Desmedida puerta grande para el novillero Luis David Adame
La terna no aprovech¨® las condiciones de una justa, noble y desigual novillada de El Parralejo
El mexicano Luis David Adame se adelant¨® a las fiestas de Pamplona, cort¨® tres orejas y sali¨® a hombros por la puerta grande. Pero fue un triunfo exagerado, sin duda, promovido por un p¨²blico facil¨®n y festivo y un presidente generoso, que tuvieron m¨¢s en cuenta la muerte efectista de sus novillos que el toreo que despleg¨®. Incluso, las estocadas, ejecutadas con entrega, cayeron bajas las dos, lo cual no fue impedimento para el ¨¦xito. Espectacular la de quinto, en la suerte de recibir, y de efectos fulminantes, pero muy ca¨ªda, que emocion¨® al presidente, quien no tuvo empacho en sacar los dos pa?uelos a un tiempo como si estuviera arrebatado por la emoci¨®n.
Con el capote y la muleta, Adame no hizo m¨¦ritos para tan grande triunfo. Le adornan condiciones, est¨¢ muy placeado y se le ve seguro en la cara de los novillos, pero su concepci¨®n torera careci¨® de hondura; como torero moderno, dio pases de distintas facturas, pero no consigui¨® acallar el murmullo de los tendidos, m¨¢s preocupados del bocadillo de ajo arriero que del arte taurino del muchacho.
Destac¨® en un quite por zapopinas al noble quinto, que embisti¨® a la muleta con largura y movilidad, pero estuvo muy debajo de las cualidades de su oponente, que exig¨ªa m¨¢s templanza y hondura. Solo animoso se mostr¨® con el tambi¨¦n aceptable segundo, que se raj¨® cansado de embestir sin que el mexicano encandilara a nadie. No faltaron manoletinas en este y bernardinas en el otro, y sobraron tantas orejas.
El navarro Javier Mar¨ªn lleg¨® precedido por su triunfo en Madrid el pasado mes de abril y cont¨® con el apoyo del paisanaje; pero se le not¨® demasiado que torea muy poco, condici¨®n indispensable para pulir defectos y mejorar cualidades. Con cinco largas afaroladas de rodillas recibi¨® a su primero, prueba evidente de su entrega, y quiso y no pudo estar a la altura de la calidad de su oponente, que repiti¨® con bondad, clase y ritmo, mientras el novillero lo toreaba hacia fuera y con el pico de la muleta. Poco pudo hacer ante el soso y blando cuarto, y qued¨® patente que necesita m¨¢s novillos para aclarar si sus ganas se corresponden con sus condiciones.
El Parralejo/Mar¨ªn, Adame, Younes
Novillos de El Parralejo, justos de presentaci¨®n, blandos, muy nobles y mansones; destacaron primero, segundo y quinto. Deslucido el sexto.
Javier Mar¨ªn: pinchazo, medida tendida y atravesada _aviso_ (vuelta); estocada atravesada _aviso_ (oreja).
Luis David Adame: estocada ca¨ªda (oreja); estocada baja recibiendo (dos orejas). Sali¨® a hombros por la puerta grande.
Andy Younes: pinchazo, estocada, cuatro descabellos y el novillo se echa (silencio); cuatro pinchazos, media _aviso_ y dos descabellos (silencio).
Plaza de toros de Pamplona. 5 de julio. Primer festejo de la feria de San Ferm¨ªn. Tres cuartos de entrada.
Y resulta que el franc¨¦s Andy Younes no pase¨® trofeo alguno, pero fue el que mostr¨® un toreo con m¨¢s hondura y personalidad. Su desastroso manejo de los aceros le oblig¨® a salir entre silencios, pero tuvieron gracia y empaque los pocos naturales que dibuj¨® ante el blando y noble tercero, que dur¨® muy poco. Tiene valor y as¨ª lo demostr¨® ante el deslucido sexto, al que tambi¨¦n mat¨® sin acierto.
?Y los novillos? Parad¨®jicamente, muy justos de presencia, a a?os luz de la ¡®Feria del Toro¡¯ y de los ¡®se?ores con pitones¡¯ que correr¨¢n a partir de ma?ana; pero de juego muy variado en el caballo y ante los enga?os. En todos predomin¨® la noble y calidad de sus embestidas y, en l¨ªneas generales, estuvieron por encima de sus matadores.
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