La granja de los dragones
Tabitha Lyons y su padrastro viven de crear disfraces de personajes de c¨®mics y videojuegos para venderlos o para que ella los lleve en festivales
Los campos de Norfolk, en el este de Inglaterra, est¨¢n llenos de granjas. La mayor¨ªa se vuelca en la realidad cotidiana de cultivar trigo y ca?a de az¨²car. Pero hay una finca que ha optado por dejar la tierra y perseguir la fantas¨ªa. Por eso produce otro tipo materiales: disfraces, espadas y armaduras. ¡°Durante un periodo estuvimos creando un enorme drag¨®n de varios metros. Supongo que a los que se acercaran les parecer¨ªa bastante raro¡±, sonr¨ªe Nicolas Samiotis. Y ya no solo por la gigantesca bestia alada. Porque para los vecinos de Norfolk su negocio tambi¨¦n debe de sonar extremadamente extra?o: Samiotis y su hijastra, de nombre art¨ªstico Tabitha Lyons, se dedican al cosplay.
?Qu¨¦? B¨¢sicamente, se trata de disfrazarse de alg¨²n personaje de c¨®mic, serie o videojuego. No hace falta actuar como ¨¦l, sino tan solo llevar sus prendas y seguir siendo uno mismo. La mayor¨ªa lo hace por diversi¨®n y para sentirse m¨¢s cerca de sus ¨ªdolos. Pero hay unos cuantos a lo largo del mundo que lo han convertido en su negocio y principal fuente de ingresos. Tanto que Tabitha Lyons, junto con su padrastro, es una estrella invitada al festival Metr¨®poli de Gij¨®n, que cierra ma?ana sus puertas. Ambos ofrecen incluso charlas y talleres para explicar c¨®mo crear un escudo m¨¢s resistente o parecerse lo m¨¢s posible a Deadpool o Thor.
¡°En 2007 lanzamos juntos una compa?¨ªa, Artyfakes, para producir disfraces por encargo: para televisiones, teatros o empresas que organizan juegos de rol reales¡±, recuerda la chica, de 28 a?os. Y en eso segu¨ªan cuando en 2012 ella colg¨® en Internet la imagen de una de sus creaciones, inspirada en el videojuego Sykrim. Una p¨¢gina web de cosplayers ¨Clos aficionados del cosplay- comparti¨® la foto online. Y Tabitha Lyon de repente descubri¨® un mundo lleno de sue?os: ¡°No sab¨ªa lo que era, pero me enamor¨¦ de inmediato¡±.
De hecho, mientras habla lleva una armadura morada, una peluca azul y un escudo. Y una alegr¨ªa contagiosa que comparte con su padrastro. No es para menos: por sus creaciones pueden cobrar desde 100 euros, por una simple espada, hasta 10.000, por una armadura completa. Aseguran que un disfraz de buen nivel supone unas tres semanas de trabajo sin parar. Y como siempre andan superados por los pedidos, los tiempos se dilatan. El cosplay ya representa la mitad de su actividad y ha disparado ingresos y visibilidad de la compa?¨ªa, que vende sus obras por todo el planeta.
El negocio, adem¨¢s, no termina all¨ª. Por un lado, est¨¢n las invitaciones a congresos y festivales. Es decir, viajes a pa¨ªses ex¨®ticos ¨C¡°?Lituania!¡±, escogen en coro el m¨¢s peculiar- y, para los cosplayers m¨¢s c¨¦lebres, varios miles de euros por una breve estancia, tal y como contaba la mexicana Nadyasonika a este diario en la pasada edici¨®n de Metr¨®poli. Por otro lado, Samiotis y su hijastra mantienen semanalmente una emisi¨®n online donde dan clases y muestran avances y secretos de su taller. La retransmisi¨®n es gratuita, pero les proporciona miles de potenciales clientes, con los que pueden interactuar en la Red.
¡°Nos mand¨® una carta un tipo que acababa de dejarlo con su mujer y hab¨ªa perdido a su padre, d¨¢ndonos las gracias por implicarlo en nuestros programas. Nos hizo llorar a los dos¡±, explica Samotis. Y su hijastra ya no necesita que sus familiares cuiden de ella cuando se pone enferma: los aficionados le env¨ªan a casa ¡°flores y chocolatinas¡±.
Eso s¨ª, el padrastro al principio no lo vio nada claro. Sospechaba que aquello distrajera a Tabitha Lyons del negocio principal. Ni tampoco le hac¨ªa especial ilusi¨®n que su hijastra llevara disfraces muy sexys y recibiera comentarios de todo tipo en Internet. De hecho, los mensajes machistas y los acosos contin¨²an, sobre todo cuando en los programas online solo aparece ella. ¡°Siempre hay gente haciendo bullying o pidiendo que ense?e las tetas¡±, se resigna ella. ¡°Internet est¨¢ lleno de lo peor y lo mejor de la gente¡±, agrega ¨¦l. Finalmente, para Samiotis la elecci¨®n se redujo a lo m¨¢s b¨¢sico, tal y como cuenta su hijastra: ¡°Ve¨ªa que esto me hac¨ªa feliz¡±.
As¨ª que el padrastro ha asumido y hasta abanderado su pasi¨®n. Otra cosa es que ¨¦l tambi¨¦n se disfrace. Ha accedido solo unas pocas veces, aunque recientemente se est¨¢ dejando llevar. En la ¨²ltima opt¨® por ser el maestro Astilla, el gur¨² de las tortugas ninja. A saber qu¨¦ dir¨ªan en Norfolk.
Babelia
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