Aventurerismo

Llevamos semanas leyendo o escuchando sesudos an¨¢lisis sobre las repercusiones del Brexitpara Gran Breta?a, para el resto de Europa y, naturalmente, para Espa?a. No hay informativo que no incluya alg¨²n reportaje sobre el asunto. Los tertulianos hace tiempo que nos ilustran con su enciclop¨¦dica sabidur¨ªa. ?Conclusi¨®n?: es un tema muy complejo, con numerosas ramificaciones pol¨ªticas, econ¨®micas y sociales.

La pregunta es simple: ?por qu¨¦ se ha llegado a esto? La respuesta es, tambi¨¦n, simple: por la irresponsabilidad de un dirigente, David Cameron, un l¨ªder conservador incapaz de resolver los problemas y que, llegado el caso, opta por delegar la soluci¨®n del mismo en la ciudadan¨ªa, revisti¨¦ndose, adem¨¢s, de una aureola democr¨¢tica que solo trata de encubrir su incompetencia.

Los pol¨ªticos profesionales que acceden al poder democr¨¢ticamente deber¨ªan asumir que el cargo conlleva privilegios y, tambi¨¦n, deberes, entre los cuales no figura responsabilizar a la ciudadan¨ªa de la resoluci¨®n de los grandes embrollos. Tiene raz¨®n Manuel Vicent cuando dice que un refer¨¦ndum debe ser sobre algo muy concreto y sencillo, una cuesti¨®n que admita el s¨ª o el no sin m¨¢s, pero cuando la pregunta se refiere a un tema con numerosas repercusiones colaterales, desde la fiscalidad a las exportaciones, desde la inmigraci¨®n a los derechos sociales o a la seguridad nacional, delegar en el pueblo la soluci¨®n solo demuestra una perversa manipulaci¨®n del sistema democr¨¢tico. Si el primer ministro considera que los votantes est¨¢n capacitados para elegir entre seguir o no en la Uni¨®n Europea, ?qu¨¦ necesidad hay de que existan profesionales de la pol¨ªtica? Bastar¨ªa con un cualificado cuerpo funcionarial para resolver la burocracia. Dicho lo cual, todo esto es perfectamente trasladable a la enconada ¡°cuesti¨®n catalana¡±, en la que la incompetencia de unos se ha visto potenciada por el aventurerismo de otros.