Afectada crudeza

Colaborador habitual del chileno Pablo Larra¨ªn, el director de fotograf¨ªa Sergio Armstrong aporta a las im¨¢genes de Desde all¨¢, debut del venezolano Lorenzo Vigas, una muy particular textura de imagen que parece somatizar las m¨¢s violentas maniobras narrativas de la pel¨ªcula: en cada plano se sit¨²an estrat¨¦gicas zonas de desenfoque, del mismo modo que el relato deja elementos esenciales para la completa comprensi¨®n de la trama en un inalcanzable fuera de campo. Podr¨ªa pensarse en un singular equilibrio entre fondo y forma, pero, a medida que avanza la pel¨ªcula, va cobrando forma la sospecha de que Vigas se est¨¢ imponiendo, de manera visiblemente artificiosa, un pie forzado que le resta organicidad y l¨®gica interna al conjunto. Que Vigas haya reclutado a Armstrong y a un int¨¦rprete como Alfredo Castro, actor fetiche de Larra¨ªn, tambi¨¦n puede ser considerado como gesto deliberado para afirmar una filiaci¨®n¡­ o como algo mucho m¨¢s sospechoso: Desde all¨¢, para decirlo a lo bruto, se revela una pel¨ªcula maquillada para gustar en las esquinas del circuito internacional de festivales y comete la imprudencia de fagocitar un estilo para degradarlo en f¨®rmula.

En Desde all¨¢, la turbulenta relaci¨®n entre un ensimismado homosexual de mediana edad y un joven pandillero, se desarrolla en las afueras de un ajuste de cuentas familiar. Lo que empieza como una historia marginal de amor fou muda, a lo Fassbinder, en una historia de explotaci¨®n. El gui¨®n, en el que participa Guillermo Arriaga con su afectada brutalidad caracter¨ªstica, no camina, se contorsiona. Lo ¨²nico que no puede mentir en Desde all¨¢ son sus actores: la imperturbabilidad de Castro pasa de la vulnerabilidad del deseo a una opacidad cruel, mientras que la tensa fisicidad de Luis Silva abre una inesperada ventana de luz en su rostro en una escena que transcurre durante una celebraci¨®n familiar.