan matado¡±. Y recuerda divertida cuando el resto de los periodistas quedaban fuera y a ella la permit¨ªan entrar a una entrevista privada del franc¨¦s con Obama. ¡°Les saludaba desde la puerta¡±.
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