Muere Tunga, uno de los mayores exponentes del arte brasile?o
El fallecimiento del artista supone la p¨¦rdida de uno de los creadores m¨¢s personales de Latinoam¨¦rica
Un seductor, un pionero, un alquimista, un so?ador, un m¨ªstico, un exc¨¦ntrico. Con el fallecimiento de Ant?nio Jos¨¦ de Barros de Carvalho, m¨¢s conocido como Tunga, Brasil pierde a uno de los mayores exponentes del arte nacional, si es que se puede adjetivar su legado por cuestiones geogr¨¢ficas.
Tunga naci¨® en Palmares, Pernambuco, en 1952, aunque desarroll¨® toda su carrera en R¨ªo de Janeiro. Hijo de un poeta, Gerardo de Mello Mourao, y de una modelo, Lea de Barros, una fusi¨®n que profetiza el car¨¢cter metaf¨®rico y er¨®tico de su trabajo art¨ªstico. Tunga se form¨® como arquitecto y urbanista, pero desde joven sinti¨® predilecci¨®n por la libertad creativa del mundo del arte. Con s¨®lo 22 a?os, el Museo de Arte Moderno de R¨ªo acogi¨® su primera muestra individual, titulada Museo de Masturbaci¨®n Infantil (1974). Desde entonces, el sexo y el juego aparecer¨¢n como componentes de sus creaciones, que pod¨ªan tener forma de escultura, v¨ªdeo, objeto, cer¨¢mica, performance, dibujo e instalaci¨®n. Los materiales con los que trabajaba eran igualmente diversos; desde calaveras, dientes o pelo, hasta sustancias qu¨ªmicas, tela y cuerdas, o herramientas de laboratorio.
Tunga cre¨® un universo propio a trav¨¦s de obras en las que se cruzaba el componente surrealista con la vida cotidiana, como en Semeando sereias (1987), acci¨®n en la que dialoga con una copia de su cabeza decapitada frente al mar. Tambi¨¦n llev¨® la performance a sus ¨²ltimas consecuencias, gener¨® una gram¨¢tica propia y una manera de interactuar con el contexto diferente, abriendo un nuevo espacio para la pr¨¢ctica del arte de acci¨®n en Brasil. La mayor parte de su creaci¨®n no est¨¢ compuesta por objetos, sino por sensaciones y experiencias.
Ese car¨¢cter exc¨¦ntrico que cultiv¨® durante toda su carrera no fue incompatible con la proximidad al espectador y al estudiante de arte. Su capacidad de oratoria y su discurso cautivante ayudaron al visitante a adentrarse en ese mundo de sue?os que tej¨ªa a trav¨¦s de lo m¨¢gico, lo sugerente y lo estimulante. Incluso en aquellas propuestas de mayor carga er¨®tica (muchas de sus performances eran interpretadas por actrices y modelos, que siempre le acompa?aban), la atm¨®sfera en la que lograba envolver sus trabajos los convert¨ªa en inocentes juegos infantiles.
?Esa inclinaci¨®n hac¨ªa lo l¨²dico le llev¨® a proponer al empresario Bernardo Paz, a principios de los 80, un parque de diversi¨®n de las artes, en la que se conjugara la idea de museo con la de parque infantil. El Centro de Arte Contempor¨¢neo Inhotim, en Brumadinho, una de las grandes infraestructuras culturales del pa¨ªs, se hizo realidad, albergando obras p¨²blicas e instalaciones de gran formato.
Tunga fue el primer artista brasile?o en abrir espacios en el exterior hasta entonces impensables para la creaci¨®n brasile?a. Desde sus participaciones en bienales, como la de Venecia (1995), La Habana (1994) o la dOCUMENTA de Kassel (1997), hasta la instalaci¨®n monumental A la lumiere des deux mondes, con la que se erigi¨® como el primer artista contempor¨¢neo del mundo en exponer en el Museo del Louvre, en el 2006.
En 1981 concibi¨® la obra ?o. La grabaci¨®n en v¨ªdeo de un t¨²nel circular que es recorrido en bucle, con la canci¨®n Night and Day cantada por Frank Sinatra de fondo. Quiz¨¢s, una alegor¨ªa de la vida. O puede que lo fuera de la muerte. Ant?nio Jos¨¦ de Barros de Carvalho abandona este mundo a los 64 a?os de edad, v¨ªctima de un c¨¢ncer. Pero el universo Tunga, permanece.
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