Tebeos como pieza de museo
El IVAM inaugura la exposici¨®n ¡®Valencia l¨ªnea clara¡¯, un recorrido en 200 obras por los autores que protagonizaron la escena del c¨®mic en los a?os setenta y ochenta
C¨®mic. Tebeo. Historieta. Novela gr¨¢fica. ?lbum. Cada uno pronunciar¨¢ la palabra que m¨¢s le seduzca para nombrar esa forma de expresi¨®n que, m¨¢s de un siglo despu¨¦s de su nacimiento, algunos se empe?an en ignorar cuando no en ningunear como g¨¦nero. Y as¨ª nos va. Bah, tebeos, cosas de ni?os. Espa?a ha sido tradicionalmente una de las mayores f¨¢bricas mundiales de talento en forma de vi?eta y autores como Carlos Pacheco o Germ¨¢n Garc¨ªa en el ¨¢mbito de los superh¨¦roes o m¨¢s recientemente el t¨¢ndem Canales/Guarnido en el campo del mejor c¨®mic de autor tuvieron que marcharse a Estados Unidos o Francia para alcanzar el ¨¦xito mundial. El mercado espa?ol del c¨®mic no exist¨ªa, y sigue sin existir. ¡°Llevamos toda la vida de moda y toda la vida en crisis¡±, asegura el dibujante Sento.
Una cifra de ventas de 2.000 ejemplares puede ser considerada un ¨¦xito, pese a que se editan m¨¢s t¨ªtulos que nunca y se edita mejor que nunca. Los mejores autores, recibidos en salones internacionales como figuras de lo que en 1985 el maestro Will Eisner llam¨® El arte secuencial ¡ªlibro seminal para todo aquel que aspire a entender mejor este fen¨®meno cultural¡ª, tienen que dedicarse a ilustrar carteles, hacer publicidad o dar clases si quieren salir adelante. Pero quedan, al margen de las cifras y los balances, el prestigio y la evidencia de un genio creativo que no parece tener fin. Y de eso trata ni m¨¢s ni menos la preciosa exposici¨®n que abre sus puertas en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) comisariada por ?lvaro Pons: VLC Valencia L¨ªnea Clara, que permanecer¨¢ abierta hasta el 2 de octubre. De poner el acento en la respetabilidad de los c¨®mics convirti¨¦ndolos en objeto de museo, como ya han hecho el Louvre y el MoMA.
Jos¨¦ Miguel Cort¨¦s, director del centro desde 2014 en sustituci¨®n de Consuelo C¨ªscar, ha apostado personalmente por dar luz verde a esta verdadera entrada de la historieta por la puerta grande en la temporada de exposiciones. ¡°Esta muestra rompe un largo silencio injustificado sobre un medio expresivo tan importante como es el c¨®mic. El c¨®mic ha llegado al IVAM para quedarse", ha asegurado Cort¨¦s en alusi¨®n a sus planes de organizar nuevas exposiciones sobre el g¨¦nero y de incorporar obras a la colecci¨®n permanente del museo.
Nombres como Miguel Calatayud, Miquel Beltr¨¢n, Sento Llobell, Micharmut, Mariscal, Daniel Torres o Manel Gimeno justifican del todo el poder¨ªo del medio y su conversi¨®n en materia expositiva. La muestra que hoy jueves ser¨¢ inaugurada con un coloquio entre todos ellos alberga m¨¢s de 200 originales de estos y de otros autores de la denominada Nueva Escuela Valenciana: una aut¨¦ntica explosi¨®n creativa en forma de dibujos y textos que, en los a?os setenta y ochenta, sirvi¨® de gozne entre la contracultura underground procedente de Estados Unidos y los destellos pop que ya refulg¨ªan en Europa. El objetivo de Valencia L¨ªnea Clara es rescatar la naturaleza del tebeo como medio popular y, m¨¢s all¨¢ de ello, como el objeto de cultura de masas que fue.
Hay que rendirse a la evidencia: el caso valenciano es muy particular. En aquellos ochenta, el c¨®mic de los autores valencianos no solo aterrizaba en las p¨¢ginas de revistas hoy por desgracias ya legendaria como Cairo, B¨¦same mucho, Trinca o El V¨ªbora (s¨ª, aquella que sus editores quisieron llamar sin ¨¦xito Goma-3), de fanzines como El polvor¨®n polvoriento y A Valencia y de editoriales como Complot o Arrebato. Aquellos dibujantes y sus irreverentes dibujos inundaban tambi¨¦n las paredes, las tiendas, los bares y los carteles de las fiestas populares de la ciudad. Y las Fallas. No en balde la exposici¨®n se abre con Els Dalton de Marxalenes, un espl¨¦ndido ninot obra de Sento, Manuel Mart¨ªn y el modisto Francis Montesinos, instalado en 1987 en la Plaza del Ayuntamiento.
La muestra ofrece tambi¨¦n diversos originales de quienes fueron los aut¨¦nticos pioneros de esta Nueva Escuela Valenciana: el propio Miguel Calatayud (Peter Petrake, La diosa sumergida, El proyecto c¨ªclope¡) y algunas obras de tinta china en formato c¨®mic del Equipo Cr¨®nica y del Equipo Realidad, presentes en los fondos del IVAM. Adem¨¢s, las vitrinas albergan ejemplares de la c¨¦lebre Editorial Valenciana (la editora de cabeceras como Pumby, Jaimito y TBO), dibujos originales, procesos de entintado y guiones originales escritos a mano.
Aquellas viejas revistas que murieron
Eras de Nazario o de Mariscal, te quedabas con las salvajadas lumpen del travest¨®n Anarcoma o con los devaneos mediterr¨¢neos de Los Garriris. Daba igual: ya hab¨ªas comulgado con la religi¨®n del c¨®mic. Dif¨ªcil desengancharse. Los que no sab¨ªan que exist¨ªan los c¨®mics te miraban mal. Pero en aquel tiempo las historias de Calatayud, Sento, Beltr¨¢n, Torres, Gimeno, Micharmut, Pere Joan, Ana Juan y tantos otros llegaban en forma de revistas, en lo que era un relevo generacional de los viejos tebeos de Bruguera: Tiovivo, Pulgarcito, DDT, Din-Dan o Mortadelo. El mercado del c¨®mic era una explosi¨®n: Cairo, Cimoc, Totem, Creepy, 1984, Comix Internacional¡ Nada sobrevivi¨®. Hoy el aficionado consume novelas gr¨¢ficas y eso forma parte del mercado del libro y, por lo tanto, con sus mismas miserias: en Espa?a no se lee. Ni c¨®mics, ni en general.
Babelia
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